Chiapas, una de las entidades con mayor número de niñas madres

Niñez interrumpida. Matrimonio infantil y adolescente en México. Cortesía: CONAPO

*En México los patrones culturales de matrimonio infantil se refieren a uniones arregladas y forzadas, se trata de fenómenos complejos relacionados con pautas ancestrales muy arraigadas en la historia y tradiciones.

*Además, hay casos de violación y venta de niñas, pautas que son más frecuentes en condiciones de pobreza extrema.


El Consejo Nacional de Población (CONAPO) dio a conocer la publicación “Niñez interrumpida. Matrimonio infantil y adolescente en México”, este tiene el propósito de contribuir hacia un cambio cultural que termine con las prácticas que violentan los derechos de niñas y adolescentes.

Así pues, miles de niñas en México ven interrumpida su infancia y adolescencia, con ello, su pleno desarrollo, al ser obligadas a casarse como resultado de costumbres arraigadas en diversas comunidades mexicanas, así como por el embarazo infantil y adolescente no planeado, resultado en muchas ocasiones de violación sexual, que lleva a niñas y adolescentes a emparejarse a temprana edad.

Si bien el matrimonio civil es ilegal en México antes de los 18 años, el matrimonio cultural es una práctica frecuente en menores de edad. En algunas comunidades indígenas, continúa practicándose el dar a las hijas en matrimonio a partir del arreglo entre los padres a cambio de una dote, en muchos casos validado por las autoridades comunitarias.

“Inocencias robadas” de Scarlett Martínez Hernández, 15 años, Guanajuato 2022.

Se estima que el tres por ciento de las mujeres entre 20 y 24 años en zonas urbanas, establecieron una unión antes de cumplir los 15 años. Proporción que se eleva al seis por ciento en áreas rurales, y que alcanza al ocho por ciento de las personas hablantes en regiones donde predomina una lengua indígena-

Esta situación alienta los embarazos infantiles y adolescentes. En el país, nacen cada día en promedio mil bebés de niñas adolescentes menores de 19 años.

En 2022, nacieron 9 mil 185 bebés de niñas madres menores de 15 años; 98 por ciento de las cuales tenían entre 13 y 14 años. Los estados que registran el mayor número de casos son: Chiapas, Coahuila, Guerrero y Veracruz.

Uniones étnicas y fecundidad forzada

“Escena de una Unión Forzada” de Carolina Padilla de la Cruz, 17 años, Tamaulipas 2022.

En pleno siglo XXI, la quinta parte de las mujeres mexicanas se unen y viven en pareja antes de cumplir 18 años, siendo niñas o adolescentes. En los estados de Guerrero, Tabasco, Chiapas y Michoacán, es una tercera de parte de ellas.

Las uniones y la maternidad infantil son fenómenos en los que están involucrados diversos factores estructurales de tipo económico, de carácter social y cultural.

El corto horizonte educativo, la falta de acceso a la educación media superior y la ausencia de servicios de salud sexual y reproductiva y de métodos anticonceptivos en las comunidades, han sido determinantes para que las mujeres se unan y tengan hijos e hijas al terminar la secundaria y a veces antes.

Además, numerosos estudios etnográficos documentan que en México la permanencia de uniones consensuadas en edades tempranas ocurre al margen de los matrimonios religiosos y civiles, algunos autores les llaman matrimonios étnicos, prácticas culturales que se resisten a la cultura occidental.

Reforma

“¿Y Ella?” de Luis Ángel González Cadena, 17 años, Hidalgo 2022.

El Pleno del Senado de la República aprobó un proyecto de decreto que reforma el Código Penal Federal, a fin de establecer un tipo penal autónomo que sancione a quienes obliguen a menores de edad a convivir con otra persona en forma constante y equiparable al matrimonio.

