“La defensa del territorio es la madre de todas las luchas”: Futuros Indígenas
Defensoras de la tierra alertan sobre los cambios en la naturaleza y los megaproyectos que amenazan sus territorios. En su primera asamblea presencial, integrantes de la Red de Futuros Indígenas, creada durante la pandemia de covid-19 acordaron sumarse a la huelga mundial contra el cambio climático este viernes 25 de marzo
Texto: Daliri Oropeza en Pie de Página
Fotos: Yoco Reyes y Daliri Oropeza
CHIPEHUA, SALINA CRUZ.- Un collar de flores de Giechachi (o flor de mayo en lengua didxatzá) cae en el cuello de cada persona presente. La pieza aromática viene de las manos de quien está a la izquierda. Se encuentran todas las personas en un círculo, alrededor de una ofrenda. Colocan al centro un elemento del territorio que cada una defiende. Así, Na Cecilia prende la vela a pesar del fuerte viento istmeño.
“Na” le dicen a las señoras con respeto en lengua didxatzá o zapoteca, la cual hablan las personas binnizá que habitan en esta región del Istmo oaxaqueño. Aquí, la red de Futuros Indígenas realiza su primera asamblea fuera de la virtualidad. Para ellas es importante esta tierra, amenazada por el Corredor Interoceánico, la apuesta por impulsar la industria en el Istmo.
Es una red que nació en medio de la pandemia de covid-19 con la iniciativa de mujeres defensoras del territorio. Enviaron una delegación de 10 defensoras a la Cop-26 en Glasgow, Escocia, para colocar en el centro de la narrativa climática la presencia de los pueblos indígenas con sus luchas por la tierra, el agua. Y lo enuncian: nos mueve la lucha por la vida.
Reunirse en Glasgow fortaleció los lazos para organizar este primer encuentro de la red, que lleva un año con asambleas virtuales mensuales. Tomaron por acuerdo continuar con las campañas de hackeo de narrativas hegemónicas y con acciones para incidir en el discurso del cambio climático desde la posición de los pueblos indígenas. Este es el espíritu que han impulsado como red hasta ahora.
“No es fácil unirse para seguir caminando entre comunidades, colectivos y organizaciones, pero estar juntes nos da fuerza para seguir luchando por la tierra, para no sentirnos solas y no perder la fe cuando nos encontramos”, asegura Wilma Esquivel Pat, integrante de la red del pueblo maya peninsular de Noj Kaj Santa Cruz Xbáalam Naj (hoy Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo).
Ella se sintió identificada al escuchar las problemáticas de los integrantes de la Asamblea de Pueblos del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIDTT), quienes estuvieron presentes en el encuentro. Le recuerda lo que vive día a día con el avance de las obras del Tren Maya. Denunciaron las luchas contra trenes, minería, parques eólicos, parques industriales, turismo, monocultivos industriales, altas tarifas de la luz y proyectos energéticos fuera de los intereses de los pueblos.
En este encuentro, la espiritualidad de los pueblos indígenas que representan sus integrantes es parte primordial. Es una red conformada en su mayoría por mujeres de distintas edades, en su mayoría jóvenes. Las mujeres presentes se posicionan como defensoras de la tierra y el agua, no de manera frontal, sino desde los cuidados, la medicina, las pedagogías indígenas, la soberanía alimentaria, la recuperación de las lenguas, la articulación, la cocina, lo legal, entre otras luchas que tienen como motivo la defensa de los territorios.
En los acuerdos de asamblea, la red avala comenzar con la puesta en acción contra el cambio climático y aprueba convocar a la huelga climática mundial como primera acción este 25 de marzo con un contingente de pueblos indígenas y defensores del territorio.
La visita a Glasgow
La delegación de Futuros indígenas que fue a Glasgow da un balance de su visita a la sede de la Cop-26.
De acuerdo con Rosa Marina, mujer binnizá integrante de la red y de la APIDTT, es positivo ya que evidenciaron a las empresas que asistieron a la cumbre y despojan a los pueblos indígenas en México, a quienes señalaron con protestas durante el encuentro. A su vez resaltó la aparición en distinta medios internacionales que dieron vuelo al tema de la lucha de los pueblos indígenas como solución al cambio climático.
Mimi, integrante nahua cholulteca de la red y parte de Pueblos Unidos que tomaron Bonafont, asegura que al estar allá, conocieron a otras colectividades que impulsan el activismo contra el cambio climático desde las juventudes urbanas. Se unieron a colectivos como Legaia, División Juvenil de Cambio Climático y Fridays for Future MAPA (Most Affected People and Areas), y ahora también forman parte de la red.
Uno de los acuerdos de la asamblea es que el trabajo de las integrantes de la red se fortalezca antes de abrirla a más integrantes, pueblos en lucha o colectividades activistas. Son 18 pueblos que actualmente tienen representación ante la asamblea, Kiliwa, Cucapá, Nahua, Cholulteca, Acolhua, Tseltal, Tsotsil, Ñuu Savi, Hñathö, Amuzga, P’urépecha, Ayuuk, Afrodescendiente, Binnizá, Popoluca, Maya Peninsular, K’iche’, Zoque.
