Los disparos hacen vibrar sus techos de lámina, como si la tierra temblará: desplazadas de La Esperanza, Pantelhó

Desplazados/as de La Esperanza, Chenalhó, Chiapas; escapan de grupos armados. Foto: Isabel Mateos

La violencia armada ejercida entre grupos armados en Los Altos de Chiapas ha incrementado. En los últimos meses, los pobladores de las regiones aledañas a la frontera de los municipios de Chenalhó y Pantelhó se han visto afectadas seriamente, ya que los disparos entre estos grupos incrementan con el paso de los días.

Desde el pasado domingo 180 familias de la colonia La Esperanza abandonaron sus hogares. Las mujeres comentan que los disparos hacen vibrar sus techos de lámina, como si la tierra temblará, escuchan las detonaciones tan fuertes que a ellas les parecen bombas. Por eso, huyeron de su pueblo.

Dentro de una tienda, donde se anotaban en una lista las decenas de familias para tener un registro de cuantas personas abandonan sus tierras, una mujer sostenía a uno de sus hijos en su regazo mientras narraba cómo las detonaciones se escuchaban a la distancia, salió corriendo con sus hijos a la montaña y se resguardo ahí entre los árboles, esperando que ninguno de los grupos los pudiese ubicar. Otra mujer parada a su lado respondió que ella se escondió con su familia en una zanja entre material de construcción cerca de su casa.

Las personas que huyen no saben con precisión quien se enfrenta contra quien, tampoco entienden los porqués, tienen claro que de esta forma no puede vivir tranquilos, han exigido al gobierno federal, estatal y municipal, ponga atención a lo que pasa en estos municipios, ya que han abandonado sus parcelas, sus casas, sus cultivos, sus animales, que son parte fundamental de su alimentación. Y las consecuencias son grandes. Por haber abandonado su lugar de origen, han perdido el sustento para sus familias.

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Ya no estamos tranquilos en nuestra casa, queremos paz, ya no tenemos nada que comer, necesitamos que nos apoyen al menos con frijol y maíz, aquí, ya no tenemos nada que comer.

Testimonio, mujer tsotsil de 68 años.

 

Durante la noche los disparos son más frecuentes, pero aun de día, hombres encapuchados con vestimenta camuflada y calaveras en las telas que cubren sus rostros, se enfrentan cada vez más cercanas a los hogares de cientos de familias que abandonan la escuela y el trabajo en el campo, esto ha generado un terror colectivo entre los pobladores y ahora los ha orillado al desplazamiento forzado. Poniendo a estos grupos al control del territorio.

Un destacamento de al menos 100 elementos del Ejército Mexicano se encuentra en la cabecera municipal de Pantelhó, diferentes corporaciones de seguridad federales y estatales han realizado operativos en la región, pero los pobladores dicen que no es suficientemente seguro para que se queden en sus hogares.

Durante las últimas semanas elementos de Protección Civil han hecho incursiones en la región de Tzanenbolom y resguardaron de acuerdo a un reporte oficial a 100 personas quienes se refugiaron en San Cristóbal de las Casas y después en la cabecera municipal de Chenalhó.

El día de hoy acudieron al lugar donde se reunieron las más recientes familias desplazadas, al pie de carretera entre la colonia Esperanza y la comunidad de Acteal, carretera que conecta los municipios de Chenlahó y Pantelhó, los representantes de Protección Civil y el Instituto Mexicano del Seguro Social que acudieron al lugar, recibieron una lista de 117 familias con todos los nombres y edades, y estos ofrecieron a llevarles comida a la Cabecera municipal de Chenalhó.

Pero ellos debían con sus medios, sea a pie o en coche, trasladarse. Sin otra alternativa, algunas familias aceptaron y recorrieron 30 kilómetros hasta llegar a la cabecera municipal.

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