Tras fin del Título 42, ACNUR y OIM expresaron su preocupación por nuevas restricciones
*Andrés Manuel López Obrador informó el envío de más elementos de la Guardia Nacional (GN) hacia la frontera sur, esto tras el fin del Título 42 en Estados Unidos. Aunque no especificó la cantidad de elementos que llegarían, sí detalló que su función será para: el control del paso de la gente si usar la violencia y además evitar provocaciones.
La ley Título 42 que surgió durante la pandemia de Covid-19 para rechazar a solicitantes de asilo llegó a su fin este 11 de mayo a las 23:59 horas.
El fin de este apartado se da en el marco de la conclusión el gobierno de Joe Biden, que enfrentó una ola de migrantes desde México, Latinoamérica, y países de otros continentes que intentaron aplicar a esta orden antes de concluir, a pesar de que con esta política no significa que la frontera está abierta.
Al respecto, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) instaron a adoptar un enfoque colaborativo para una mejor respuesta a los movimientos mixtos de refugiados y migrantes en las Américas.
Pues, ven con aprobación las iniciativas positivas para ampliar el reasentamiento y otras vías de acceso regulares en la región. Sin embargo, expresan su preocupación por las nuevas restricciones que afectan el acceso al asilo tras el levantamiento de la orden de salud pública del Título 42 por parte de Estados Unidos.
Aunque, indicaron que el número de personas que se acercan a la frontera estadounidense ha aumentado en los últimos años: la mayoría de las personas en situación de movilidad humana en las Américas sigue siendo acogida por países de América Latina.
Ningún país puede resolver de forma aislada los retos que suponen los movimientos de refugiados y migrantes. Sólo se pueden lograr avances efectivos realizado esfuerzos conjuntos para abordar las causas del desplazamiento y de la migración irregular, dijo ACNUR y OIM.
Lo anterior, apoyando a las comunidades que acogen a la mayoría de las personas desplazadas, brindando acceso a procedimientos de asilo justos y eficientes y a otros mecanismos de estancia legal, y facilitando el acceso a vías seguras y regulares como alternativas a viajes peligrosos.
Una respuesta más eficaz demanda un esfuerzo de colaboración por parte de los Estados y otras partes interesadas para ampliar el acceso a la protección y al asilo y las vías regulares de migración, al tiempo que se fortalecen las soluciones, indicaron las organizaciones.
Por lo que, la iniciativa de Estados Unidos de ampliar el reasentamiento para las personas refugiadas y otras vías de acceso regulares es un paso positivo, que puede ofrecer alternativas reales a personas desesperadas que arriesgan sus vidas para encontrar seguridad y soluciones.
Es decir, facilitar y ampliar el acceso a los programas de reasentamiento, reunificación familiar, patrocinio humanitario y movilidad laboral puede salvar vidas y proteger a las personas de la trata, tráfico y otras formas de violencia.
Ya que, si se gestionan de manera adecuada, pueden apoyar a las economías nacionales que se enfrentan a escasez de mano de obra. Por esa razón, ACNUR y la OIM están dispuestos a redoblar sus esfuerzos para trabajar con todos los países y con los mecanismos regionales existentes para que esto se convierta en realidad.
Sin embargo, la ampliación del reasentamiento y de otras vías regulares no puede sustituir a la responsabilidad de los Estados de garantizar a las personas el acceso al territorio y a los procedimientos de asilo.
Debido a que las restricciones que obstaculizan el ejercicio del derecho humano fundamental a solicitar asilo son inaceptables y contrarias a las obligaciones internacionales de los Estados. La nueva norma adoptada por el gobierno estadounidense que restringe el acceso para los solicitantes de asilo que llegan de manera irregular, tras transitar por otro país, es incompatible con los principios del derecho internacional de los refugiados.
La OIM y ACNUR también resaltaron que cualquier acuerdo entre Estados sobre retornos, incluido el retorno de solicitantes de asilo a un tercer país, debe garantizar que se resguarde el principio de no devolución, es decir, del retorno forzado de personas a situaciones en las que su vida y su seguridad están en riesgo.
Los retornos sólo deberían llevarse a cabo siguiendo el debido proceso y con las salvaguardias necesarias, de conformidad con las obligaciones de los Estados en virtud del derecho internacional, detalló ACNUR y la OIM.
Así pues, enfatizaron que los retos a los que se enfrenta la región de las Américas exige una cooperación visionaria, innovadora y basada en principios entre todas las partes interesadas, con base en el derecho internacional y en la solidaridad, para avanzar en la protección y las soluciones para las personas refugiadas y migrantes.
Lo anterior, en consonancia con el Pacto Mundial sobre los Refugiados, el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, y la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección.
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