La deserción escolar en el Nivel Medio Superior, un drama de dos

La deserción escolar constituye uno de los indicadores más representativos para evaluar la eficiencia del sistema educativo. En el presente artículo, la investigadora Adriana Yáñez Fuentes nos arroja datos del contexto nacional y expone que Chiapas está ligeramente debajo de la media nacional, donde 15 de 100 jóvenes abandonan las aulas cada año. Así, Chiapas tiene el 13.9 por ciento de abandono cada año. 

La deserción escolar constituye uno de los indicadores más representativos para evaluar la eficiencia del sistema educativo. Foto Icoso/Chiapas PARALELO

La deserción escolar constituye uno de los indicadores más representativos para evaluar la eficiencia del sistema educativo. Foto Icoso/Chiapas PARALELO

Adriana Yáñez Fuentes

 En julio de 2013 la SEP inició un programa de “alerta temprana” de identificación de 650 mil jóvenes de bachillerato que cada año abandonan la escuela. El subsecretario de Educación Media Superior, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, señaló que casi dos de cada tres estudiantes dejan sus estudios en el primer grado académico.

 Entre las razones del abandono escolar, explicó el subsecretario destacan los ingresos familiares precarios; los altos niveles de reprobación y bajas calificaciones; la poca asistencia a clases; los embarazos o la paternidad tempranos; el matrimonio o unión entre jóvenes; la falta de interés en los estudios y la mayor valoración de otras actividades como el trabajo, el deporte, entre otras.

Anunció también que a partir del 22 de julio inició la formación de los directores de planteles públicos para convertirlos en líderes del movimiento contra el abandono escolar.

En su visita a Villahermosa el funcionario detalló que la deserción escolar “es ya un drama en el país” y uno de los principales problemas que se enfrenta en bachillerato. “Es como si cada día abandonaran la escuela alrededor de mil 800 jóvenes, lo que repercute de manera extraordinaria en su trayectoria de vida”.

De igual forma en su visita a Chiapas dijo que en  México mueren 67 personas cada hora; en tanto que 71 dejan la escuela, lo cual los constituye como una suerte de muerte social.  En el ámbito del abandono escolar, la entidad está ligeramente debajo de la media nacional, que es de 15 jóvenes que abandonan la escuela por un número de cien alumnos al año. Así, Chiapas tiene el 13.9 por ciento de abandono cada año. 

La entidad se ubica en la media nacional, donde Nayarit tiene menos del 10 por ciento de abandono escolar, en contraste con el DF, que tiene niveles de deserción superiores que oscilan entre el 21 y 22 por ciento. En ese rango, Chiapas está a la mitad de las estadísticas en comparación con las demás entidades.

 «En Chiapas, al estar en una situación similar a la media nacional, nos hemos propuesto alcanzar una cobertura escolarizada de 80 por ciento en el 2018, para acercarnos lo más posible al cien por ciento», señaló.

Aclaró que ninguna sociedad tiene una cobertura de cien por ciento en educación media superior. Esto significa que Chiapas tendrá una trayectoria similar a la del país para alcanzar un 78 por ciento de cobertura, en coordinación y colaboración con el Gobierno del Estado en 2018.

 Por lo tanto, uno de los más grandes problemas que enfrenta el objetivo de universalización del sistema educativo en el país es la deserción escolar, principalmente en nivel bachillerato.

En dos estudios sobre deserción escolar en el nivel medio superior (caso IPN) la maestra Rocío Calvo menciona que la variable explicativa más asociada al fenómeno de la deserción es el número de materias reprobadas cuya explicación es la debilidad en las competencias básicas con que los estudiantes ingresan al nivel medio superior. Además enfatiza que al no ser el factor socioeconómico el elemento inmediato y determinante para explicar los problemas de reprobación y deserción, los programas de becas no han logrado impactar sustantivamente la realidad del nivel medio superior.

De igual manera el caso de deserción en el Colegio de Bachilleres de Baja California, (caso plantel Ensenada)  se  identificó una característica constante en los potenciales desertores: el número de asignaturas reprobadas durante la primera evaluación (tres o más). Lo anterior coincide con el caso IPN y reitera también que el aspecto socioeconómico no es un factor relevante. ( Álvarez, )

Mientras que el estudio realizado por la SEP, Reporte de la Encuesta Nacional de Deserción en la Educación Media Superior precisa que:

La deserción, la reprobación y la eficiencia terminal constituyen tres de los indicadores más representativos para evaluar la eficiencia del sistema educativo. El índice de reprobación permite conocer “el porcentaje de alumnos que no han obtenido los conocimientos necesarios establecidos en los planes y programas de estudios de cualquier grado o curso, y que, por lo tanto, se ven en la necesidad de repetir el grado o curso” (UPEPE-SEP, 2005). Esto significa que si la tasa de reprobación incrementa,  muy probablemente la deserción también lo hará.

