Simón Pedro, el líder indígena asesinado en Chiapas, evidenció el avance de la violencia criminal en el estado
Simón Pedro, dejó una semilla de esperanza, compromiso, acción y lucha por la vía pacífica, señala el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), en el informe donde relata el contexto en la que se dio su asesinato, efectuado el 5 de julio de 2021.
Dos semanas antes de su asesinato, a Simón Pedro Pérez López lo buscaron habitantes del municipio de Pantelhó, para que los orientara respecto cómo podían sortear la embestida que desde años atrás sufrían en manos de grupos armados que iban dejando un saldo de asesinatos, desapariciones, desplazamientos, y trafico de drogas, alcohol y armas.
Catequista de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, coordinador general del Sínodo de Niños, integrante de la mesa directiva de Las Abejas de Acteal, su filosofía de vida pacifista lo llevó a acompañar a las autoridades comunitarias de Pantelhó a una reunión con integrantes de la Secretaría de Gobierno del estado de Chiapas, para pedir su intervención.
En esa reunión hablaron sobre la situación que vivían no solo las comunidades de Pantelhó, sino las vecinas de Simojovel y Chenalhó, todos asediados por grupos armados vinculados al crimen organizado que controlaban la región.
Unos días después de esa reunión fue asesinado con un disparo en la cabeza; tras el homicidio, su comunidad, Nuevo Israelita, ubicada en el municipio vecino de Simojovel, continuó bajo el acoso del crimen organizado, que le dejó dos bombas que tuvieron que ser desactivas por el Ejército Mexicano.
Para el Frayba, el asesinato de Simón Pedro y la situación que se vive en municipios como Pantelhó y en la zona indígena de los Altos de Chiapas, evidencia la violencia política que tiene como telón de fondo a los grupos armados paramilitares de la década de los noventa, que ahora han trasmutado a células del crimen organizado; además de los altos niveles de corrupción e impunidad en el Estado.
Sin embargo, el informe se enfoca en las enseñanzas, legados y afrontamientos que ja Simón Pedro; en como sus comunidades -la de origen, la religiosa y la organizativa-, además de su familia, han luchado para romper el miedo, compartir sus historia, sus fuerzas y sus esperanzas como parte de su proceso de búsqueda de la justicia. “La familia ha decidido reestructurar su vida, sin negar el hecho traumático, el contexto de violencia y así proyectar un futuro inmediato”.
“La parte religiosa ha sido fundamental para afrontar este hecho violento y les ha impulsado a continuar su trabajo como servidores de la iglesia, buscando la paz y la reconciliación comunitaria”, señalan.
Este martes, a un año de su asesinato, integrantes de distintas parroquias de la Diócesis de San Cristóbal, y de Las Abejas de Acteal, realizaran manifestaciones públicas para reivinidicar la lucha por la vida y la justicia a través de la vía pacífica.
Aquí puedes leer el informe completo«Bienaventurados los que trabajan por la justicia…Simón Pedro, un testimonio de acompañar al pueblo que busca la Paz».
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