Tres años de narcoviolencia en Chiapas, la situación se agudiza

Desplazados huyendo de la narcoviolencia en enero del 2024

No podía correr, sus piernas apenas le respondían a su exigencia, en el fuego cruzado de dos grupos del crimen organizado, don Silvestre Méndez de 74 años cayó abatido a tiros en el crucero de La Zacualpa, cuando ya se replegaban hacia Siltepec. Esto el sábado 20, el pasado fin de semana.

 

Cientos de campesinos de Siltepec habían sido obligados por un grupo del crimen organizado para realizar un bloqueo carretero, so pena de pagar cinco mil pesos de multa sino acudían al llamado. Don Silvestre Méndez, de la tercera edad, no quería que fuera alguno de sus hijos, fue él como representante de su familia.

 

En la nueva estrategia de guerra en Chiapas, grupos del crimen organizado usan a poblaciones civiles enteras como carnada o señuelo para contener a sus adversarios o el avance de las fuerzas armadas.

La narcoviolencia es imparable. Foto: Archivo

Además de la larga lista de cientos de ejecuciones, desapariciones forzadas, miles de desplazados, cobro de piso, a la guerra por el control del territorio que libran dos grupos del crimen organizado desde julio del 2021, ahora se suma el reclutamiento forzado y el uso de la población civil para realizar bloqueos de caminos rurales y carreteras, donde en muchas ocasiones han quedado en el fuego cruzado.

 

La ejecución de Ramón Gilberto Rivera Beltrán, alias El Junior, el 7 de julio del 2021, cabeza hasta ese momento del Cártel de Sinaloa en Chiapas, desató una disputa y enfrentamientos por el control de Chiapas y la frontera sur mexicana, que este mes cumple tres años de narcoviolencia.

 

Los protagonistas de esta narcoguerra: Por un lado, el Cártel de Sinaloa (CDS) y por el otro el Cártel Chiapas y Guatemala (CCYG), quienes se hacen llamar así desde enero del 2024, reconociendo así, su alianza con cárteles de la droga de Huehuetenango, Guatemala.

 

Esta narcoviolencia empezó en la región fronteriza de La Trinitaria, Frontera Comalapa y Amatenango de la Frontera en el 2021, para luego extenderse poco a poco en el 2022 y todo el 2023, a los municipios de la región de la Sierra Madre de Chiapas de Bejucal de Ocampo, Mazapa de Madero, Motozintla, hasta llegar a Chicomuselo, Siltepec, El Porvenir, La Grandeza, Honduras de la Sierra, Bellavista.

Narcotraficantes se enfrentan durante más de 24 horas en municipios fronterizos de Chiapas con Guatemala.
Foto: Cortesía

En este 2024, el cáncer de la guerra d estos grupos se extendió hasta la región Frailesca y la región central del estado de Chiapas, La Concordia, Ángel Albino Corzo, Villa Corzo, Parral y hasta Ocozocoautla.

 

La región más impactada ha sido al Fronteriza y la región Sierra, donde grupos civiles armados imponen retenes, donde bajan a los ocupantes de vehículos particulares y pasajeros de transporte público, a quienes les revisan hasta los mensajes y contenidos del celular.

 

La vida nocturna murió en la mayoría de los municipios de la Sierra y la Frontera, se impuso el toque de queda. Después de las 19 horas, ya nadie sale a las calles y los negocios bajan sus cortinas. Las ráfagas de cuernos de chivo hacen eco en las montañas, en los cruceros, en los barrios y las colonias.

 

Caravanas de camionetas con hombres armados, vehículos monstruos -camionetas modificadas con blindaje de forma artesanal- con fusiles calibre 50 montados encima de ellos, se cruzan entre caminos y carreteras de esa región de la Frontera y Sierra. Es más, estas caravanas pasan frente al Cuartel del 101 Batallón de Infantería de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) construido e inaugurado en Chicomuselo en el 2018 por el General Salvador Cienfuegos.

Los cortes de suministros eléctricos, derribos de postes de telefonía y cortes de suministros de agua, han sido estrategias de guerra al que ambos bandos recurren para asfixiar o presionar pueblos y comunidades enteras donde se refugian grupos armados antagónicos. La suspensión de clases por largos periodos, el desabasto de gasolina, el cierre de bancos, tiendas y supermercados ya es común en los municipios de la Región Sierra y la Fronteriza.

 

En tres años de disputa por el control del territorio, ambos grupos del crimen organizado se han perpetrado ataques en los que civiles han pagado con sus vidas en el fuego cruzado, como le ocurrió a don Silvestre Méndez de Siltepec el pasado sábado.

 

Miles de hombres, mujeres, personas adultas mayores, niños y niñas, han tenido que abandonar sus casas, sus ranchos y huyen hacia otras regiones del estado, a otras partes del país y los que tienen mejor suerte se van a Estados Unidos.

Marchan miles en Siltepec
Foto: Cortesía

La más reciente estrategia de forzar a la población como carne de cañón o señuelo para atraer o identificar a las posiciones de los grupos adversarios, ha sido lo más devastador por ahora. La angustia y la desesperación que viven en el fuego cruzado los hombres que llegan a esos bloqueos han quedado plasmados en los pocos videos que han podido grabar con sus celulares algunos más osados, sabedores que si son descubiertos haciendo eso, “mínimo una tableada como castigo”.

 

El pasado fin de semana fue uno de los puntos más álgidos de la narcoviolencia, pues poblaciones de diversas comunidades y municipios, por ambos bandos, fueron presionados a realizar 26 bloqueos en diversos puntos de la región de la Sierra y la Frontera, que paralizó toda esa región donde se hayan unos 15 municipios del estado.

 

De los tres cuarteles militares que están en los alrededores de Frontera Comalapa, todos estuvieron a puertas cerradas ese sábado 20 de julio, en que se registraron enfrentamientos a pocos kilómetros de sus bases castrenses.

Enfrentamiento en Frontera Comalapa de julio de 201. Foto: Archivo

En La Zacualpa  y Piedra Labrada; colonias que los separa solo un río y a escasos kilómetros de Chicomuselo, donde también hay un cuartel militar hubieron enfrentamientos. En las comunidades El Escobilla y Sonora. En Nuevo Amatenango municipio de Amatenango de la Frontera, también.

Y aunque transitan los vehúculos los monstruos a plena luz del día, nadie toma o pública fotos porque es arriesgar la vida. En todos lados “los soldados de tenis” en camionetas todoterreno.

“Ya pasaron perifoniando que barrio le toca ir mañana. Van por barrio llevándose a todos los hombres. Hoy le tocó al barrio Belisario. Barrio grande y de los más antiguos de Frontera Comalapa. Así que van todos obligados. Quizás el Ejército se resguardó para hacer mucho ejercicio físico para pronto salir a enfrentar”, indicó un poblador.

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