Más de mil millones de pesos y el agua de una ciudad, eso valen los humedales de San Cristóbal, Chiapas
Los humedales de montaña La Kisst y María Eugenia, ubicados en el municipio de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, se encuentran en riesgo de desaparecer. Para valorar el costo de la pérdida por los servicios ecosistémicos que ahora presta, y plantear la estrategia de recuperación, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) del gobierno federal realizó un diagnóstico económico de lo que esta zona provee a la población de esta región.
Los humedales de montaña La Kisst y María Eugenia ocupan 347 hectáreas y se ubican en la zona sur de San Cristóbal de Las Casas, el principal atractivo turístico de Chiapas y una de las ciudades coloniales más emblemáticas e importantes del sureste de México.
Esta zona captura y almacena de carbono; regula la temperatura de la región; alberga especies de peces, aves, anfibios y mamíferos endémicos catalogados como de protección especial; también evita las inundaciones al detener el arrastre de suelo y sedimentos; da servicios de recreación y belleza escénica; y provee de agua a la población de San Cristóbal, unos 123 mil habitantes, explicó María del Pilar Salazar Vargas, Directora de Economía Ambiental y de Recursos Naturales.
En la valoración económica de estos servicios ecosistémicos, el INECC detalla que, por ejemplo, la captura y almacenamiento de carbono que se realiza en estos humedales, en el mercado de carbono tiene un costo de 41 millones de pesos anuales; el control de las inundaciones es de poco más de 67 millones; el proporcionar agua limpia tiene un valor de 198 millones de pesos; y el proveer el agua a toda la población cuesta 769.98 millones de pesos. Es decir, los humedales dan servicios que en términos monetarios significan 1 mil 77 millones de pesos cada año.
Pero, de acuerdo al estudio del INECC, el lugar está afectado y su potencial de servicios se perdió en un 86%, principalmente por la contaminación del agua por residuos fecales y otros desechos que ahí se vierten; pero también por la extracción de material pétreo y la presión que ejercen inmobiliarias -muchas de ellas ligadas al turismo-, además de la invasión de particulares, quienes han construido viviendas encima de los humedales.
Ello hizo que, en abril de este año, el gobierno federal decretó la zona de humedales de San Cristóbal de Las Casas como un “hábitat crítico” -el primero que se decreta en el país-, lo que permite establecer estrategias inmediatas y urgentes para la recuperación del lugar.
Agustín Ávila Romero, Director General de Políticas para la Acción Climática de la SEMARNAT y encargado de la Dirección General del INECC, explicó que en la estrategia que ya se aplica en la región de estos humedales, establecieron zonas de operación, una de ella de protección máxima, donde no se permitirá ninguna actividad que afecte la preservación y recuperación de los humedales, como nuevas construcciones.
Funcionarios del INECC reconocieron que cualquier proyecto de conservación y recuperación en esa zona es un reto por las dinámicas sociales que ahora se viven en esa ciudad, entre ellas “intereses de grupos delictivos en torno a la zona”.
En los mapas que presentaron ubican a tres puntos de los humedales donde las dinámicas sociales son más complejas: las colonias Bienestar Social, Fracción San Cristóbal y San Pablo, donde la población que realiza acciones de conservación, así como autoridades, han sufrido agresiones físicas.
La problemática es tal que tampoco han logrado detener los camiones que sacan material pétreo, “falta aplicación de la ley”, detalló Ávila Romero.
Finalmente, los especialistas detallaron que recientemente en la COP27 llevada a cabo en Egipto, se acordó reducir en un 35% las emisiones de gases de efecto invernadero al 2030, “esto conlleva un conjunto de medidas donde tenemos que entender que los humedales son clave para combatir el cambio climático”, y por ello la urgencia en la atención a la zona de los humedales de San Cristóbal.
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