La eficiencia terminal permite conocer el número de alumnos que terminan un nivel educativo de manera regular (dentro del tiempo ideal establecido)  y el porcentaje de alumnos que terminan extemporáneamente (UPEPE-SEP, 2005).

Así, mientras la deserción cuantifica a los alumnos que dejaron la escuela en un ciclo escolar, la eficiencia terminal cuenta a quienes sí se quedaron y concluyeron sus estudios en el tiempo reglado para ello,  por lo que naturalmente estas dos variables se encuentran fuertemente correlacionadas.

En este sentido, el Reporte de la Encuesta Nacional de Deserción en la Educación Medio Superior informa que los factores que inciden en la deserción son; la falta de dinero en los hombres, casarse o el embarazo en las mujeres; trabajar en los hombres; la falta de interés en la escuela por la desarticulación entre la escuela y los intereses de los jóvenes en ambos sexos; la baja por reprobación en materias en ambos sexos; problemas para entender al maestro en ambos sexos.

Las diferencias entre las razones manifestadas por los hombres y las mujeres se observa (REPORTE DE LA ENDEMS, 2012) que existe motivos que impactan claramente de manera diferencial dependiendo del sexo: en el caso de los hombres tiene mayor impacto la falta de dinero, reprobar materias, la falta de gusto por estudiar y el considerar trabajar como más importante que estudiar.

En el caso de las mujeres tiene mayor impacto, el embarazarse o tener un hijo, el casarse y el tener problemas familiares.

Lo anterior muestra la percepción  en cuanto a los roles que cada género da mayor prioridad en su vida  y de inequidad social que se vislumbra para las y los jóvenes en edad de estudiar este nivel, ya que tendrán menores oportunidades de estar en la escuela y en el trabajo y la escisión en los roles de género se seguirá perpetuando,  aún cuando la reforma constitucional establece como obligatorio este nivel, se espera que todos los jóvenes egresados de la escuela secundaria cuenten con ingresar al bachillerato, sin embargo,  las cifras de deserción indican que no existe una cobertura a la demanda social, de allí la pertinencia de las políticas de atención que menciona el subsecretario Tuirán; la Preventiva y la Remedial. La Preventiva, enfocada a evitar que los jóvenes interrumpan o abandonen sus estudios, a través del aumento del número de becas del programa Oportunidades, así como los de la misma SEP,  recientemente, la  implementación del programa “Yo no abandono”.

La Remedial, está enfocada a brindar las condiciones que favorezcan la reinserción de los desertores a que regresen a cursar y concluir los estudios de EMS. Debo admitir que no conozco políticas que ayuden a implementarla, salvo , la más conocida, el tronco común del bachillerato impulsado por  la RIEMS que permite el libre tránsito de los alumnos que desertan o se dan de baja de un subsistema y se inscriben en  otro y los sistemas de educación abierta de la SEP y el SEA del Cobach (en Chiapas)   que brindan atención a alumnos desertores de varios subsistemas y a no tan jóvenes que truncaron sus estudios de bachillerato, pero también, poco se sabe de los apoyos federales a estos jóvenes que se retrasan un año o dos y que significa un doble esfuerzo continuar sus estudios, ya que además de trabajar largas jornadas tienen que estudiar y enfrentarse a una modalidad a la que no están acostumbrados, el autoestudio y la responsabilidad de formarse solos, sin apoyo de los padres y tutores académicos que los apoyen.

Y si los hay, algunos los tratan como a estudiantes que no merecen esa segunda oportunidad, con desprecio y prepotencia, desconociendo las historias de vida y la razón del por qué truncaron sus estudios. Travesía difícil para los desertores. Travesía difícil para la EMS.

El camino tanto de los jóvenes como de las instituciones se entrevé lleno de obstáculos académicos y administrativos, ya que se produce una doble deserción en los alumnos, muchos de ellos se dan de baja por falta de recursos para pagar sus exámenes, otros por el maltrato de los asesores, si consideramos que muchos de ellos llegan a los sistemas abiertos con la autoestima maltratada por maestros y alumnos de los sistemas escolarizados, tampoco cuentan con asesoría de orientación escolar, nadie los escucha, pocos los atienden, algunos se preocupan por ellos y quienes deberían asesorarlos, por que perciben un salario por ello, se dedican a emitir juicios de valor y cargados de de prejuicios los maltratan verbalmente, yo me pregunto ¿no tienen derechos los desertores por el simple hecho de ser desertores?  Son el producto de un sistema educativo y de una sociedad que los expulsa, ¿entonces? Se trata de salvarlos, de incorporarlos de nueva cuenta no de enjuiciarlos.

BIBLIOGRAFÌA:

Reporte de la Encuesta Nacional de Deserción en la Educación Media Superior,SEP-SEMS-COPEEMS,2012. PDF.

Álvarez Aldaco Luis Alberto, Causas de la deserción estudiantil en el Colegio de Bachilleres de Baja California: plantel Ensenada, 2007. PDF.

Martínez Nurit, SEP inicia estrategia para evitar deserción escolar, 2013. El Universal.

