Pok´ok baby, una propuesta tradicionalista e innovadora
*En diferentes partes del mundo, la humanidad inventó herramientas con el fin de cuidar a los y las bebés mientras realizaban otras actividades. Al inicio bastaba con cestas de bambú o ixle. Luego fueron evolucionado y adaptándose a la tradición textil de cada pueblo, por ejemplo, el medai en Japón; podaegi en Corea; aguayo en Perú; reboso para los mestizos y el Chijal Unen en comunidades mayas de Chiapas y Guatemala. Sin embargo, en la actualidad el acaparamiento de canguros y carriolas han desplazado a las formas tradicionales de portear.
*El porteo, en su mayoría para las mujeres, ha permitido la realización histórica de tareas como recolección de semillas, captación del agua y realización de la comida.
*Para más información, visita https://www.instagram.com/pokokbaby/
Katia Alejandra González es una ilustradora chiapaneca, quien durante su primer embarazo se interesó en investigar diferentes opciones para realizar sus actividades cotidianas, y al mismo tiempo, atender a su bebé. En ese sentido, durante un año realizó un curso virtual de formación para profesionales del porteo, para así consolidar su proyecto Pok´ok baby.
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Historia
El porteo, es la acción de acarrear al bebé. En este sentido, el portear reivindica el lazo entre la mamá y el/la menor, debido a que en los primeros años de su desarrollo físico son incapaces de desplazarse por sí mismos/mismas, lo que conduce al uso de un portabebé que cubra la necesidad de cuidado y a la vez, dejen las manos libres al o la porteadora.
XPok´ok, según Katia, representa al sapo de la señora de Yaxchilán, un símbolo tradicional aún utilizado en municipios de los Altos como San Andrés Larráinzar y Tenejapa.
El sapo llama a la lluvia buena que fertiliza la tierra, por lo que es considerada una figura de fertilidad y abundancia para las comunidades mayas tsotsiles.
Pok´ok baby significa bebé sapito, a razón de que su creadora, considera que los bebés al estar en un fular (muk´ta jits´il) o jits´il (chal corto)adopta la posición de un sapito. Desde aquí, Katia tiene el propósito de incentivar la tradición de porteo a través de las piezas locales mayas, sumándole la innovación en tecnología, combinación de tejidos y asesorías personalizadas.
Diferenciación y trabajo
La experta aclaró la existencia de dos diferentes tipos de cargadores que datan desde la época clásica maya: Chijal´unen y jits´il. Por su parte, el conocido como rebozo es una tradición mestiza, ubicada particularmente del centro hacia el sureste del país.
El jits´il comparte características con el chocbal (un portabebé) del área quiché de Guatemala, aunque el primero tiene un borde más alusivo en el medio de la pieza, cuya característica es diferenciada entre las comunidades chiapanecas a las que hace referencia. Además, es flexible, con una unión sencilla y hasta bajo un solo lienzo hecho en telar de pedal. Lo que deriva en piezas más comerciales y económicas como las aún hechas en Oxchuc o San Juan Cancuc.
Katia explicó que sus cargadores se llaman muk´ta jits´il, en vista que no respeta el largo tradicional de 2.30 metros, sino se tejen a partir de los tres metros, con el objetivo de cargar en más posiciones a los y las bebés.
Y para realizar un cargador en Pok´ok baby intervienen 13 áreas con la participación de al menos 24 personas.
Dichas áreas son distribuidas en: planeación y diseño; administradora, gestión del taller y recepción de pedido; jefe de taller y calendarización de tejido; preparación de hilos; urdido de hilos; montar telar; repaso; tejedor; prelavado; control de calidad y costura y acabados.
Experiencia
Katia se acercó al porteo sin saberlo, desde que cargó a su hermana pequeña. En ese entonces, la porteaba con chales de acrílico, pero fue hasta que tuvo a su bebé el momento que comenzó su uso del jits´il de Oxchuc. A la par, sus compañeras de Larráinzar la incentivaron a llevar un curso de formación de porteo en línea con personas de España.
La ilustradora inició el curso justo en el momento en que su bebé contaba con cuatro meses de nacido.
En ese momento, buscamos la manera de traer ese conocimiento a Chiapas. Si bien, en el taller ya se hacían manteles, servilletas y cojines, nadie pensaba en fulares o muktá jits´iletik, porque únicamente se hacía jits´il tradicional. Además, existían los hilos posibles, tanto de algodón como de eco tex 100. Desde ahí pensé, por qué no hacíamos eso; pero mezclando tradición e innovación. Así iniciamos con los fulares, comentó.
González enfatizó la innovación de sus fulares y jits´iles a través de la creación de diferentes sesgos, largos, anchos y tejidos. Por ejemplo, crearon un fular con elasticidad, especial para climas cálidos como el de la capital chiapaneca o la costa, pues al contemplar las altas temperaturas decidieron buscar un algodón más fresco.