Durante la conversación entre las olas del mar, el calor y el viento que llega por tiempos a refrescar, na Bettina Cruz reparte el ladxi’ guenda’, una bebida tradicional binnizá similar al pozol, que lleva semilla de mamey tostada y cacao. La soberanía alimentaria ha sido uno de los ejes de trabajo de la red, así como la soberanía energética de los pueblos, el cuidado del agua, las esperanzas en las urbes y las fiestas tredicionales de los pueblos como modo de resistencia.
Las juventudes
Mitzy Violeta es de las integrantes más jóvenes de la red y también de las más activas. Es mixteca habitante de la ciudad de México, parte del colectivo Juventudes por la Justicia Climática. Para ella, “la defensa del territorio es la madre de todas las luchas”.
Participa en el encuentro y asegura que es muy importante verse y abrazarse después de tanto trabajo virtual. Para ella, hay otras formas de entender la crisis climática, y es a partir de lo que viven quienes habitan en los territorios indígenas que sufren por el extractivismo.
Asegura que la red ha sido un espacio de abrazo cuando muchas se han sentido solas en la defensa de la tierra. Asegura que en las integrantes hay una necesidad de tejerse. Cuenta su historia:
“Adentro de la lucha por la justicia climática me pregunté, cómo formar espacios para reivindicar nuestros orígenes desde espacios lejanos a nuestros territorios, que la mayoría vivimos en ciudad, somos migrantes. Fue cuando cuando comencé a involucrarme en las luchas por la defensa del territorio y la red es esa posibilidad de vincular todas esas inquietudes que tenía acerca de reivindicar de dónde venía de hablar de lo que hacían las mujeres pero ahora vinculado a mí territorio”.
Mitzy asegura que la fortaleza de la red reside en su horizonte: “Buscamos crear otras alternativas. Allternativas de respeto que no reproduzcan violencias ni opresiones en colectividades. Buscamos un horizonte donde realmente como decimos se ponga en el centro la vida y que no sea el dinero lo que gobiernen nuestras decisiones, sino preservar la vida y continuar con la vida de nuestros pueblos y nuestros territorios, de manera conjunta con nuestras lenguas y nuestras formas de vida nuestro, organización comunitaria y creo que esa lucha. Visibilizarlo entre los discursos hegemónicos, eso también es el corazón de futuros, las historias de alternativas”.
Para ella fue muy importante escuchar los testimonios de los habitantes del Istmo que luchan por la tierra en contra de los megaproyectos. “El Corredor Interoceánico es un proyecto de despojo que empezó en la colonia, continuó con gobiernos liberales y Neoliberales en la actualidad” concuerdan habitantes de Ixhuatán, la Ventosa, Puente Madera, Álvaro Obregón, Juchitán, San Francisco del Mar, Zanatepec, Xadani, en el diálogo de saberes. están ta Antonio y ta José, fundadores de la APIDTT. Ta es señor con respeto en didxatza.
El abrazo y el horizonte
Playa Chipehua, donde se encuentran con la Asamblea de Pueblos del Istmo para un diálogo de saberes, está a un costado de Salina Cruz. Es un pueblo pesquero, de donde sale la comida para todo el encuentro. Desde esta hermosa bahía se ve la refinería que actualmente remodelan como parte del proyecto interoceánico, por eso la APIDTT es la anfitriona de este primer encuentro.
“Para mí la red representa un tejido de personas con entrega e historia para defender los territorios, la vida y la red de vida que se teje en todos los rincones de donde pertenecemos a esta lucha. Una lucha que nace desde el reconocernos como parte de la vida pero también como parte del camino de los pueblos”, asegura Wilma.
Durante la planeación del encuentro, las mujeres se organizaron para ver por las y los integrantes de la red que asisten con sus crianzas. Así lograron que paralelo a los trabajos de la asamblea, haya un taller de arte y cuidado de la naturaleza con una maestra invitada.
A la hora de tomar decisiones, la asamblea forma una nutrida comisión de saberes de los pueblos indígenas y aceptan la propuesta de seguir con los procesos pedagógicos hacia adentro de la red. Hacia afuera, seguir con la visibilización de las luchas por la tierra que llevan a cabo.
“La red tiene a personas honestas, de buen corazón, con un compromiso muy grande. Personas admirables que han aportado mucho a la red pero también a la vida desde sus pueblos y colectivos. En cada acción, tenemos la conciencia de quienes están atrás de nosotros”, asegura Wilma, integrante maya peninsular de la red.
La memoria es uno de los ejes de trabajo de la red de Futuros Indígenas desde su nacimiento, pero lo que dejan ver las defensoras y defensores que participan en ella es que la espiritualidad y la memoria de las y los ancestros que defendieron la tierra está en la columna vertebral de su integración.
“Esta lucha va más allá, tiene que ver también con nuestra espiritualidad, con la tierra que sentimos, con la tierra que nos sostiene, con los territorios que nos permitan una vida digna. La red representa mucho para nosotros porque nos permite caminar unidas”, reflexiona Wilma.
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