Comete el delito de cohabitación forzada de menores de 18 años o de personas que no tienen la capacidad para comprender el significado del hecho, quien obligue, coaccione, induzca, solicite, gestione u oferte a una o varias de estas personas a unirse informal o consuetudinariamente, con o sin su consentimiento, con alguien de su misma condición o con una persona mayor de 18 años, con el fin de convivir en forma constante y equiparable a la de un matrimonio.

Al responsable de este delito se le impondrá una pena de ocho a quince años de prisión. En caso de que la víctima pertenezca a algún pueblo o comunidad indígena o afromexicana, la pena aumentará hasta en una mitad.

Prohibido

“Inocencia perdida” de Roberto Daniel Espinosa Garza, 21 años, Jalisco 2022.

La prohibición del matrimonio infantil antes de los 18 años constituye un avance en la protección de los derechos de las niñas, niños y adolescentes en el país, ya que contribuye a la realización de su derecho a vivir libres de violencia física, sexual y económica, a la protección a la salud, a vivir en condiciones de bienestar, y a la igualdad sustantiva, propiciando su desarrollo integral.

En la actualidad, las 32 entidades federativas han armonizado su legislación para prohibir el matrimonio infantil, por lo que la aprobación de las reformas al Código Civil Federal es un avance destacable del Estado mexicano para la protección de los derechos humanos de las personas menores de edad.

“Una de las entidades con mayor volumen de madres niñas”

“Sueños Rotos” de Danna Yaretzi Guzmán García, 10 años, Guerrero 2022.

Chiapas es una de las entidades con mayor volumen de nacimientos de madres niñas de 10 a 14 años, registrándose 826 en el 2021.

El estado ocupa el segundo lugar en grado de marginación: 13.7 por ciento de la población es analfabeta, solo 48 por ciento cuenta con educación básica, 56 por ciento de la población de 10 a 14 años reside en zonas rurales, 31 por ciento de adolescentes habla alguna lengua indígena y el 1 por ciento se considera afrodescendiente.

La desigualdad de los niveles de fecundidad en el estado es enorme, mientras en el municipio de Mitontic la tasa de fecundidad de adolescentes de 15 a 19 años es de 332 nacimientos por cada mil adolescentes y en San Andrés Duraznal es de 215 por mil, en el municipio La Libertad y Sunuapa la tasa es de 15 y de 25 nacimientos por cada mil adolescentes.

La razón de fecundidad forzada en niñas de 10 a 14 años descendió de 3 nacimientos por cada mil niñas en 2015, a 2.8 nacimientos en 2022.

Esperanza, una adolescente indígena de 17 años, originaria de la localidad Chilimjoveltic de San Juan Chamula. Tiene el tsotsil como lengua materna y el castellano como segunda lengua.

Cuando la adolescente cursaba el quinto año de primaria su padre le dio la orden de abandonar la escuela, ya que pronto cumpliría 12 años y debía ser dada en matrimonio. Ante dicha imposición dice haber sentido miedo y enojo, ella quería ser enfermera, deseaba seguir estudiando la secundaria, pero la decisión ya estaba tomada.

En ese tiempo lo que menos me gustó fue que mi papá me buscó un marido. Yo no quería casarme y estar como mi hermana, que le pega y le grita el hombre, los maridos pegan y gritan y son borrachos, compartió Esperanza.

A los 13 años decidió migrar hacia San Cristóbal de Las Casas en busca de empleo, también tratando de evadir el matrimonio y la violencia familiar que experimentaba en su hogar.

Esperanza lo logró, tomó una decisión, la ejecutó y cambió el curso de vida que su familia tenía pensado para ella. Una vez en la ciudad enfrentó diversas circunstancias relacionadas con la informalidad laboral, la presencia de violencia vinculada a su género en el espacio público y la discriminación y maltrato que recibía de su empleadora, lo que la empujo a volver a su comunidad.

Ahora trabaja en la ciudad de San Cristóbal cuidando a una bebé de un año. Decidió no volver más con su esposo. No sabe qué va a pasar en el futuro, pero tiene claro que no quiere volver a depender de manera económica de su papá ni de su esposo.

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