30 años y contando. La guerra contra el olvido
El viejo Marcos, subcomandante y ahora capitán segundo (sic), del EZLN, critica a los que supone “zapatólogos”. Desde 1994 aparecieron chiapanecólogos, que, incluso, daban conferencias en Europa, siendo sus referencias; unos, llamar a los líderes de organizaciones, o algún oenegenero que le diera la información del día; otros, llegando a Chiapas unos días, o algunas semanas, escribían ensayos o libros. Tanto ensayo y entrevista que alababa al zapatismo del EZLN nunca fue criticado, y lo que se escribía, crítico en particular era echado a la basura (el de Tello, más policíaco que ensayo), pero bueno, es parte de la falta de una cultura autocrítica.
Digo esto como advertencia porque mis casi 41 años no me hacen experto en nada, solo, y siendo algo presuntuoso, como un torpe observador de una realidad que desde que llegué a la región Altos, me ha parecido mucho más que injusta y con lo poco o nada he tratado de acompañarle desde la salud.
Pues bien, ahora que han pasado 30 años, y ante la aparición pública del EZLN a fines de diciembre de 1993, y con más fuerza los primeros días del año de 1994, quiero reflexionar sobre lo acontecido un poco tiempo previo a lo que conocemos, y lo que ha sucedido casi 30 años.
En los años ochenta, del siglo pasado el actor social por sus acciones fue el movimiento campesino e indígena, no solo inspirado en el conocido Congreso Indígena de 1974, o por el papel de la Diócesis de San Cristóbal, o por la lucha del magisterio, o la acción política de organizaciones entre la semi y la clandestinidad; y claro lo que venía siendo el trabajo de las Fuerzas de Liberación Nacional y el EZLN, ejército que tardó en constituirse más de 10 años previos al 17 de noviembre de 1983.
Dejar de lado la importancia de las comunidades y lo que Harvey llama encuentros, es borrar de tajo, no en sí la historia, sino el esfuerzo de militantes y colaboradores para llegar a implantarse en la selva y en otras regiones de Chiapas. Lo que hay que poner en este párrafo, ni los militantes lo hicieron todo, solo por la mística rebelde, ni los pueblos encontraron su conciencia por accidente o la presencia del EZLN. La vida de las cañadas la trataron de entender haciendo. Desde el primer núcleo que solo logró, a partir de 1972, un simpatizante colaborador de las FLN, pasando por los dos años en donde otro núcleo, liderado por “Alfredo”, buscó el conocer el terreno y cimentar una nueva mística revolucionaria. Su muerte accidental, puso de nueva cuenta, aprender de lo vivido, y entonces para entender al EZLN se tiene que entender que las FLN con mando colectivo, con estatutos y mejor organizados, prepararon personas, muy jóvenes, y otras no tanto, para que, al establecerse en la región, los encuentros a los que se refiere Harvey tuvieran efecto. Es decir, desde la preparación “marxista”; pasando por la liberacionista (si hay un grupo tan cercano a lo religioso, es el EZLN), pero el proceso organizativo en Chiapas vino de las propias regiones en donde convergieron ideas, realidades, sucesos.
En la región norte tsotsil, la CIOAC digamos marxista; en la selva la Unión de Uniones cuya vértebra fue la Kiptik, que a su ves aprendió del Ach Lecubtesel de los catequistas maristas, y hacia fines de los años setenta, la OCEZ, su lucha por la tierra fue cara a cara con el Estado. Y ahí también religiosas y religiosos, combinados con el activismo y la militancia maoísta, pensaron en todo, incluyendo la vía armada.
Entonces, cuando las FLN llegan de nueva cuenta a Chiapas, no de forma fortuita pues no desconocían el terreno ni la situación y por ser la región de origen de su lucha, el llegar de nuevo a las cañadas, establecer ya una relación con el norte de Chiapas, y este a la vez, con regiones de la selva, es que podemos entender el nacimiento del EZLN a causa de múltiples factores, siendo uno muy importante las relaciones de familias que emigraron a la selva desde el norte, pero luchando y transformando la tierra.
