El camino de los medios libres en Chiapas
Noé Pineda es integrante del Colectivo Promedios de Comunicación Comunitaria A.C.
Los medios libres, no como una posibilidad, sino como un camino
“Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias.”
Ryszard Kapuscinski
Ante todo hay que enmarcar de lo que se habla, aquí hablaremos de periodismo y medios libres, no de la idea de medios que existiera en el siglo XIX o principios del XX, sino el actual; también del actual periodismo, que tiene un gran aporte desde el ciudadano/a, que sin ser trabajador de un medio de comunicación comercial, genera sus propios discursos, informaciones, opiniones.
Contrario a lo que en el imaginario se cree, los medios de comunicación masiva, televisión, radio, prensa escrita, como base, nacen del interés privado de inventores y empresarios, en ningún momento de la historia, el Estado moderno o sus antecesores, le dieron impulso a dichos medios, fue el interés privado el que los construyó, quienes marcaron las rutas a seguir durante años, con el tiempo se les vio la utilidad política, y con ello, la posibilidad de construcciones culturales apropiadas para cada Estado nacional y su contexto histórico determinado.
En la actualidad vivimos un bombardeo permanente de patrones culturales y de información, en estos medios comerciales, adecuada a los intereses privados y de grupo político, no existen los medios imparciales y mucho menos objetivos, cada uno habla desde su posición en el sistema económico y político, desde su forma de ver y hacer ver el mundo a los demás, a sus audiencias dirían algunos.
A estas imposiciones desde el interés económico y político hegemónico, existieron muchas respuestas, desde el periodismo impreso, tenemos en México una larga historia, espacios donde escritores, poetas, periodistas intentaron contrarrestar la versión de quienes gobernaban, de aquellos que monopolizaban un modo de entender la cultura, que para muchos era conservadora o apoyaba a un régimen específico.
Actualmente con las diversas transformaciones de las tecnologías, y el creciente interés en la vida pública en el mundo, mucho gracias a la llamada globalización tecnológica y económica, y teniendo como antecedentes del uso de los medios de comunicación (léase radio, video, impresos) movimientos sociales de izquierda social y anarquistas, muchas personas y colectivos se han dado a la tarea de recrear un periodismo en medios de comunicación al cual, a principios de siglo (2003 aproximadamente), se le conocería como movimiento de medios libres.
En México, con la aparición del EZLN en 1994, le siguen una serie de efectos diversos, entre ellos, la aparición de radios comunitarias o ciudadanas, estás actuaban sin permiso oficial, partiendo del principio de que como sujetos del derecho a la libertad de expresión e información, podrían ser las comunidades y organizaciones sociales, los sujetos, ya no de ser la noticia, sino hacer comunicación desde otro punto de vista, más militante, pero sin partido político, como en antaño sucedió con algunas experiencias.
El movimiento antiglobalización, también llamado altermundista y mal llamado por Ernesto Zedillo globalifóbico, tomo como uno de sus ejes la comunicación, otras formas de presentárnosla, haciéndose de los medios, de la palabra y del mensaje; la primera gran convergencia de esfuerzos colectivos la vimos en Seattle en 1999, con las manifestaciones en contra de la Organización Mundial de Comercio, donde el uso de la Internet, el video, la fotografía, el audio digital y otras herramientas, permitió que los manifestantes pudieron ser testimonio y vehículo de información hacia el mundo.
Esto no quiere decir que nunca sucedió algo antes de Seattle o que en México no estábamos hacienda nada, solo que en Seattle el movimiento social altermundista mostraba la importancia de hacer coaliciones de periodistas independientes, free lancers, documentalistas, radialistas, aficionados y profesionales del uso de tecnologías de la comunicación, haciendo comunicación alternativa, estaban, en la vía de los hechos, construyendo una propuesta por fuera de las empresas de información.
Desde finales de los 90, muchas personas y algunos movimientos sociales en México, entendían que tener sus propios medios de comunicación, poder construir el mensaje y poder transmitirlo, era no solo indispensable para sumar simpatías para sus causas, sino una lucha que estaría encaminada a dar un paso más en la aplicación, por la vía del hecho, de los derechos a la libertad de expresion y a la información.
Hacia la segunda mitad de los 90 la Internet facilitaba la difusión de videos que antes no tenían espacios de proyección, salvo el de llevarlos a los lugares y proyectarlos presencialmente, con la Internet la posibilidad de que un video, con información o testimonios de un evento, podría darle la vuelta al mundo como nunca antes sin depender de una empresa de noticias.
Así nacieron experiencias como IndyMedia, primero en Estados Unidos de América y de ahí se difundió con enorme celeridad a diversos países de occidente, principalmente, pero no solo. Una forma de hacer periodismo desde la militancia, pero asumiendo el papel de comunicadores de los movimientos sociales antiglobalización. Colectivos e individuos se especializaron en hacer virales muchas informaciones que se generaba desde el movimiento y para apoyar el movimiento antiglobalización.
