Problemáticas del Corredor seco centroamericano se incrementarán sin control en los próximos años

El Corredor Seco es una franja de territorio que atraviesa Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala. es una zona altamente vulnerable a eventos climáticos extremos. Cortesía: Hábitat para la Humanidad

*El Corredor Seco contempla una población aproximada de 22.5 millones de personas, de estas el 62% se asienta en zonas urbanas y el 38% en áreas rurales. La mayoría de los municipios más densamente poblados y tres de las capitales más populares de Centroamérica se ubican en ese territorio.

Viviendas construidas con materiales de mala calidad o desecho, pisos de tierra, la mayoría sin acceso a agua potable, sanitarios, duchas y situadas en terrenos que no les pertenecen, son las características de los hogares de más de 3.9 millones de centroamericanos en El Salvador, Guatemala y Honduras, donde familias en especial las del Corredor Seco Centroamericano, han enfrentado la pandemia, tormentas y huracanes que golpearon la región en los últimos años, revela el informe de Hábitat para la Humanidad.

La Organización No Gubernamental (ONG) expone los problemas que aquejan a más de 22 millones de personas que habitan en el triángulo norte del Corredor Seco. Este se extiende desde el sur de Chiapas en México, hasta Guanacaste en Costa Rica, tiene una extensión de mil 600 kilómetros de largo, se asienta en un principio sobre la costa Pacífica y cubre el 30 % del área de Centroamérica.

Las viviendas de las familias pobres del Corredor Seco se caracterizan por la mala calidad de los materiales. Cortesía: Hábitat para la Humanidad

En esa zona del continente, está marcado por el fenómeno El Niño – Oscilación Sur y el cambio climático. Es decir, cada año, las familias del Corredor se enfrentan a un periodo de intensa sequía que se alterna con una de lluvias torrenciales e inundaciones. Además, el informe revela que en el territorio, predomina la falta de agua y la prolongación de épocas secas supera los tres meses.

En promedio, el 20% de la población de esa zona del continente no cuenta con acceso de agua potable en su vivienda, entre el 25 y 31 por ciento de las familias que habitan el triángulo norte del Corredor, tiene disponibilidad de agua siempre que lo requieren. Aunado a ello, la sequía extrema y la excesiva precipitación e inundaciones en un mismo año, impactan las cosechas que conforman la estrategia productiva y económica, de quienes practican la agricultura de subsistencia de granos básicos.

El 80% de las familias productoras de granos básicos del triángulo norte viven en condiciones de pobreza, y el 30 % está en pobreza extrema. Al perder parte de los alimentos que llevarían a su mesa y que sería el ingreso económico tras su venta, suelen recurrir a estrategias de emergencia que comprometen su calidad de vida.

El 80 % de las familias productoras de granos básicos en el Corredor Seco vive en condiciones de pobreza. Cortesía: Hábitat para la Humanidad

Ellos se endeudan con muy malas condiciones de pago, venden sus herramientas de trabajo o incluso sus animales. Esto se traduce a una reducción en la cantidad y el tamaño de las porciones de comida que toda la familia consume, aseguró Ernesto Castro, vicepresidente de área de Hábitat para la Humanidad en América Latina y el Caribe.

Según datos del movimiento mundial OXFAM, entre agosto de 2019 y junio de 2020, la situación de inseguridad alimentaria severa aumentó en un 12%. Además, la ONG expone que, en promedio, los ingresos de los hogares alcanzan para cubrir menos del 50 por ciento de sus gastos.

Por ello, la sequía, desempleo, bajos ingresos e inseguridad alimentaria que sufren esas familias, se correlaciona de manera directa con el aumento de flujos migratorios. El déficit ocupacional convierte a los tres países del triángulo en expulsores netos de su fuerza de trabajo, a su vez agota la capacidad productiva de sus poblaciones e impacta la economía de cada nación.

Prueba de ello, es un análisis del centro de datos Pew Research Center, reporta que del 2007 al 2017, la inmigración a Estados Unidos procedente del triángulo creció en un 25%, esta refleja un crecimiento mayor entre todas las regiones de origen del mundo.

Más de 22 millones de personas viven en el Corredor Seco. Cortesía: Hábitat para la Humanidad

Así mismo, el informe demuestra que millones de familias enfrentan cada año, una gran vulnerabilidad económica, social y ambiental. Por esa razón, la organización asegura que, de no tomarse las medidas para regular la urbanización, migración y el cambio climático en esta zona del continente, la problemática aumentará sin control y las necesidades de estos centroamericanos serán mayores en los años próximos.

Por lo tanto, hizo un llamó para atender la seguridad alimentaria, el fortalecimiento de medios de vida, la seguridad de la tenencia de tierra, el acceso a agua y saneamiento, mejoramientos de vivienda y acceso a financiamiento, con el fin de mejorar la calidad de vida de las familias y fomentar el arraigo de la población para evitar la migración.

Además, propuso desarrollar proyectos con aliados, en el corto y mediano plazo, enfocados en atender la problemática que viven. Estos, se planean desarrollar en un periodo aproximado de cuatro años, entre ellos destacan la construcción y mejoramientos de viviendas con enfoque productivo, así como brindar acceso a agua potable y saneamiento, tanto comunitarios como en viviendas que lo necesiten.

También, intercedió por fomentar el financiamiento para vivienda social en la zona, en alianza con banca pública y privada, capacitar a las comunidades sobre los riesgos climáticos a los que sus hogares y comunidades se enfrentan, con el fin de desarrollar estrategias de mitigación, generar capacidades familiares y colectivas para el despliegue de microemprendimientos.

Así como habilidades financieras, capacitar a las familias en la generación de empleo local en torno a la vivienda productiva, trabajo en incidencia de políticas públicas relacionadas al tema de vivienda y tenencia segura, entre otros.