SEP inicia programa contra la deserción escolar, 2013. El Universal.

Zacarías, Daniel, Deserción escolar, un cáncer a tratar en Chiapas: Tuirán, 2013. Diario del Sur.

2 Responses to “La deserción escolar en el Nivel Medio Superior, un drama de dos”

  1. Mauricio Rosenthal
    1 junio, 2014 at 22:38 #

    No creo tanto en el maltrato de asesores de los asesores. si un alumno se dio de baja por reprobación, y muchas veces es falta de interés en el estudio, comúnmente llamada flojera, no vamos a premiar al holgazán con buenos tratos y mimos. Claro está que tienen derechos, pero si quieren estudiar y aprender, y ya perdieron una oportunidad de hacerlo, pues que se disciplinen y lo logren.
    No generalicemos con que los desertores son maltratados. En escuelas que conozco jamás he visto ese tipo de maltratos. Todos mis familiares tienen compañeros reincorporados y nunca me han comentado que son maltratados. Que no sea como el conductor que accidentalmente mató un perro y ahora lo ven y dicen «ahí viene el mataperros».

  2. Juan Pablo Salazar Sabines
    2 septiembre, 2013 at 19:36 #

    Es genial el tema; necesario ponerlo en blanco y negro y a todo color; y transparente como es y aún más.
    Pero el análisis es incompleto y parcial.
    Las autoridades creen, piensan y sienten que ellos no tienen ninguna responsabilidad en la deserción escolar y en sus consecuencias nefastas y degradantes para los desertores y la sociedad.
    Pero la verdad es que las autoridades son quienes han llevado al sistema educativo hasta estos extremos de ineficiencia e ineficacia, creando y alimentando a un monstruo que ahora ya no tiene control: a Elba Esther Gordillo y su camarilla de ladrones que aún se pavonean y se burlan de la sociedad y aún más de los maestros y de los alumnos y sus padres, ocupando puestos de poder y de influencia desde donde siguen haciendo del SNTE su coto de poder y enriquecimiento totalmente explicable, fuente de financiamiento de los partidos políticos y sus candidatos no solamente panalistas (del PANAL), sino más bien priístas y panistas y hasta Verdes, quienes obviamente le tienen que pagar la factura y con réditos.
    De nada ha servido que enjaularan a la señora Presidenta Vitalicia del SNTE si dejaron intacta su estructura de poder y de dinero: Juan Días De la Torre es un perro fiel de la Presidenta, ahora traidor y desleal para muchos, pero solamente haciendo lo que el sistema priísta dicta, sometido al juego perverso del poder en curso. La Hija de la Presidenta Vitalicia, cual heredera al trono, sigue de Senadora, ahora victimizada; y el nieto de flamante e imberbe diputado federal.
    Los operadores estatales, o sea todos los secretarios generales de las secciones sindicales, excepto los de la CNTE, mantienen el poder y el uso del dinero en cada estado de la nación; el charrismo ha sido institucionalizado con la complacencia y la complicidad del gobierno en turno para usarlo como ariete y fuente de financiamiento de sus campañas al poder.
    El SNTE ha servido de operador político partidista, menos para lo que fue creado: la defensa de los derechos legítimos de los trabajadores de la educación; el sindicato magisterial se corrompió hasta el punto de no retorno y se subyugó al poder político del cual se alimentó y al cual financió con las cuotas de los trabajadores.
    Por eso surgió la CNTE, EN RESPUESTA A TANTA IMPUNIDAD, a tanta CORRUPCIÓN.
    Los Charros institucionalizados no necesitan marchar ni manifestar su inconformidad porque todo se los resuelve el SNTE: Ausentismo, vicios, acoso sexual, violaciones a las jovencitas, venta de calificaciones, enfermedades de mentiras, comisiones con goce de sueldo, comisiones temporales con goce de sueldo, comisiones sindicales, comisiones a los partidos políticos, permisos por tiempo indefinido, préstamos vendidos, vivienda fuera de concurso, becas para sus hijos, venta de plazas, herencia de plazas para sus hijos, esposas y concubinas, protección contra faltas y delitos, reinstalación de puestos, salarios caídos, becas comisión, años sabáticos, etc., etc., etc.,
    Tenemos compañeros que no trabajan desde hace 25 años por tener comisión sindical con goce de sueldo en las más altas categorías, trabajando en realidad en proyectos políticos personales o del PANAL. Estos son los verdaderos depredadores de la educación, a quienes no se les hace ningún cargo sino al contrario se les «reconoce» su trabajo por la niñez, esos son «los maestros que sí trabajan».
    Los maestros de la CNTE luchan contra esa corrupción generalizada, y tienen que salir a la calle a manifestar su inconformidad porque ellos están exlcuídos del SNTE a pesar de que pagan quincenalmente sus cuotas sindicales, que suman alrededor de 10 mil millones de pesos anuales, a manejo discrecional y corrupto de los dirigentes del SNTE y de sus protectores.
    Esa es la realidad

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