Cárteles llegan a la Lacandona, «es el peor momento en la selva”, señalan pobladores
Se apoderan de pistas de aterrizaje en la zona
Chiapas. En la Selva Lacandona, ubicada en la frontera entre México y Guatemala, la población construyó pistas de aterrizaje desde la década de 1970, para poder sacar a sus enfermos vía aérea, sin tener que recorrer a pie, durante varios días, las montañas de vegetación espesa; ahora, cárteles de la droga se están apoderando de las pistas y poblados enteros.
Esta región fue poblada por indígenas que huían de la semiesclavitud que vivían en las grandes fincas cafetaleras y ganaderas, por campesinos sin tierra provenientes de otros estados del país, y por lacandones provenientes del Caribe.
Se internaban en la selva porque era un lugar a donde los finqueros no los podía alcanzar, y porque este era el único lugar donde el gobierno podía dotarlos de terrenos donde sembrar; eran más de 957 mil hectáreas de tierras fértiles e inhóspitas atravesadas por ríos color turquesa.
Juan López llegó de niño a la selva, a mediados de 1985. Ahí creció y formó su propia familia. En el poblado que fundaron, dos de sus hijos murieron a causa de enfermedades curables, mientras vivían -durante décadas- las amenazas de desalojo que autoridades ambientales ejercían sobre su poblado, al acusarlos de impactar el ecosistema.
“Pero nunca vivimos lo que ahora. Este es el peor momento en la selva”, narró cuando llegó a la cabecera municipal de Ocosingo, a mediados de 2022, acompañado de toda su familia. Él es uno de los cientos de desplazados que, poco a poco, están escapando de la Lacandona.
El motivo es que su comunidad, de la que pide omitir el nombre por temor a ser ubicado y asesinado, fue tomada por un grupo de personas que llegaron, primero a ofrecerles rentar mensualmente el uso de la pista de aterrizaje y, después, fuertemente armados, a expulsarlos del lugar.
“Sólo quedaron algunos -de los pobladores- que están de acuerdo en lo que ahí pasa. Los demás escapamos caminando por las montañas, algunos se fueron donde sus parientes, otros están rentando… y no podemos ni denunciar, porque ya mataron a dos de mi comunidad”, explicó en esa ocasión; pidió no hacer público su testimonio, hasta que hubiera mejores condiciones de seguridad.
Aeronaves con droga en pistas de aterrizaje
La mañana de este 20 de marzo, el presidente de México llegó a Chiapas y, en la conferencia de prensa que da cada día, reconoció la problemática que se vive en la región de la selva Lacandona, a causa de la presencia de los cárteles de la droga.
De diciembre de 2018 a la fecha, el gobierno federal ha detenido en suelo chiapaneco 30 aeronaves que transportaban droga; pero esta cifra, solo es el 56 por ciento de los “alertamientos aéreos” que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha tenido en el territorio chiapaneco ubicado en la frontera de México con Guatemala, entre estos lugares, la Selva Lacandona.
De acuerdo al reporte que dio Luis Cresencio Sandoval, titular de la Sedena, han destruido tres pistas de aterrizaje, y han decomisado mariguana, cocaína, más de 30 mil ampolletas de fentanilo; además de armas, granadas y otro equipo que utilizan los grupos del crimen organizado que opera en la zona.
En su turno, Andrés Manuel López Obrador reconoció que los cárteles están teniendo un fuerte impacto sobre la población de la selva Lacandona, a la que someten para usar las pistas de aterrizaje que desde décadas atrás, la población usa como medio de transporte.
A pregunta expresa, dijo que sabe de una persona que este año fue asesinada porque se opuso al uso de la pista de su comunidad. “En efecto, es una familia en la Lacandona, cerca de Bonampak. Ahí hay pistas clandestinas manejadas por uno de los cárteles. Están aterrizando aviones con droga”.
Dijo que de acuerdo a reportes de la Sedena, los narcotraficantes tienen acuerdos «con algunas gentes, no es todo el pueblo. Ya sea porque están entregando dádivas o dinero, o porque están amenazando”.
Incluso, reconoció que los narcotraficantes y algunos pobladores se han enfrentado al ejército para que no se pueda llevar a cabo el decomiso de droga.
“Aprovecho para hacer un llamado a la gente de Corozal (una de las comunidades más grandes de la Lacandona) y toda la región (…) va a haber más vigilancia y ya estamos reforzando toda esa área para que no se den estos casos”, dijo el presidente.
Decomisos de droga en aeronaves
En enero de 2021, una aeronave tipo Cessna con matrícula N1700-F, procedente presuntamente de Colombia, aterrizó en una pista local del centro ecoturístico de Bonampak, en el corazón de la Selva Lacandona.
El 17 de diciembre de 2022, habitantes de la selva Lacandona retuvieron a elementos militares hasta que les regresaron un cargamento de seis paquetes de cocaína que había dejado una avioneta en el poblado San Javier.
El 24 de enero de este año, elementos del Ejército Mexicano interceptaron aeronave tipo jet había aterrizado a poco más de 20 kilómetros al noreste de San Quintín; transportaba 270 kilogramos de cocaína envueltos en diversos paquetes.
El 18 de febrero, el gobierno de Guatemala informó que fue notificada por sus homólogos mexicanos que una aeronave que intentaban aterrizar en una pista en la selva Lacandona; al ser detectada, regresó a territorio guatemalteco, donde finalmente fue interceptado por el ejército de ese país. Decomisaron 19 costales con 397 paquetes con droga.
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