Brecha de desigualdad se ha ampliado y los gobiernos han hecho poco: Observatorio Covid-19
*El 8 de marzo no es una fecha más, es una oportunidad para que el Estado mexicano demuestre su compromiso con las mujeres y con la protección, respeto y garantía de sus derechos en un contexto que ha exacerbado las desigualdades estructurales.
En el contexto del Día Internacional de las Mujeres, las organizaciones que integran el Observatorio Género y Covid-19 en México, hicieron un llamado al Estado mexicano para visibilizar y atender de forma particular los temas que las condiciones de desigualdad y ante el contexto de la pandemia afectan de manera diferenciada a las mujeres de distintas poblaciones, debido a las fallas estructurales, distanciamiento social, trabajo en casa y los riesgos de permanecer más tiempo en entornos de violencia.
Por esta razón, enfatizaron que la pandemia no es solo un asunto de salud pública, sino un tema social y económico con estragos en la vida de las personas. Por ello, requiere esfuerzos coordinados para enfrentar el impacto diferenciado que tiene y tendrá en los siguientes años, en las mujeres: jornaleras agrícolas, con discapacidad, migrantes y refugiadas, indígenas, afromexicanas, privadas de libertad, con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), trabajadoras del hogar, población callejera y trabajadoras sexuales.
Así mismo, indicaron que a la desigualdad estructural en el país, se sumó la incertidumbre, exposición al contagio, precariedad laboral, encierro, escasos apoyos públicos, falta de rendición de cuentas y poca generación de políticas públicas con perspectiva de género. En ese sentido, organismos internacionales, academia y sociedad civil han insistido y documentado, como la brecha de desigualdad se ha ampliado y las pocas acciones que los estados han implementado frente a ello.
Incluso, las organizaciones y colectivas feministas agrupadas en el Observatorio, han enfrentado retos por las acciones u omisiones del Estado mexicano en el contexto de la pandemia. Por ejemplo, sostener algunas necesidades básicas, dar acompañamiento psicoemocional, de salud, asistencia jurídica y protección de las poblaciones que atienden, lo que limita el acompañamiento y apoyo a las mujeres.
Es obligación del Estado realizar las acciones necesarias para garantizar el acceso efectivo a sus derechos, como el derecho a la salud, al empleo, a la justicia y a una vida libre de violencia para las mujeres, recordó el Observatorio Género y Covid-19 en México.
Chiapas
Hasta el 08 de marzo de 2022, los Datos Abiertos Dirección General de Epidemiología indican que para el estado se ha registrado un total de 34 mil 764 casos confirmados, de este el 50.25% corresponde a mujeres y un 49.75 por ciento a hombres.
Así como, 77 mil 047 casos negativos, 70 mil 883 sospechosos, 2 mil 390 defunciones, 29 199 recuperados y 122 activos. Las comorbilidades principales son hipertensión con el 14.05%, obesidad 11.09 por ciento, diabetes 10.86% y tabaquismo con 3.78%.
Por otro lado, el Manual de la Violencia del Observatorio Género y Covid-19 en México, indica que de acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNP), el mes de abril fue el más violento de 2020, en términos de asesinatos de mujeres, con un total de 339 muertes violentas; más de 11 al día. Abril, también fue en el que se registró el mayor porcentaje de asesinatos de mujeres cometidos con un arma de fuego, seis de diez.
Si bien las tasas registradas en los meses siguientes, con excepción de octubre, son menores a las registradas en el mismo periodo de 2019 y que el 2020 cerró con una tasa de asesinatos igual al 2018, 5.75 por cada 100 mil mujeres, la violencia se mantiene en niveles preocupantes.
En específico, desaparecieron mil 703 mujeres y niñas en Estado de México, de las cuales 478 estaban pendientes de localizar; 621 en la Ciudad de México, de las cuales 204 no habían sido localizadas; y en Guanajuato desaparecieron 420 mujeres y niñas, 248 aún pendientes.
Del total de asesinatos de mujeres en 2020, el 25.8% de ellos han sido investigados como feminicidios. Algunos de los asesinatos brutales de mujeres, con características feminicidas, y que en su mayoría han sido de personas reportadas de manera previa como desaparecidas, han indignado a la sociedad y generado manifestaciones sociales para exigir justicia.
Con base a lo anterior, algunos ejemplos son los casos de: Bianca Alejandrina Lorenzana en Quintana Roo, de Jessica González en Michoacán, de Fátima Cecilia e Ingrid Escamilla en la Ciudad de México, y de Sulmi, María, Jarid y Jaqueline en Chiapas.
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