Sacerdote Marcelo Pérez, impulsor de procesos de conciliación y paz

Marcelo Pérez Pérez. Foto: Ángeles Mariscal

Marcelo Pérez Pérez nació como campesino en la comunidad de San Andrés Larráinzar; hijo de indígenas tsotsiles, feligreses de la Diócesis de San Cristóbal, festejaba de manera pública y privada la vida de su madre y su padre y reconocía que fueron ellos quienes lo impulsaron a buscar el sacerdocio como opción de vida. El pasado 16 de enero cumplió 51 años de edad.

Fue un activo impulsor de los derechos humanos y la defensa de la tierra y el territorio, lo que realizó desde su fe y su religión.

Acompañó la conformación del Movimiento en Defensa de la Vida y el Territorio (Modevite), al amparo de más de 14 parroquias de las zonas Altos, Norte y Selva de Chiapas. En 2014 -cuando él se encontraba como párroco en el municipio de Simojovel-, este movimiento realizó una peregrinación que recorrió 12 municipios hasta llegar a la capital del estado. Desde entonces la población de esas regiones denunció el aumento de la venta de droga y de grupos criminales en la región.

Marcelo Pérez Pérez denunció desde su parroquia a grupos de poder económico y político quienes fomentaban, impulsaban o participaban en estas acciones. Esto le provocó amenazas de muerte.

En 2021 el avance de grupos criminales aumentó en Pantelhó y los municipios aledaños, por lo que feligreses de la región buscaron su ayuda y acompañamiento para que, desde la espiritualidad y la denuncia pública, exigieron la intervención de las autoridades de los tres niveles de gobierno.

Sin embargo, las amenazas y asesinatos se incrementaron en este municipio, lo que provocó la conformación del grupo de autodefensas llamado El Machete. El 5 de julio de 2021 fue asesinado  Simón Pedro Pérez López, integrante del grupo pacifista las Abejas de Acteal, quien apoyaba las denuncias de la población contra sus agresores; esta acción llevó a Los Machetes a expulsar del municipio a quienes consideraba eran sus victimarios.

El alzamiento armado de Los Machetes llevó al sacerdote Marcelo Pérez a buscar una vía pacífica para la solución a la problemática del municipio, y conformar con el aval de la Diócesis de San Cristóbal, una comisión de intermediación donde también participaron autoridades de los gobiernos estatal y federal.

Las acciones de esta comisión no prosperaron, y el 19 de julio de 2021 se dio la detención y posterior desaparición de 19 personas acusadas de ser parte del grupo “Los Herrera”, considerado el grupo armado de la región.

Familiares de los desaparecidos acusaron al sacerdote Marcelo Pérez de la desaparición de los 19, por lo que la Fiscalía de Chiapas giró una órden de aprehensión en su contra. A la par, inició una campaña de desprestigio en su contra, y amenazas de muerte.

La Diócesis de San Cristóbal de Las Casas decidió trasladarlo a la ciudad de San Cristóbal, donde en los últimos 2 años recientes estuvo a cargo de la parroquia de Guadalupe.

Por las amenazas, Swefor, grupo sueco promotor de procesos de paz, lo acompañó en diversos momentos, y lo invitó a varias naciones de Europa a hablar de los procesos de paz y reconciliación que impulsaba.

El sacerdote Macerlo Pérez Pérez acompañó a presos indígenas detenidos injustamente, a comunidades que denunciaban a grupos criminales, a maestros disidentes, a defensores de la tierra y el territorio.

En una de las últimas entrevistas que dio, en el marco de la peregrinación por la paz del pasado 13 de septiembre, dijo que “Chiapas es un polvorín”, y se pronunció por el diálogo con todos los grupos, incluso con quienes son identificados como parte del crimen organizado.

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