Indígenas de la Lacandona marchan para denunciar el acoso del crimen organizado
Cárteles de la droga responden con nuevas amenazas
Desde 2020, grupos del crimen organizado incrementaron su presencia en las comunidades de la Selva Lacandona, sometiendo a pobladores y ganando presencia en la zona. El pasado jueves, por primera vez de manera pública, habitantes de la comunidad Nueva Palestina, la más grande de la región, y en Frontera Corozal, colindante con Guatemala, marcharon para protestar por su presencia y pedir nuevamente al gobierno federal su intervención.
Ese mismo día, en el llamado Crucero San Javier, cercano a Palestina, una de las puertas de entrada a la Lacandona, grupos de personas armadas se apostaron y advirtieron que asesinarían a quienes consideran han promovido las protestas. Un grupo de cuatro familias pidieron apoyo para salir de la zona.
“Fuera cártel de la Zona Lacandona”, “Intervención de los tres niveles del gobierno”, “Paz y tranquilidad en nuestro pueblo”, “No más extorsión en la comunidad”, “No más polleros en Nueva Palestina”, fueron las pancartas que llevaron indígenas de las etnias tseltal, lacandón, tojolabal y tsotsil, todos habitantes de Nueva Palestina, durante la manifestación del pasado jueves.
Entrevistados vía telefónica, explicaron que desde hace varias décadas la región ha servido de paso de droga y migrantes que son transportados la mayoría de las veces por traficantes.
“No se habían metido con la población de la región, nosotros los veíamos pasar y si las autoridades no los detenían, nosotros no nos metemos en esos asuntos. Pero la situación cambió, y desde el año 2020 empezaron a meter droga entre los habitantes de los poblados, están obligando a jóvenes de acá a servirles, han matado a personas para ocupar sus pistas, sus terrenos”, detalló uno de los indígenas que pidió no se diera a conocer su nombre.
Explicó que ahora la presencia de esos grupos se ha vuelto más directa, “transitan con armas por las carreteras, se meten a los poblados, amenazan a las autoridades ejidales. Ahora nos están extorsionando, nos están pidiendo dinero, terrenos, carros. Hay personas que han desaparecido, que han muerto, hemos hecho denuncias a través de nuestras autoridades ejidales y comunales; nuestras autoridades han metido denuncias, han pedido ayuda al gobierno, pero todo se ha puesto peor, ¿qué quieren, que nos armemos para sacarlos?”, cuestionó el poblador.
En la marcha para nuevamente pedir el auxilio de las autoridades, participaron mujeres, niños, niñas, ancianos, adultos, unas 2 mil personas que recorrieron las calles de Nueva palestina portando pancartas.
Horas después de la marcha, contactaron a organizaciones defensoras de derechos humanos para pedir ayuda. Explicaron que integrantes de los cárteles amenazaron a cuatro familias. Las acusaron de promover las manifestaciones en su contra. Los centros humanitarios pidieron al gobierno su intervención para sacar a las personas amenazadas y ponerlas en un lugar seguro.
Sin embargo, hombres armados se colocaron en la zona que se conoce como Crucero San Javier, e incrementaron su presencia en la región. Pobladores reportaron que en camionetas, armados, están recorriendo los caminos de la región.
Los indígenas exigieron que los uniformados de la Guardia Nacional y de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), quienes también tienen presencia en la zona Lacandona, intervengan y les den protección.
La zona Lacandona colinda con Guatemala. Autoridades ejidales y comunales de la zona han denunciado desde hace más de un año la situación que están viviendo, han llegado a la capital del estado para intentar hablar con el gobernador Rutilio Escandón, han interpuesto oficios ante la SEDENA y otras autoridades.
Esto no ha detenido la presencia del crimen organizado en la zona, el despojo de sus tierras y las amenazas, desapariciones y asesinato de pobladores.
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