En Chiapas, las detenciones a personas en movilidad casi se duplicaron en un año

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Foto: Darinel Zacarías

En la novena edición del informe de la Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes (Redodem), que abarca el periodo 2021-2022, saltó a la vista la casi duplicación de detenciones de personas en movilidad migratoria en dicho periodo, ya que se pasó de 76 mil en el primer año a 132 mil al segundo

De acuerdo con las cifras “oficiales” proporcionadas en los boletines estadísticos de la Unidad de Política Migratoria Registro e Identidad de Personas de la Secretaría de Gobernación, a partir de lo registrado por el INM, 2021 y 2022 son años récord en cuanto al número de “eventos” de detención de personas migrantes o extranjeras en situación irregular en México.

Durante los últimos diez años no se habían observado registros tan altos a nivel nacional: en 2021 rebasando los 300 mil eventos y en los primeros 11 meses de 2022 casi llegando a los 400 mil eventos.

De forma específica, Chiapas, Tabasco y luego Veracruz son los principales en la Región Sur (y a nivel nacional) donde se registran detenciones de personas migrantes. En el caso chiapaneco, las detenciones casi se duplicaron, pasando de 76 mil en 2021 a más de 132 mil en 2022.

En este mismo, sentido, la REDODEM también señaló los principales resultados para las cinco variables que describen el tipo de agresiones vividas, la modalidad y cómo fueron experimentadas, los agentes agresores identificados y detalles sobre los mismos, así como el país específico donde se experimentó la agresión.

Entre ellos, las principales agresiones vividas para continuar con el viaje, es decir, aquellas con más de 100 registros. Las cinco principales fueron: robo de pertenencias 72%; extorsiones económicas o exigencia de dinero para continuar el viaje 11%; agresiones que lastimaron físicamente a las personas 7%; privación de la libertad 6% y agresiones o insultos verbales 3%.

Otras agresiones vividas con menos registros, algunas igualmente problemáticas o incluso más graves fueron: la negación de acceso a un lugar (34 registros), el obligar a alguien a tocar a otra persona (12 registros), la detención arbitraria por parte de una autoridad (11 registros), presenciar asesinatos y muertes (10 registros) y alguna otra actividad forzada no especificada (2 registros).

Según estos registros, bajo la variable denominada “modalidad de vivencia”, el 92% de las personas dijeron haber sufrido estas agresiones, un 4% nada más las presenció, y un 3% las sufrió y presenció.

Los principales agentes agresores identificados fueron “particulares” 56% y “agentes del Estado” 21%, aunque casi una cuarta parte no fue reconocida con exactitud 23%.

En el detalle de los agentes agresores se identificó a la delincuencia organizada en una tercera parte de los registros 33%, seguidos por “pandillas” 15%, personas actuando aparentemente por cuenta propia.