Condenan crimen del padre Marcelo y exigen justicia
El obispo de San Cristóbal de Las Casas, Rodrigo Aguilar Martínez, exigió justicia por el crimen el padre Marcelo Pérez Pérez, y que si bien ellos perdonaban a los criminales por este acto atroz, las autoridades deben hacer su labor para que este asesinato no quede impune.
A la voz del obispo Rodrigo Aguilar Martínez se sumaron este domingo líderes religiosos, políticos, organizaciones civiles defensoras de derechos humanos como la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en México, la Conferencia del Episcopado Mexicana o la Compañía de Jesuitas de México.
La tarde de este domingo, un largo cortejo fúnebre condujo el ataúd con el cuerpo del padre Marcelo Pérez Pérez, hacia la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe ubicada al oriente de San Cristóbal de Las Casas. A donde había sido asignado desde hace más de dos años por la Diócesis a la aque formaba parte.
Miles de personas se congregaron en la parroquia para darle el último adiós al párroco, rezaron, lloraron junto a su féretro. La ceremonia religiosa fue encabezada por el propio obispo Rodrigo Aguilar Martínez y el padre José Besares Selvas, de la Vicaría de Justicia y Paz de esta misma Diócesis.
El obispo recordó cuando conoció al padre Marcelo, como un hombre comprometido con su grey católica. Un hombre que no se circunscribía al pulpito, sino que salía a las calles y acompañaba a su feligresía en sus reclamos de justicia y de paz.
El padre José Besares Selva, dijo que espera que este crimen no quede impune, que las autoridades hagan su labor, que no haya chivos expiatorios y que la justicia haga lo que le corresponde, el resto se lo deja a Dios.
Conmovido el padre Besares lamentó este crimen y lamentó que no se le hayan dado las garantías de seguridad y protección por parte de las autoridades estatales cuando se sabía que pesaban amenazas de muerte en su contra.
La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenó el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez Pérez e instó a las autoridades a llevar a cabo una investigación pronta, exhaustiva y eficaz.
Reseñó que desde 2015, el Padre Marcelo era beneficiario de medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), debido al riesgo constante que enfrentaba su vida e integridad personal por su labor en defensa de los derechos humanos en Simojovel y otros lugares de Chiapas.
Diversas organizaciones nacionales e internacionales habían advertido públicamente sobre el creciente número de amenazas, agresiones y actos de criminalización en su contra, los cuales se intensificaron en los últimos años debido a su incansable trabajo en favor de la justicia y los derechos de los pueblos indígenas.
“El asesinato del Padre Marcelo es absolutamente inaceptable. Su labor era ampliamente reconocida por los pueblos indígenas en Chiapas, y también a nivel internacional. A pesar de contar con medidas de protección y de las constantes denuncias sobre las agresiones que enfrentaba, éstas resultaron insuficientes para impedir su asesinato”, destacó Jesús Peña Palacios, Representante Adjunto en México de la ONU-DH. “El Padre Marcelo era un referente en la búsqueda de la paz, la verdad y la justicia para Chiapas; su pérdida es irreparable y nos reitera la necesidad de implementar medidas estructurales que cambien el contexto de violencia que sufren algunas regiones de Chiapas”, dijo esta oficina de las ONU en México.
Por su parte, la Compañía de Jesús en México expresó su más enérgica condena por el asesinato del Padre Marcelo Pérez Pérez, párroco de la Iglesia de Guadalupe en San Cristóbal de las Casas. El ataque ocurrió hoy mientras se dirigía al templo de Guadalupe, después de oficiar misa en el barrio de Cuxtitali.
Dijo que el Padre Marcelo había sido un símbolo de resistencia y acompañamiento para las comunidades de Chiapas durante décadas, defendiendo la dignidad, los derechos de los pueblos y la construcción de una paz verdadera. Su compromiso con la justicia y la solidaridad lo convirtió en un referente para quienes anhelan un futuro sin violencia ni opresión.
