Urgen fin de deportaciones para evitar separación familiar
Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Organizaciones defensoras de Derechos Humanos exigieron al gobierno de Estados Unidos un alto a las deportaciones de inmigrantes, y pidieron crear una política migratoria con perspectiva de “movilidad humana” que respete las garantías fundamentales, y brinde calidad de vida a esta población.
En un pronunciamiento con motivo de la visita esta semana a México del secretario de Estado de EU, John Kerry, grupos civiles que integran la campaña “Acción Migrante” repudiaron la actual política de deportaciones impulsada por el gobierno de Barack Obama, ya que –acusaron– separa a las familias y afecta a más de 5 mil niñas y niños que quedan bajo la custodia del Sistema de Protección Infantil del país vecino (CPS, por sus siglas en inglés).
Las y los activistas también demandaron al Estado mexicano una postura clara en su exigencia de una política migratoria en EU.
De acuerdo con el informe “¿Ahora hacia dónde?”, del Instituto para las Mujeres en la Migración (Imumi), desde 2008 las deportaciones de EU a México comenzaron a ser masivas, ya que tan sólo en 2011 el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su siglas en inglés) repatrió a 323 mil 542 personas de origen mexicano, y para 2012 el número aumentó a 345 mil 542, de las cuales 31 mil 540 eran mujeres.
Ante esta situación, miles de niñas y niños con nacionalidad estadounidense pero con padres mexicanos son retenidos por el CPS, mientras que las y los migrantes deportados entablan ante los tribunales de lo familiar de EU complicados procesos legales para intentar recuperar la custodia de sus hijas e hijos.
El Centro de Investigaciones Aplicadas de EU estimó que en 2011 al menos 5 mil 100 menores de edad, cuyos padres fueron detenidos o deportados, estaban bajo la custodia de las autoridades de bienestar infantil en el país del norte.
Asimismo, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) reportó que entre 2010 y 2014 se registraron 9 mil 780 solicitudes de apoyo consular en caso de custodia de niñas y niños en EU.
Victoria Kline, coordinadora del proyecto Unidad Familiar del Imumi, dijo durante el “Foro Migraciones” –que se realiza en el Museo Memoria y Tolerancia en esta capital– que muchas veces los progenitores que dejan a cargo de las autoridades infantiles estadounidenses a sus hijos lo hacen porque en el momento de la deportación no tuvieron una persona conocida a quien otorgarle la custodia o, incluso, porque no tuvieron la oportunidad de decidir.
Las trabas también se extienden a los posibles cuidadores –familiares o amigos cercanos a las personas deportadas–, ya que se les da poco tiempo para cumplir con los requisitos que posibilitan el cuidado de las y los niños, y en algunas jurisdicciones piden que los cuidadores sean migrantes con documentos de estancia legal.
Kline acusó que los progenitores que tienen que dejar a cargo del CPS a sus hijas e hijos pierden contacto con ellos y con las y los trabajadores sociales, lo que anula sus posibilidades de reunificación.
Las personas migrantes en esta situación también enfrentan en México la falta de protocolos de protección por parte del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), la carencia de coordinación entre los sistemas de bienestar infantil de ambos países, además de barreras de lenguaje y cultura.
Victoria Kline apuntó que existen pocos acuerdos formales entre las entidades de bienestar infantil en EU y México.
Además, para que las y los niños puedan ser enviados con sus padres mexicanos, éstos deben demostrar a las autoridades estadounidenses en un breve lapso que cuentan con residencia y un empleo, pero en México enfrentan los problemas generalizados de la desocupación.
Kline reiteró la importancia de sensibilizar a los tribunales de lo familiar de EU para que reconozcan que aunque las y los niños sean ciudadanos estadounidenses siguen teniendo el derecho de estar con su familia, aunque esté en otro país.
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