Honorio Cortés: migrar de mundo sin olvidar el náhuatl
*Esta nota fue realizada por Elefante Blanco, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.
A los 11 años, Honorio Cortés Castillo se alejó de su familia para trabajar en Tampico. A esa edad ya sabía lo principal, comer tortilla con chile, montar a caballo, hablar un poco de español. Tenía claro su origen indígena.
En poco más de 60 años, el niño Honorio creció y “rodó” por México. Primero se fue de aventón al Distrito Federal para trabajar en la capital del país. Al año decidió volver a Tampico, donde comía platos de arroz a cambio de atender una tienda.
Ya mayor de edad, el tercer hijo de Genoveva y Bernardino aprendió a vender enciclopedias y electrodomésticos; en esos trabajos se destacó a nivel regional, claro hablando español.
En el Día de la lengua materna, Honorio Cortés cuenta su convicción por el mundo indígena, la yoga y el veganismo, una triada que, afirma, lo salvó de la diabetes.
¿Qué idiomas se hablan en Tampico?
Este miércoles por la tarde en el IRBA, se presentará la charla “Tampiqueños y sus lenguas: ¿qué idiomas se hablan en la ciudad?”, organizada por la Secretaría de Cultura de Tampico
En el diálogo participarán Honorio Cortés, Clarissa Tomas Neri, Benjamín Lanlo, Dmitrii Glotov y Rodrigo Vogel, hablantes de náhuatl, tének, francés, ruso y tampiqueño, respectivamente.
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