Chiapas y el rescate de la economía nacional
Con un entorno internacional adverso que disminuyó a la mitad las expectativas de crecimiento de la economía nacional.
Con diversos frentes políticos abiertos derivados de la decisión presidencial de presentar ante el Congreso de la Unión las iniciativas de reforma energética, fiscal y educativa.
El presidente Peña Nieto decidió presentar un programa de acciones inmediatas para reactivar la economía lo que resta del año. El anuncio oficial es por 27 mil MDP que “tendrán que aplicarse inmediatamente para que tengan un impacto positivo en el desempeño económico de la nación”. (Figura 1)
El programa fue presentado en el seno de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO), donde el Secretario de Hacienda Luis Videgaray detalló que de este fondo, 13 mil MDP irán hacia el sector vivienda y el resto para mejorar la infraestructura, la pavimentación y el equipamiento de hospitales.
La instrucción presidencia fue que la federación ofreciera a los gobiernos estatales las facilidades para que estos recursos se ejercieran lo más rápidamente posible para que los resultados también fueran con impactos inmediatos. (Figura 2)
La fórmula es sencilla: aumentar el gasto público para reactivar la economía. Es decir, es una medida para detener el ciclo económico (crecimiento-auge-depresión) que en estos momentos va a la baja.
El problema es que mucho del gasto, cuando es gubernamental es un gasto menos productivo y por tanto menos eficaz si este fuera privado.
Ejemplos de corrupción y de inversiones que se convierten en elefantes blancos sobran: la estela de la luz en la capital de la república por ejemplo; los hospitales en Chiapas también.
Incluso, deteniéndonos en Chiapas los recursos que se asignen a nuestro estado serán oxígeno puro para nuestras alicaídas finanzas públicas.
Sin embargo, los pendientes por cumplir serán muchos: cuentas por pagar, concluir obras, realizar las necesarias en materia de rescate urbano, salvar de la quiebra a los municipios y dependencias.
El pronóstico sería que por lo menos en Chiapas, lo que se asigne de los recursos frescos se diluirá rápidamente en el cumplimiento de los compromisos adquiridos en la administración anterior.
El peligro es que sigamos construyendo infraestructura que no resuelve nuestros problemas o que a nuestros problemas los veamos con la óptica equivocada.
Por ejemplo, la multicitada construcción del puente sobre la ex fuente Mactumatzá tal vez resuelva los problemas de aforo vehicular de la cuidad capital, pero deja de lado el problema de fondo: la falta de una cultura de respeto al peatón y de una ciudad que promueva el uso de medios de transporte alternativos como si se hace en otras latitudes.
De concretarse, será un hecho que ahonde la huella del desarrollo sustentable que nos separa de otras ciudades del país.
El dinero no sobra, las necesidades son muchas, necesitamos aprender a priorizar nuestros problemas para resolver de fondo nuestras necesidades.
Solo así el gasto gubernamental será eficaz.
Twitter: @GerardoCoutino
Correo: geracouti@hotmail.com
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