No es una falta de respeto el que se diga que la historia de Chiapas no inicia en 1994, tampoco que muchos hechos sean vistos como si solo el EZLN hubiera sido la única fuerza. Es una mentira, como mentira es no reconocer el papel que tuvieron en la lucha a partir de que se creara la ANCIEZ hacia 1989 y 1990. La ANCIEZ y su liderazgo le dieron otra cara al movimiento campesino, no solo el rostro indígena, su crecimiento vertiginoso, las movilizaciones con identidad de lucha (en 1992, marcharon en gran número y vestidos en calidad de guerra: arcos y flechas, pintados de la cara, usando taparrabos).
En 1993, existía un frente de organizaciones, frente que nutrió de bases para el levantamiento, como la ORCAO, o de organizaciones pequeñas de Chenalhó, de Las Margaritas. Además de que ya era un rumor muy grande, que la muerte de dos militares “perdidos” (sic), en las montañas del sur de San Cristóbal, cuyos restos todavía son un enigma. Un anillo en una tierra fracturada y que eran más bien cenizas, es el inicio de la guerra, pues además en mayo se enfrentan por el posterior descubrimiento del campamento de Las Calabazas bajo el aparente resguardo del subcomandante Daniel, que posterior a esos hechos es enviado a otro frente de guerra, el paracentral, desapareciendo y siendo el que traicionaría a la organización y que, por ello en 1995, Zedillo intenta capturar la llamada dirigencia del EZLN.
1994 es sin duda el año de la guerra posmoderna, como le han dado en llamar, una guerra de 10 o 12 días, en realidad un poco más, y que después entra en un período de conversaciones en febrero-marzo de 1994, abril de 1995, abril de 1995 a septiembre de 1996, y en 2001, reconociendo a un interlocutor en la persona de Fernando Yáñez, el comandante Germán, el que pudo fundar el EZLN, el que formó al capitán, y subcomandante Marcos, que juntos lideraron el Partido Fuerzas de Liberación Nacional; el primero como secretario general y primer comandante del EZLN, y el segundo como secretario militar y jefe del EZLN.
De Germán hay que decir que es el único sobreviviente de la fundación, en 1969, de las FLN. Fue su segundo responsable a la muerte de la primera generación de rebeldes que desaparecieron entre 1974-1975, quedando Alfredo como el primer responsable, y que a su muerte en 1977, Germán asume la responsabilidad de ser el primero en la jerarquía; y es el que amplía el nivel de mandos con un Buro Político, una Dirección Nacional, y quienes se dan a la tarea de formar el EZLN, que como sabemos tiene como fecha fundacional el 17 de noviembre de 1983.
El EZLN cumple el mandato del Congreso fundacional del PFLN, en enero de 1993. El Congreso se convierte entonces en el declarante de la guerra al Estado mexicano, tenemos un vídeo que se ha publicado desde el año pasado, y su respectiva cita en el libro IV, Casa de todas y todas Dignificar la historia, Toma de los pueblos, pero es a partir de 1994, que el EZLN reedita la narrativa histórica de sus sucesos fundacionales, y Marcos, el secretario militar asume no solo la vocería del movimiento (aunque en el documento conocido ¿de qué nos van a perdonar? Habla de un Departamento de Prensa y Propaganda), sino que además, cambia la dirección política: ahora ya no es el Congreso del PFLN, ni la Dirección Nacional del mismo, sino que los Responsables de zona, ahora los constituye en un Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CCRI). Y borra de tajo la historia previa, que efectivamente, el PFLN decide quedarse, esperando, por si el plan de llegar a tres marías (sic), no iba por buen camino, y se requería tomar acciones al respecto por parte de la Dirección Política del PFLN.
Hay muchas preguntas, pocas o ninguna respuesta, lo que es real es que el EZLN retoma aspectos sociopolíticos de la coyuntura, como la señora sociedad civil, la palabra, lo inútil del soldado o del combatiente, la palabra desde la cultura indígena, usando personas que pueden ser cualquiera, o imaginaciones como un escarabajo o la auto muerte del mismo subcomandante, renacido en él mismo, pero con otro nombre (Galeano).
