Rosario Chávez Moguel

La Facultad de Humanidades de la UNACH ha vivido, con Rosario Chávez Moguel como directora, una actividad intensa y brillante en todos los órdenes de la academia.

A punto de terminar su gestión, lo menos que puedo expresar es reconocimiento hacia una persona a la que conocía de lejitos y hasta con cristal empañado, pero en estos cuatro años he visto su empeño, dedicación y deseos por contar con un lugar de trabajo digno y productivo.

No ha habido traspiés, ha sabido mirar y hablar de frente, lo cual se agradece doble en estos tiempos de dagas enterradas y de incertidumbre constante. Ha limpiado las asperezas del camino, ha desbrozado nuestro sendero que sigue siendo angosto pero transitable. Su secretario académico, Roldán Enrríquez, se ha desempeñado con discreción pero con eficiencia. Sin conflictos.

En nuestro centro de trabajo se vive en la discusión y en la diferencia, como debe ser la Universidad, pero Rosario Chávez ha logrado con su trabajo mantener la armonía y el deseo por mejorar. Y hemos mejorado.

El rubro más destacado, y el que más me llena de gusto, es el editorial. No sé con exactitud cuántos libros se han publicado en la Facultad de Humanidades en estos años de su gestión; sobre mi escritorio tengo 25, pero deben ser muchos más. Una cifra generosa, de récord, en la que todos hemos salido beneficiados.

En los programas educativos la Facultad también atraviesa por un excelente momento. Lo realmente destacado, por el duro batallar y constancia que se requiere, es haber colocado a la maestría en Estudios Culturales en el Padrón de Excelencia de Conacyt. En esa labor fue fundamental la propuesta y la visión de Karla Jeanette Chacón Reynosa, una doctora claridosa y práctica como pocos.

Ahora veo sobre la cancha de usos múltiples bancos y mesas. Me dicen que será para instalar, debajo de los árboles, islas de estudio para los alumnos. Me entusiasma la idea. Y solo deseo que el próximo director o directora continúe con este trabajo constante de posicionar a la Facultad para seguir dando alas a los más de 350 alumnos que recibe cada semestre.