“Déjenos vivir en paz”, piden pobladores de la sierra de Chiapas afectados por crimen organizado
Entre la población de la sierra y el resto de las regiones de Chiapas impactadas por la violencia derivada de la disputa entre grupos del crimen organizado, es difícil creer que en algún momento la vida va a ser como la conocían hace pocos años. Ahora buscan, con más esperanza que certeza, alguna salida que no signifique el desplazamiento forzado o perder la vida.
Durante la jornada electoral del 25 de agosto, en Chicomuselo, un grupo de habitantes de varios municipios de la zona -Frontera Comalapa. La Grandeza, Amatenango, Bellavista, entre otros- participaron en colocar retenes alrededor de las zonas donde se llevó a cabo la votación.
Argumentaron que lo hacían sin presión de ningún grupo, y aún cuando es difícil creer esto, lo cierto es su mensaje en torno al anhelo de querer vivir en paz, seguir teniendo su antigua forma de vida.
Dicen que “el que quiera hacer lo que quiera, como quiera, esa es su vida de ellos”, pero que terminen la violencia en su contra.
Manifestaron que han perdido la fé en las instituciones, que les duele la negativa de los gobiernos a reconocer la violencia que están viviendo y tomar medidas para que cambie.
Se aferran a la posibilidad de que cambie su situación con el cambio de gobernantes porque -dice- no quieren llegar hasta el punto de tener que formar grupos de autodefensa.
Hay una especie de resignación en sus palabras, quizá la certeza de que las “fuerzas irregulares”, como llama a los grupos del crimen organizado, se van afianzando en la zona, al amparo de grupos políticos y de las instituciones de gobierno.
Esas son sus palabras.
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