Rechazaron los Jesuitas cualquier intento de minimizar estos hechos como casos aislados. “El crimen organizado ha sembrado miedo y dolor en diversas regiones del país, y Chiapas no es la excepción. La violencia en esta región refleja un problema estructural que demanda una respuesta integral y urgente del Estado. Hacemos un llamado urgente a las autoridades para que respondan con firmeza y restauren el orden y el estado de derecho”, indicaron.
“Los Jesuitas de México condenamos la creciente ola de violencia que asola el estado de Chiapas y otros territorios del país. Esta región sufre no solo asesinatos, sino también reclutamiento forzado, secuestros, amenazas y el saqueo de sus recursos naturales.
Reiteraron su solidaridad con la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, las comunidades afectadas y con la familia del Padre Marcelo Pérez Pérez, uniéndonos en oración por su eterno descanso y el consuelo de quienes lloran su partida.
“Compartimos con ellas el anhelo de paz, justicia y dignidad que él testificó con su entrega pastoral y servicio incansable. Su asesinato no puede ni debe quedar impune; imploramos que la justicia prevalezca para honrar su memoria y renovar la esperanza en la construcción del Reino de Dios, donde reine la paz verdadera”, dijeron los Jesuitas.
De igual forma, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) expresó su más enérgica
condena y profundo dolor ante el brutal asesinato del P. Marcelo Pérez, sacerdote
de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, ocurrido en el barrio de Cuxtitali.
“Este acto de violencia, perpetrado al terminar la misa cuando el padre salía para continuar con sus labores pastorales, no solo priva a la comunidad de un pastor dedicado, sino que también silencia una voz profética que incansablemente luchó por la paz con verdad y justicia en la región de Chiapas”, dijo la CEM.
Hicieron un llamado urgente a las autoridades de todos los niveles de gobierno – federal, estatal y municipal para que se realice una investigación exhaustiva y transparente que conduzca al esclarecimiento de este crimen y a la justicia para el P. Marcelo Pérez.
Demandaron que se implementen medidas efectivas para garantizar la seguridad de los sacerdotes y agentes pastorales que, como el P. Marcelo, dedican su vida al servicio de los
más necesitados, especialmente en zonas de alto riesgo y que se redoblen los esfuerzos para combatir la violencia y la impunidad que afligen a la región de Chiapas y a nuestro país en general.
Desde Bogotá, Colombia, el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) manifestó su consternación y dolor por el asesinato del padre Marcelo Pérez Pérez ocurrido en la mañana de este domingo.
“Sabemos que el padre Marcelo ha sido un incansable buscador de la paz y la justicia en
su pueblo, fruto de su compromiso fiel por el Evangelio y su entrega total a Cristo presente
entre los que más sufren. Nos hacemos cercanos a su familia y comunidad con el deseo de renovar la esperanza en que este grano de trigo que hoy muere de frutos abundantes en el Señor”, dijo en una misiva firmada por sus líderes como los obispos Jaime Spengler y José Luis Azuaje Ayala
El Frente Nacional de Lucha por el Socialismo condenó también la ejecución cometido en contra del párroco Marcelo Pérez Pérez esta mañana en San Cristóbal de Las Casas. Se da en un contexto de violencia institucional generalizado para generar mayor terror en el pueblo trabajador y es un crimen responsabilidad del Estado y del gobierno en turno.
La Mesa de Paz Chiapas de la Comisión Nacional de Cultura de Paz y la no violencia (COMNAPAZ) hizo un llamado urgente a la Unidad Social y Espiritual para la construcción de la cultura de Paz y a la acción urgente ante el asesinato del Padre Marcelo, párroco de la iglesia de Guadalupe de San Cristóbal de las Casas.
A petición de la familia del padre Marcerlo, su cuerpo fue llevado a San Andrés Larráinzar, primero para ser llevado a su casa con su padre y su madre, y luego fue llevado a la parroquia de ese municipio.
Este lunes 20 de octubre será sepultado en el panteón municipal de ese pueblo tsotsil de los Altos de Chiapas.
—–fin——
No comments yet.