Tuxtla, la disputa de los verdes

La contienda por la presidencia municipal de Tuxtla Gutiérrez empezó con la propaganda distribuida por los diputados del Partido Verde Ecologista, Emilio Salazar Farías y Francisco Castellanos Cal y Mayor.

Los dos legisladores han pagado espectaculares, supuestamente promovidos por medios impresos, que inundan la ciudad. Su propósito es, evidentemente, posicionarse entre el electorado.

Aunque estas campañas que apuntan a la alcaldía municipal ha causado malestar en el primer círculo de palacio, el gobernador Manuel Velasco Coello no tiene argumentos para detener la autopromoción de los legisladores, porque él ha sido el más vivo ejemplo de una nueva forma de alcanzar una gubernatura.

El problema de estas nuevas campañas mediáticas es que no se conoce realmente al posible candidato porque la propaganda exalta las pequeñas virtudes y oculta los defectos por muy grandes que pudieran ser.

Emilio Salazar Farías es una persona inteligente y versátil que ha sabido colocarse en los equipos ganadores. Pertenece a la nueva generación de políticos pragmáticos que intentan trazar su carrera sin tropiezas y sin conflictos alguno, que apoyan a cuantos puedan, que aplauden si es necesario, que cambian de partido y que hacen alianzas con todos los colores. A la par de una carrera política destacada ha fortalecido sus negocios: escuelas, gasolinerías, restaurantes y bienes raíces.

Fernando Castellanos Cal y Mayor ha crecido bajo el manto protector de Manuel Velasco Coello. No se le conocen bien a bien sus capacidades, y lo suyo es más saludar a cuantas personas encuentre en su camino. Le apuesta a la presidencia municipal con una presencia importante en los medios.

En el afán de mostrarse y saludar, aunque sea por Facebook y Twitter, ambos legisladores caen en la intrascendencia, el chiste barato y manuales de autoayuda de a peso.

El 24 de agosto pasado, Fernando Castellanos inició el día con la publicación de la frase:  “Si amas a alguien, díselo y quedarás prisionero de la verdad. Si dejas de amar a alguien, díselo y quedarás liberado de la mentira”. Eivan Moreno aprovechó la saludadita del diputado para recordarle que un grupo de mujeres de La Nueva Jerusalén se había quedado como el amor “porque prometer y no cumplir es como si amas y mientes y quedan en la prisión de la mentira, mejor decir no puedo cumplir que ilusionar que algún día llegará el apoyo”.

El diputado ignoró el comentario, porque para él lo importante es amarse a uno mismo, porque “es el inicio de un romance que dura toda la vida”, frase que posteó sin dar crédito a Óscar Wilde.

Emilio Salazar es también propalador de la “filosofía” de Paulo Coelho, Og Mandino y Carlos Cuauhtémoc Sánchez, que tanto venera el soltero de Palacio. A tenor aconseja: “Todos somos iguales ante Dios y la sociedad. Es importante siempre tenerlo presente. Nadie debe olvidar su origen o sentirse mas (sic), o menos, que los demas (sic). La humildad deberia (sic) ser el signo de nuestras vidas. Dejar atras (sic) frustraciones y complejos. Vivir plenamente, con ambiciones sanas, pero sobre todo bendecidos por lo que Dios nos dio. Un abrazo para todos. Tomen un momento de reflexion (sic). Alejemos odios y resentimientos de nuestras vidas. TUXTLA, TUXTLA, TUXTLA (sic)”.

Ayer, convertido en el autor de El monje que vendió su Ferrari, escribió: “Opinar de una persona sin conocerla, es intentar hacer el resumen de un libro sin siquiera leerlo. Buen miércoles!!!”.

Es posible que los legisladores verdes no escriban los mensajes, que sea una agencia,  pero es lamentable que en su nombre propalen errores ortográficos y que se olviden que lo que buscamos los ciudadanos es solución a nuestros problemas y no frases a destajo y de contrabando que no otorgan créditos a los autores.