Caravana histórica exige vivos a los 43; cientos de miles repudian al gobierno mexicano

A 40 días de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de la Escuela Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, miles de ciudadanos, activistas, estudiantes, organizaciones y familiares se congregaron en la Residencia Oficial de Los Pinos, en el Distrito Federal, para emprender la Caravana Nacional hacia el Zócalo que se ha convertido en histórica.

La marcha inició desde el municipio de Iguala, Guerrero, donde los estudiantes fueron atacados el pasado 26 de septiembre por elementos municipales y sicarios de Guerreros Unidos, instruidos por José Luis Abarca y María Dolores Pineda Villa, quienes fueron aprehendidos ayer por la mañana en la delegación Iztapalapa, DF.

A poco más de las 16 horas partió la marcha con diversos contingentes de la UNAM, IPN, UAM, Chapingo, entre otras universidad públicas y privadas. La marcha está encabezada por los familiares que han exigido que aparezcan con vida sus hijos, quienes no han aparecido hasta el momento, pese a los discursos triunfalistas del peñanietismo.

Entre consignas de “Vivos se los llevaron, vivos los queremos” y “No están solos, no están solos”, miles de personas muestran su rechazo ante la incompetencia de las autoridades de los tres niveles, así como de todos los partidos políticos.   En esta serpiente humana que recorre el DF retumban los gritos y consignas que condenan “el crimen de Estado” semejante al de la guerra sucia en la década de 1970. Llegan a los oídos de aquellos que van saliendo de sus trabajos o se encuentran por esas calles.

Medios nacionales y extranjeros se encuentran en la cobertura que ha causado revuelo en todo el mundo y ha puesto en duda el proyecto reformista de Enrique Peña Nieto, quien decayó como uno de los principales líderes en Forbes.

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