Jaguares, un boquete en las finanzas estatales
¿Es honesto y responsable que exista en Tuxtla Gutiérrez un equipo de primera división de futbol que le cuesta a los chiapanecos cuatro millones de pesos mensuales?
Cuando parecía que la pesada carga que nos había legado Sabines (ocho millones de pesos mensuales) para pagar la nómina de Jaguares desaparecería con la retirada del equipo, un presuroso Manuel Velasco Coello aceptó las condiciones de Carlos López Chargoy para regresar ese oneroso pasatiempo deportivo.
Hoy debe liquidarse, con dinero público, alrededor de cuatro millones de pesos mensuales de nómina, más los gastos por mantenimiento del Estadio Zoque Víctor Manuel Reyna.
Es cierto que este gobierno bajó a la mitad el gasto por Jaguares, pero cuatro millones resulta demasiado para una entidad pobre, marginada, con servicios públicos disfuncionales, calles y carreteras destrozadas.
Mantener un equipo de primera división es un gasto tan alto, que pocas instituciones se permiten ese lujo. Eso lo sabe Antonio Leaño, rector de la Universidad Autónoma de Guadalajara; por eso, cuando le ofrecieron esta franquicia, contestó que su institución daba las instalaciones, logo y nombre, pero ni un peso para el salario de los jugadores. Con nuestro gobierno, generoso con nuestro dinero, pasó lo contrario.
En la próxima entrega abundaremos sobre la sangría hacendaria, generada por el “orgullo” de contar con un equipo de futbol de primera división, y el negocio personal en que lo convirtió Sabines a través del oscuro Fideicomiso del Deporte.
al parecer resulta honeroso, pero es tan bien indiscutible la derrama economica que deja este equipo tambien. claro siempre existiran los eternos insatifechos y criticos por costumbre. permite por esta vez no estar de acuerdo.