Marcos se convierte en el pensamiento maya indígena, laureado por críticos de la antropología como el querido y nunca olvidado Andrés. Y por gente intelectual del mundo.
El EZLN no es, a pesar de su origen y la lectura de Marcos un grupo que no lucha por el poder, ni por el socialismo y nada tiene que ver con la izquierda marxista y sus escuelas, El EZLN tiene un pensamiento propio, suyo, que es mejor que cualquier pensamiento, porque es de por sí el de los pasados, los que vieron lo que hoy vivimos, que por una tiza señala el color de los pasamontañas, o predice el futuro del EZLN siempre venciendo.
Nadie como el EZLN proponiendo frentes, movilizaciones, encuentros, intercambios, fundar Congresos, así como campañas, y además proponiendo campañas electorales como la otra, y como la de “Marichuy”.
Nadie podrá decirle que el EZLN ha intentado de todo, de cada silencio surge un algo nuevo, como el barco a Europa y su invasión indígena del EZLN y el Congreso Indígena.
Han producido decenas de documentales, ensayos, libros, tesis, aunque sea solo sea una entrevista, como Ivon Lebot, el mismo Oppenheimer, Vázquez Montalbán.
Los primeros años fueron de gran movilización de la señora sociedad civil y animaron muchas formas de participación ciudadana como las Caravanas, colectivos, la creación de murales, y de música, así como un sinfín de manifestaciones culturales. Sin embargo, el tiempo ha hecho que la simpatía se vaya diluyendo, y decisiones internas, autoritarias, descalificando a diestra y siniestra.
Al nivel de las comunidades la erosión social es inocultable, la periferia en el zapatismo es la periferia del sistema-mundo.
Comunidades divididas y muy pobres, en algunas se les ha quitado la tierra y expulsado por leer su historia (sic), y cortado el agua y dejar de hacer un camino por aquello de ser o no ser zapatista. Siendo el zapatismo una opción, no una consigna. En lo particular cuando quise presentar los cuadernos editados por la Casa de todas y todos: dignificar la historia (el tomo II), no solo se negaron a distribuirlo, sino que ya no me dejaron dar una plática sobre el movimiento campesino en Chiapas: “es que nos pueden vetar”; “es que puedes hablar sobre las FLN”, “pues mi plática no es ese tema, pero si sale, no puedo mencionar lo que es”; “pues lo sentimos, no queremos tener problemas con los compas”.
No me voy a referir a los vetos absurdos, como una lógica más estalinista que de compañeros. El chisme generado desde los círculos o pretendidos teléfonos “rojos”; así como los “nadie”, ejército de entusiastas jóvenes que eran producto de los subalternos del subcomandante, y digo producto, pues las formas y maneras en las que se referían a los jóvenes aprendices de la “clandestinidad”, dejan mucho que desear desde la ética política (no me voy a referir a las groseras e irrespetuosas maneras, no valen la pena).
El EZLN es dos formas. Una la construida en el imaginario del líder, y la otra, la realmente existente que casi o nunca conocía de los comunicados, o de la forma de pensar que, a partir de 1994, se fue haciendo desde la dirección militar del EZLN, los famosos mandos, el poder real de la organización en las comunidades.
El EZLN la ha aportado muchas cosas al mundo, la lucha que ha emprendido, no tiene porqué regatearse, pero mirarse en esta nueva etapa, sobre todo desde arriba, pues creo, el sostén han sido las valientes comunidades y pueblos, no solo en esta etapa de nueva o reestructuración, sino de que sean esas bases las que emprendan, sin traductor, sin líder que no es líder, sin vanguardia que no lo es, las que vuelvan a la carga y seamos más compañeroas, como lo dicen ahora, y que el nuevo ciclo del EZLN y de los procesos en Chiapas para erradicar la pobreza, la exclusión y la desigualdad y el narcotráfico, pues como siempre he pensado, desde Chiapas se construirá el nuevo país que sí merecemos.
ggonzalez@ecosur.mx
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