Las y los maestros que mueven al país

Miles de maestros marchan y se manifiestan en Chiapas y todo el país. Foto: Isaín Mandujano/Chiapas PARALELO

Miles de maestros marchan y se manifiestan en Chiapas y todo el país. Foto: Isaín Mandujano/Chiapas PARALELO

La madrugada  es un vagón de tránsito incontenible a cualquier estación de ida y vuelta, que trajina luchas, rebeldías, anarquías, frustraciones, intereses personales y ruines.

Bajo el crepitar del caos gelatinoso de las horas, que anuncian  el alba,  se perciben bultos de ronquidos, de toses y pedorretas que no cesan.

Igual da, hombres y mujeres vestidos,  sudorosos,  hediondos,  duermen sobre cartones y andrajos, bajo carpas de plástico y a cielo abierto si no llueve.

Cae el fardo de la noche, que entrecruza sueño, cansancio y  sopor.  Minutos que mezclan ideales, intereses, fobias,  soberbias y amarguras.

El paisaje  magisterial de las 2:00 horas  es monótono, agobiante  en el letargo de su furia contenida.

Cuerpos apilados en pampa; uncidos en las aceras, fijados  a fuego lento bajo árboles y paredes de edificios, también.

Tuxtla Gutiérrez es  madre nutricia, paridora y protectora  de  maestros paristas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

Los declarados en rebeldía se concentran. En el fondo cada uno de ellos es islote de intereses resguardados, lo mismo de supervivencia que de ambiciones  bien particulares.

Coinciden “ en lo general”  del movimiento  “ para echar  abajo La Reforma Educativa”, no tanto “ en lo particular”, donde cada quien cocina su propia ruta de vuelo.

Plazas, cambios, incrementos salariales, adscripciones y comisiones sindicales, representaciones,  actualización para ascensos, transferencias y ratificación de plazas, en heredad, aumentos de aguinaldos,  infraestructuras, dispensas,  en eso piensan, mascullan y regurgitan.

Vociferan y reflexionan defensa y preservación de sus derechos básicos, lo cual es bienvenido y bien habido.

Como grupo político y social de presión más fuerte en el país que son, argumentan que al monstruo de cabezas infinitas del gobierno,  debe  merodeársele, cercársele y cercenársele, también aceptado, aunque con la presión y el chantaje,  al final, el magisterio  se vuelva siamés del que  combate, igual de manipulador, soberbio, impositivo, demagógico y corrupto.

Eso no  importa, truenan las palabras  de los dirigentes del Bloque Democrático, azuzados por  el líder de la sección 7  del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación , Adelfo Alejandro Gómez, quien a punta de calle y gritos de  plaza,  se metamorfoseó en obeso coyote,  que ahora  casi todo lo quiere para su  guarida.

En el esplendor del día, los maestros, salvo excepciones honorables,  son  piedras con ojos, inexpresivos de ideas, de lecturas, de propuestas,  de juicios constructivos.

Esto no los distingue en referencia a los universitarios y normalistas que un día fueron.

No hay  ejemplo evidente de  que sean  portadores de hogueras o antorchas que buscan y expanden  el conocimiento, la sabiduría; en nada recuerdan al gran José Vasconcelos, secretario de educación y maestro en cualquier lucha y adversidad, que en horas y días libres proseguía su misión de llevar  el resplandor de los libros a quien fuera, como fuera, con tal que se educara y liberara a través del juicio que abre las ventanas personales y del mundo.

No hay tal, ni asomos siquiera de rebeldías ilustradas,  como  debe ser en todo educador: educar educándose, transformar transformándose.

Las interrogantes – respuestas saltan  sobre  tantas miradas lectoras de historietas y de periódicos, de jugadores de dominó,  de bordadoras, sedentes, bebedores de gaseosas, de conversadores insulsos y  dormilones agotados por el descanso y la modorra, como pinta el paisaje magisterial bajo los campamentos.

Sobre tanto lomerío pelón magisterial, están los juicios  de los  ciudadanos- peatones   que observan y cuestionan sin miramientos y van al grano.

Interrogantes de jueces severos, cuyas  sentencias no dejan dudas, con palabras- piedras arrojadizas contra el irrespeto, la intolerancia, la cerrazón, la unilateralidad, la obsesión por el poder y los intereses mezquinos irresponsables:

Bien por la protesta reivindicadora de derechos frente a los abusos del poder gubernamental, por las libertades ejercidas legítima y legalmente,

por la  personificación de los que no tiene voz, voto ni representación,  como   olvidados  que son desde el vientre materno,

por los equilibrios y contrapesos ciudadanos en la gobernanza, por el ensayo de revuelta urbana,  como propiciadora  de bienestar,

por la desmitificación institucional, que muestra que los reyes  de la política casi siempre van desnudos de razón, de voluntad política y  buena voluntad.

Mal por el abandono educativo de los niños  ( nada justifica el crimen de arrebatar la antorcha del saber a nadie),

mal por el rechazo a la evaluación y actualización magisterial permanente,  como alternativa única ( la letra con entrega y pasión  entra, no hay de otra),

mal  por la suma  creciente de agravios y conculcaciones a los  derechos humanos ( a la educación, pues, a la paz, la tranquilidad, la convivencia, el libre tránsito, la prerrogativa laboral…)

mal, por el espectáculo magisterial de su ignorancia, mediocridades, frustraciones y resentimientos, simbolizada con un garrote, una roca y pañuelo que cubren  lo vulnerable y medrosos que son cuando no están agrupados.

mal, porque  banalizan y destruyen el espíritu y la vocación educativa.

Los juicios  desgranados caen  más intensos de madrugada, como las lluvias de septiembre,  sobre la extensión del parque central,  donde el silencio y el hermetismo  predominan  por encima del diálogo razonable que resuelve, corrige, construye y edifica.

2 Responses to “Las y los maestros que mueven al país”

  1. Alberto
    1 septiembre, 2013 at 15:20 #

    La retorica que manejas es similar a la de un político empezando su campaña. Demostrar la falta de conocimiento de los grandes «males» de la educación en México y por qué no, llegamos al punto central Chiapas, a la falta de razones laborales justas e infraestructura correcta, donde la pedagogía aplicada de manera correcta se vera reflejada según el contexto social. Algunos dicen que los maestros tienen privilegios, y están en un error, solamente son derechos laborales justos que todos los trabajadores deberían tener.

  2. Namindamo
    1 septiembre, 2013 at 14:24 #

    Interesante artículo pero, ¿Qué sugieres para solucionar las demandas? Tus dos posturas son acertadas pero ¿De qué otra forma se puede llegar al objetivo? Cuando un gobierno únicamente se publicita y hace saber a todos que el país está avanzando, cuando por más que se luche desde los salones el gobierno jamás escuchará. Qué hay si no se defiende el país aunque atrás de esa lucha haya intereses externos.

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