Periodistas de México tejen redes para que silencio no se imponga

Somos, y así nos asumimos, como un factor indispensable para este país, que nos reclama profesionales, éticos, dignos y seguros: Periodistas de a Pie

Palabras de inauguración en el 7 aniversario de Periodistas de a Pie

Muy buenas tarde, gracias por acompañarnos este encuentro internacional de periodistas que hemos titulado Tejiendo Redes, y con el cual celebramos por primera vez un aniversario de la Red de Periodistas de a Pie: nuestro cumpleaños número 7.

A nombre de la red, quiero darles a todos la bienvenida a este espacio colectivo que se ha propuesto cerrar el punto en este gran tejido formado por periodistas de distintos estados del país, que poco a poco hemos aprendido el difícil arte de la confianza mutua, la solidaridad y, sobre todo, el trabajo colectivo en favor de un periodismo de calidad para los ciudadanos y para un país que necesita de nuestra información para animar su democracia, su vida participativa.

Somos, y así nos asumimos, como un factor indispensable para este país, que nos reclama profesionales, éticos, dignos y seguros para garantizar que estaremos allí donde haya una historia que contar, una noticia que difundir, un poder que vigilar.

Para nosotros, este es un momento muy especial: es la concreción de un sueño colectivo que comenzó en 2007 y ha crecido en proceso largo de aprendizaje. No sabíamos cómo organizarnos, cómo acercarnos unos con otros. Cómo confiar.

Todavía hay mucho por hacer. Pero hemos aprendido, y hemos compartido conocimientos, preocupación mutua, compromisos. Ya no estamos solos, ya no nos sentimos solos. A punta de asesinatos, .secuestros, agresiones, despidos y desamparo frente a la violencia, los periodistas hemos aprendido a organizarnos, a defendernos y cuidarnos entre nosotros. Debemos estar orgullosos, pero no conformes.

Todavía son muchos los retos y muchas las deudas que tenemos con los ciudadanos. Pero vamos por buen camino y este encuentro así lo demuestra. Estamos aquí para seguir fortaleciéndonos, para ratificar nuestro compromiso con el mejor periodismo, y para avanzar en cuerpo bien articulado que no permita jamás que el silencio se imponga, se extienda y nos amague.

Por eso estamos aquí, para ofrecernos la mano, para aprender de otras experiencias, recuperar y fortalecer nuestra plumas allí donde la la violencia y el silencio han querido o han podido arrebatárnosla.

A nombre de Red de Periodista de a Pie, quiero agradecer el apoyo de todos los que han hecho posible este encuentro: al Centro Cultural España, que nos ha facilitado este hermoso espacio, a la Fundación MacCartur y a la Unión Europea, que han confiado en nosotros. A nuestros periodistas invitados: Mónica González y María Teresa Ronderos, a quienes reconocemos como madrinas de esta Red, siempre solidarias, siempre dispuestas al consejos y un ejemplo para todas nosotras.

A Ginna Morelo, una amiga, una aliada, generosa siempre en su apoyo y con sus porras; a Oscar Martínez, amigo de la red, insipirador siempre con sus crónicas. También agradecemos a Mauri König, a Javier Bauluz, y a Daniel Enz. Todos representan para nosotras un ejemplo del mejor periodismo que se practica en la región y que queremos compartir y extender en México.

En el aniversario de Periodistas de a Pie

Agrademos también a todos nuestros talleristas, a la gente que desde hace años ha compartido con nosotras la preocupación y el esfuerzo por hacernos mejores para el periodismo, para los ciudadanos y, al final para la democracia en nuestro país.

Y finalmente, quiero dar especialmente las gracias a los periodistas de distintos estados del país que están aquí y que han caminado junto a la red, sumando esfuerzos y tiempo para participar en nuestras actividad, ofreciéndonos su confianza, su apoyo y, sobre todo, su compromiso por un periodismo profesional, responsable, ético y comprometido con la verdad, la trasparencia, la rendición de cuentas y las mejores causas de los ciudadanos, las más urgentes. Entre ellas, sin duda, la justicia para las víctimas de violencia, que suma a nuestros compañeros muertos y desaparecidos.