En 10 años, Mesoamérica acumula 200 asesinatos hacia defensoras

Foto: IM-Defensoras

La Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras) presentó  una síntesis de los principales hallazgos del reporte «Datos que nos duelen, redes que nos salvan. 10+ años de agresiones contra defensoras de derechos humanos en la región (2013-2023), en la que 200 defensoras fueron asesinadas y otras 228 sobrevivieron a intentos de asesinatos.

Dicho informe visibiliza y analiza, desde una perspectiva feminista e interseccional, las violencias que enfrentan las defensoras de derechos humanos en El Salvador, Honduras, México y Nicaragua a partir de lo documentado por más de 10 años a través del sistema de Registro Mesoamericano de Agresiones a Defensoras

El documento se trata de un análisis histórico que pone de relieve la existencia de una violencia sistemática que intenta silenciar las voces y debilitar las luchas de las mujeres y las disidencias sexuales que trabajan por una Mesoamérica sin explotación ni desigualdades.

Datos

Entre 2012 y 2023, en la IM-Defensoras documentaron 35,077 agresiones contra 8,926 defensoras y 956 organizaciones. En el mismo período, 200 defensoras fueron asesinadas y otras 228 sobrevivieron a intentos de asesinato.

El 45% de los ataques son perpetrados por autoridades del Estado a través de de cuerpos policiales, autoridades de distinto nivel y fuerzas militares. No obstante, el informe da cuenta de cómo en la mayoría de estas agresiones los Estados actuan 0ara proteger los intereses de poderes fácticos, como empresas extractivas, crimen organizado o grupos fundamentalistas y anti-derechos, entre otros.

Lejos de tratarse de Estados fallidos los hallazgos de este informe demuestran que autoridades y poderes fácticos actúan de la mano para reprimir a quienes ponen en riesgo sus intereses y mantener un sistema de privilegios, acumulación por desposesión y depredación territorial, dijo.

En este periodo, las defensoras más agredidas fueron quienes trabajan el derecho a la verdad, la justicia y la reparación (23% de casos), es el caso de las madres buscadoras en México, las integrantes de la Asociación Madres de Abril en Nicaragua o  familiares de las niñas asesinadas en la masacre del Hogar Virgen de la Asunción en Guatemala, entre otras.

Les siguen las defensoras de la tierra y el territorio (15,6%), destacando Honduras, donde especialmente a partir del asesinato de Berta Cáceres en 2016 no han dejado de incrementarse los ataques contra las comunidades garífunas, lencas y campesinas que defienden sus territorios y cosmovisiones.

Quienes defienden el derecho a informar y a la libertad de expresión también aparecen como uno de los colectivos más atacados (14,1%), especialmente en los países donde se han consolidado gobiernos autoritarios, como Nicaragua y El Salvador, en los cuales se han implementado leyes que limitan y criminalizan estos derechos; o en contextos como el mexicano, donde poderosos oligopolios mediáticos conviven con la complicidad y alianza entre autoridades locales y el crimen organizado.

El informe concluyó con una serie de demandas para que las defensoras mesoamericanas puedan ejercer su derecho a defender derechos en mejores condiciones de seguridad y bienestar.

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