Por primera vez en la historia tuvimos la posibilidad de ser el mensaje, el mensajero y el medio, ya no dependíamos solo de los medios de comunicación, llamémosle convencionales, o de los periodistas de estos medios convencionales para dar a conocer nuestra voz, nuestras luchas, nuestros proyectos y denuncias. Y así se fueron generando experiencias, sobre todo en la Interet, de proyectos de comunicación que muchos sobreviven y otros han desaparecido en el camino.
Una de las grandes diferencias de hacer el periodismo desde esta idea de medios libres, con el periodismo convencional, es que uno de sus principales objetivos era educar, socializar el conocimiento con los movimientos sociales de base y luchas populares, para que las organizaciones y movimientos tuvieran sus propios comunicadores y comunicadoras, ya no un encargado de prensa y propaganda, sino un comunicador capaz de construir la noticia desde la perspectiva del movimiento en cuestión, capaz de usar el video, la fotografía, el audio, el texto y de esa otra herramienta que nos dio la globalización, la Internet.
En México, en 2003, septiembre, ante la reunión de la OMC en Can Cún, tuvimos nuestra primer experiencia de una acción concertada de colectivos e individuos para realizar una cobertura conjunta de las acciones del movimiento altermundista, utilizando espacios en la Internet como IndyMedia Chiapas entre muchas otras plataformas. Ahí confluyeron colectivos que tenían como objetivo la información y la comunicación, individuos que hacían periodismo militante y los mismos activistas de organizaciones de la sociedad civil.
Diez años después, en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, tuvo lugar una Convergencia de medios libres, en agosto de 2013, donde nos encontramos colectivos de comunicación, proyectos de medios, activistas de la comunicación popular, entre muchas otras experiencias; ahí nos encontramos para pensarnos en el contexto actual, para reflexionar sobre nuestros retos y socializar capacidades técnicas, tecnológicas y metodológicas.
De las cosas acumuladas en los últimos 10 años, está una fuerte experiencia en hacer coberturas, una gran capacidad profesional de producción radiofónica, en video, en manejo de soportes digitales, de organización y educación popular, la consolidación de proyectos informativos sólidos.
¿Pero qué hace al movimiento de medios libres distinto al periodismo independiente?
Algunas de sus diferencias son que los periodistas de los medios libres son abiertamente militantes de las causas populares, no realizan sus actividades por un salario, se definen antisitémicos; la solidaridad y la socialización del conocimiento son base fundamental de su quehacer, es decir, no se trabaja y se acumula conocimiento en lo individual, sino se socializa y comparte con otros movimientos, organizaciones y hasta individuos que quieren conocer el manejo de herramientas informativas para sumarlo a la lucha de alguna organización de base o movimiento social.
Los medios libres, son cuestionados porque, dicen algunos, hacen panfletos, solo difunden el punto de vista de un actor, pero es que, a diferencia de los medios convencionales, los medios libres no pretenden hacerse un espacio de poder dentro del mercado de la información o la noticia, no pretenden chantajear a ningún funcionario publico, mucho menos obtener financiamientos o publicidad oficial; en pocas palabra, son modos de comunicación sin fines de lucro.
Actualmente estamos viendo, por lo menos es evidente en la Ciudad de México, que las agresiones contra quienes hacen medios libres, no son casuales, sino una estrategia para callar al mensajero y el mensaje, son una clara violación al derecho de libre expresión y al derecho de acceso a la información que atenta, no solo contra nuestras compañeras y compañeros que sufren directamente la brutalidad policial o el encarcelamiento bajo acusaciones insostenibles, sino un atentado contra todas las personas que pretenden dar testimonio de lo que ocurre en la arena pública.
En un contexto donde los periodistas de los medios convencionales también sufren agresiones y en el extremo, el asesinato a manos de los cárteles de la droga y muchos otros actores, o que son censurados de diversas formas por parte de funcionarios públicos, cuando no agredidos físicamente o encarcelados, la libertad de expresión y el libre acceso a la información están en grave peligro, y la sociedad debería entender que sin libertad de expresión y sin acceso a la información, todos los demás derechos quedan más vulnerables de lo que ya de por si están.
Hoy, el movimiento de medios libres esta más vivo que nunca, como decíamos en la convocatoria a la Convergencia de medios libres en Chiapas. “Hoy como nunca antes los Medios Libres son una apuesta, un camino, una herramienta para muchos procesos sociales en ese largo andar por un mundo más justo, más humano, más libre, más participativo; nunca como antes habíamos contado con una participación de generaciones que hicieran suyo el trabajo de informar, organizar, desde abajo, desde diversas trincheras unas más, otras menos organizadas, pero todas con la amorosa intención de construir ese mundo otro que sí es posible.”
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