Niñez, migrantes y habitantes de zonas controladas por cárteles, los desaparecidos de Chiapas
Cinco veces más desaparecidos en 2024
Las cifras se multiplicaron por cinco, con claras muestras de que, en la mayoría de los casos, detrás del incremento en la desaparición de personas en Chiapas está el crimen organzado y la trata de personas; esto indica el informe del Grupo de Trabajo Contra la Desaparición en Chiapas, conformada por organismos indepedientes y familiares de desaparecidos.
Cifras analizadas por el Grupo indican que en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) existe el reporte de 810 desapariciones en Chiapas entre 2018 y 2023. Esta dependencia indica que sólo en el primer semestre de 2024 sumaron 632 nuevas desapariciones.
Si bien estos datos no reflejan la magnitud del número real de desapariciones, sí permite ver que los casos se multiplicaron por cinco, y la cifra aumenta día a día, indica el análisis que presentó el Grupo de Trabajo.
Detalla que niñez y adolescencias están entre las principales víctimas; según datos oficiales recabados por el Grupo, entre ellos de las fichas de búsqueda de la Fiscalía de Chiapas, hubo 2 mil 350 casos de 2020 a junio de 2024
El 70 por ciento de las desapariciones de este sector son mujeres adolescentes que desaparecieron en los municipios de Tuxtla Gutiérrez, Tapachula y San Cristóbal de las Casas; principalmente en este último municipio impactado por pandillas ligadas a grupos criminales.
En el caso de la población migrante en tránsito por esta entidad, actualmente cifras oficiales tienen registradas 1 mil 653 desapariciones de personas originarias de Chiapas, Guatemala, El Salvador y Honduras.
Destacan, señala el informe del Grupo de Trabajo, las desapariciones que se registran en las zonas de Chiapas donde cárteles de la droga se disputan el territorio.
“Está el fenómeno actual de la violencia de los grupos del crimen organizado y el alarmante incremento en las cifras de desaparición en las regiones donde estos grupos tienen presencia”, explicó Mario Ortega, del Grupo de Trabajo.
“Vemos con preocupación que hay un aumento potencial de desapariciones, muy rápido en un periodo muy corto (…) es lo que está pasando en la región fronteriza y sierra donde está esta disputa del crimen organizado, donde muchas personas, muchas de ellas civiles, están desaparecidas. Hay un riesgo muy, muy alto, al transitar por esa región”, explicó.
Detalló que las cifras oficiales de desapariciones en esta región están por debajo de lo que sucede en la realidad, entre otras razones porque la gente no tiene confianza para denunciar, ya que no se da garantías a la familia que en muchos casos son amenazas por los mismo grupos criminales, o se les niega la recepción de la denuncia bajo distintos argumentos.
En todos estos casos hay omisión por parte del Estado, y falta de mecanismo eficientes para la búsqueda, denunciaron. Por ello, en el marco del Día Internacional de las Víctimas de desapariciones Forzadas, demandaron al Estado mexicano reconocer de manera oficial y urgente la gravedad de la desaparición, fortalecer los registros de personas desaparecidas, y crear la unidad de investigación y análisis de contexto en la Fiscalía contra la Desaparición de Chiapas para desarrollar estrategias efectivas de investigación, búsqueda, localización y prevención.
También, ante el impacto en la niñez, exigieron la creación de protocolos de búsqueda especiales para este sector, e incluir el tema de la desaparición de personas en los contenidos escolares para fomentar el diálogo y visibilizar la problemática.
El Grupo de Trabajo -que integran el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), el Comité Familias Unidas de Chiapas Buscando a Nuestros Migrantes Desaparecidos «Junax Ko’ntantik», la organización Melel Xojobal, Servicios y Asesoría para la Paz (SERAPAZ) y Voces Mesoamericanas, Acción con Pueblos Migrantes-, explicaron que la desaparición de personas afecta a toda la población de manera directa o indirecta.
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