Migrantes LGBTIQ varadas y obligadas a permanecer en Chiapas
*Desde la contingencia nacional ante el Coronavirus SARS-CoV-2, fueron afectadas millones de personas, en gran medida grupos poblacionales vulnerabilizadas, dejando visible otro tipo de realidades arraigadas en la sociedad. Las principales razones de la solicitud de refugio, es la expulsión del hogar a razón de la orientación sexual, identidad y/o expresión de género, y el desplazamiento forzado por crimen organizado.
Casa Frida, un refugio ubicado en la Ciudad de México dio a conocer a través de sus redes sociales que recibieron hasta una 50% más de solicitudes de orientación y asistencia que en días comunes. En su mayoría, mujeres trans desde Sinaloa, Veracruz, Estado de México y Puebla, así como personas migrantes de la comunidad LGBTIQ, varadas y obligadas a permanecer en Chiapas. Las principales nacionalidades son: Honduras, Nicaragua, El Salvador y Venezuela, dentro del grupo etario de entre 20 y 29 años.
Estas personas varadas buscan un proceso de regularización migratoria y reconocimiento de personas refugiadas. Sin embargo, se enfrentan con un sistema saturado, con tiempos de espera que van de los 8 a 10 meses, en ese lapso se les prohíbe dejar la entidad, lo que ocasiona un desborde para los servicios públicos, indicó Raúl Caporal, director de Casa Frida, Refugio LGBTI .
Así mismo, la mala aplicación de política migratoria representa un daño al sistema económico y empresarial en Chiapas y la frontera sur. En donde los alberges, sobre todo de la sociedad civil se encuentran desbordados desde hace tiempo, porque han estado operando bajo el abandono del Estado, con la falta de recursos públicos y medidas de protección.
Una vez más la sociedad civil ha demostrado que quienes aportan mayormente ante esta crisis migratoria siguen siendo las Organizaciones No Gubernamentales (ONG). Por ejemplo, las iglesias, entre otros colectivos y redes, agrego el director.
Muchas personas LGBT al estar dentro de Chiapas, se comunican con el albergue y les dicen que se encuentran en situación de calle y sufren discriminación por su orientación sexual. Pero, también se enfrentan a una constante persecución por parte de agentes migratorios y de la policía local, quienes les extorsionan, roban y asaltan. Han documentado importantes casos de violaciones a los derechos humanos por parte de las autoridades mexicanas.
Son pertenecientes a un grupo entre 20 y 35 años de edad. Es decir, jóvenes quienes mayormente quedan expuestas ante esta situación, enfatizó Caporal.
De manera que dentro de su plan de trabajo para este 2022, está la búsqueda de un fortalecimiento organizacional y un aumento a su alcance, lo que implica la apertura de nuevas casas en zonas estratégicas del país. Una de ellas, es tener una casa satélite para los próximos meses en Chiapas, para responder ante dicha situación.
Además, desde la fecha de apertura han recibido un total de 284 personas, que han sido refugiadas en su organización por temporalidades de los 30 a los 90 días. Trabajan con un modelo integral de acompañamiento que no solo da alojamiento, sino otros servicios como psicosociales, empoderamiento, formación, capacitación, acompañamiento en la búsqueda de una autonomía económica, esto por medio de la empleabilidad, de la mano con la iniciativa privada y las empresas aliadas que se han sumado a su causa.
Y, asistencia legal en el caso de quienes buscan su regularización migratoria en el país, donde muchas veces recurren a los procesos de revisión de casos y apelación, sobre todo cuando hay una negativa de reconocimiento, pues es evidente que corren el riesgo de regresar a sus países.
De ese total, un aproximado del 45% son pertenecientes de otros países, el resto de la Ciudad de México y del interior del país. Casa Frida reconoció la existencia de personas que se enfrentan a un desplazamiento con violencia que se ha agravado en los últimos años.
Casa Frida, Refugio LGBTI
El refugio nació en mayo de 2020, como una emergente y urgente respuesta desde la sociedad civil y la comunidad LGBT, a la agudización de la crisis pandémica y con ella la económica. También, para dar respuesta en el alza de dinámicas de violencia en casa por las medidas de confinamiento, lo que implico tener una mayor convivencia con las personas agresoras.
Un grupo de asociaciones, activistas y voluntarias políticas nos unimos para la apertura de un espacio seguro que pudiera recibir a las personas. Si bien es cierto nacimos al principio con esta clara misión, siempre hemos reconocido que más allá de la pandemia del Covid-19, la necesidad de espacios seguros LGBT siempre ha estado ahí presente sobre todo en un país y una región Latinoamericana donde aún existe persecución por orientación sexual o identidad de género, detalló el director.
Han observado como los crímenes de odio por homofobia y transfobia no cesan, sino que incrementaron derivado del fomento de discursos odio y muchas veces por las propias autoridades. A esto se suma la falta de política pública de inclusión, como la legislación necesaria para reconocer y salvaguardar los derechos de las personas LGBTI.
En esta misma línea, la crisis migratoria los alcanzó y durante el 2020-2021, reconocieron que cada vez había un número mayor de solicitudes de sus servicios por parte de personas LGBT que acompañan las oleadas de caravanas del país. Sobre todo, procedentes de países como Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, en búsqueda de un territorio más seguro.
Dentro de estas grandes caravanas, estas personas no son visibilizadas, huyen de sus países pues más allá de la precariedad y la violencia sistemática a la que se enfrentan, también lo hacen por la persecución debido a su orientación sexual, identidad y/o expresión de género.
Nos dimos a la tarea de vivir un proceso de fortalecimiento institucional para poder responder en particular a las necesidades de las personas migrantes y solicitantes de asilo en el país. Hemos trabajado de la mano con la Agencia de la Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), tanto en la oficina en Tapachula como en la Ciudad de México, y con cancillería para apoyar algunos casos LGBT, sobre todo del Caribe inglés, con la necesidad y urgencia de salir de sus países, señaló Caporal.
Dichas personas, se enfrentan a inminentes amenazas de ataque o muerte por homofobia, o transfobia. Aun siendo un proyecto joven han tenido un importante alcance sobre todo por la capacidad de respuesta desde sociedad civil, ante una evidente falta de voluntad política por parte de las autoridades tanto locales como federales en la región para realmente abordar y abonar una respuesta coordinada ante esta crisis, y basadas en un marco de derechos humanos.
Lamentablemente se sigue pensando que las crisis migratorias solo pueden traer desventajas o problemas a los países. Nosotros estamos seguros que no es así, incluso la propia Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha dicho en algunas publicaciones que hay claros ejemplos donde gobiernos y estados han sabido aportar y aprovechar la situación, y que claramente pueden significar un desarrollo económico, social y cultural. Se trata de cambiar esta perspectiva negativa que se tiene, finalizó el director.
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