Dicho fular, así como las otras piezas de Pok´ok baby, no tienen una duración ni límite de peso; también cuentan con una versatilidad. Ya que, al terminar el periodo de porteo del infante, las piezas pueden ser utilizadas como caminos de mesa o hasta columpios.
Beneficios
Uno de los principales beneficios de comprar un fular es su ajuste punto por punto, lo que favorece en recoger el cuerpo del bebé a unas condiciones similares al embarazo. La ilustradora recordó que, los y las menores nacen con un tono muscular bajo, por lo que es necesario un acompañamiento constante, hasta que se cumple un ciclo de desarrollo.
Un bebé está condicionado a un medio acuático, no lo puedes parar porque se van para abajo. Lo que hace el jits´il es recoger vertebra por vertebra su cuerpecito, así como auxiliar al desarrollo de las caderas. añadió.
Sin olvidar, otros beneficios como: el constante contacto entre madre y menor; la termorregulación del bebé; sincronización de la respiración y a la madre le permite generar oxitocina.
Pasar un parto es difícil para muchas madres, así que tener más control sobre el bebé les ayuda a mejorar emocionalmente. Pero en caso de una depresión posparto, es necesario una red de apoyo y tratamiento auxiliar, añadió.
Una propuesta ante el desplazamiento
El porteo permite recuperar la autonomía de las madres, no obstante, el principal obstáculo para la compra de diferentes piezas en Pok´ok baby no es el económico, sino el estatus.
Cuando cargamos con un canguro perdemos el centro de gravedad y nos vamos hacia adelante o siempre buscamos ir para atrás. Por tanto, el cuerpo de la madre necesita un soporte correcto, que no dañe las rodillas, cervicales o espalda. Una de nuestras piezas puede asegurar la adaptación tanto del bebé como de la madre, son ergonómicos: Katia.
En los Altos, comentó, se continua con la tradición de porteo, a razón de la necesidad constante de desplazamiento bajo condiciones fisiográficas complicadas como: cañadas, curvas, caminos angostos. Sumado a la inseguridad provocada por los autos, la gente y turistas que conviven en calles pequeñas dentro de San Cristóbal de las Casas. Pero si es evidente una disminución del uso de textiles tradicionales especializados.
Cuando alguien sale de su comunidad o se encuentra en desplazamiento forzado, no cuenta con el tiempo ni el dinero de hacer un cargador tradicional como jits’il o chijal unen (…) Una pieza podría llevar un aproximado de uno a dos meses para su realización, lo que eleva su costo. Aquí es donde también entran los chales de estambre procedentes de China e India que, con un precio menor a 100 pesos, sirven para lo mismo, aunque no son cómodos ni duraderos, explicó.
En otras ocasiones, existe la práctica de segundos usos, es decir, si algún familiar tuvo a un hijo o hija y ocupó un jits´il o fular, lo dona para que pueda utilizarlo la otra familia.
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Sin embargo, el mayor reto para la empresa de Katia son los prejuicios y el estatus. En vista de que el avance de otras piezas más comerciales como canguros y carriolas desplazan a las técnicas tradicionales de porteo, lo que pueden llegar a provocar un desarrollo incorrecto del bebé.
Se fuerzan los genitales del bebé, el punto de gravedad de la mamá se pierde. Se cree que una persona con carriola tiene más estatus que tráelo en brazos o que el porteo es exclusivo para las mujeres originarias. He recibido más críticas en Tuxtla, porque se cree que, al cargarlos con las piezas, les están abriendo las piernas (a los bebés), pero solo adoptan la posición de abrazos naturalmente, aseguró.
Desde su punto de vista, la creadora considera que no existe un peligro en la desaparición de las piezas tradicionales de porteo, aunque si no existen los espacios para el respeto y decisiones de las madres de con que herramienta quieren cargar, si pueden peligrar.
También, analizó la difusión generalizada al rebozo mexicano como concepto, lo que invisibiliza la historia de los cargadores tradicionales. Por ejemplo, en otros estados del país han decidido dar rebozos como forma de apoyo a las mujeres precarizadas como parte de programas de gobierno.
Ante ello, Pok´ok baby consciente de la afectación al bolsillo de las chiapanecas debido a la pandemia, ha decidido realizar piezas que puedan ser utilices y accesibles para todas.
Además, Katia con su experiencia y talento ha reproducido a través de sus redes sociales compartir toda la información posible, de una forma agradable y ampliada.
Yo no tenía ni 200 pesos para invertir en un jits´il de estambre, por ello considero que la creación de espacios de rotación de cargadores tradicionales y ergonómicos, facilitaría nuestra maternidad, así como la preservación de lo colectivo, finalizó.
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