Explotación sexual o comercial, principal causa de las desapariciones de niñas y adolescentes

Niños rescatados en Puebla. La edad de los cuatro niños y tres niñas está comprendida entre los cinco a seis años.

Los resultados del estudio ponen foco y demuestran las hipótesis que se han argumentando en los marcos internacionales y es la interrelación que existe entre la violencia de género y la desaparición. La investigación descifra el contexto para atender la problemática y el trabajo institucional que se requiere desde los distintos niveles de Gobierno en colaboración con la sociedad civil.


El Estado de México junto con Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Chiapas, Oaxaca, Tabasco y el Golfo, están situadas como puntos clave para la trata de personas. En específico, la sexual contra Niñas, Niños y Adolescentes (NNA) y mujeres, revela la investigación “Desaparición de Mujeres Adolescentes, Niñas y Niños en el Estado de México y su vínculo con la Explotación Sexual o la Trata de Personas con ese u otros fines” realizado por la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) y la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas (CNB).

La violencia de género, representada en el feminicidio y la trata con fines de explotación tanto sexual o comerciales, se ha convertido en la principal causa de las desapariciones de niñas y adolescentes. Otra de las causas que señala el documento es la creciente presencia de grupos del crimen organizado, se dedican al reclutamiento de hombres y mujeres, quienes impulsan, desarrollan y reproducen formas de violencia hacia la mujer, y terminan en la desaparición de ellas, donde la trata es una de las manifestaciones más constantes.

Así mismo, hacen a los hombres adolescentes copartícipes de los delitos hacia las adolescentes mujeres: reclutamiento, abuso sexual, violación y feminicidios. Por el otro, reclutan a las mujeres como novias o con la promesa de incorporarlas en “el negocio” y ya dentro son víctimas de violencia y explotación sexual, tortura y feminicidios, tomando sus cuerpos como verdaderos “campos de entrenamiento” para sus pares.

El trabajo sobre la desaparición de personas es una de las prioridades de la Unión Europea en México, en materia de derechos humanos y también lo es la erradicación de la violencia hacia las mujeres y esta investigación refleja el vínculo entre esos dos temas, expresó Gautier Mignot, embajador de la Unión Europea en México (UE), organismo que brindó apoyo para la realización de la investigación.

Por su parte, Javiera Donoso Jiménez, investigadora integrante del equipo responsable del estudio, explicó que se trata de niñas reclutadas desde muy pequeñas para ser explotadas con fines sexuales y cuentan con menos recursos para escapar de estas redes. Detectaron que la pandemia ha sido un aliado para quienes las buscan, entran a través de redes sociales, las conquistan, piden su dirección para llegar a sus casas y llevárselas.

Cada 30 de julio se conmemora el Día Mundial Contra la Trata de Personas, delito tipificado que tiene como fin la explotación sexual, laboral o venta de órganos. Cortesía: Humanium

Las conclusiones del documento dejan claro no sólo que la violencia de género es una de las más importantes explicaciones de la desaparición de las mujeres y adolescentes, sino que también se presenta como un mal endémico y sostenido en el tiempo, lo que se evidencia con la activación de la Alerta de violencia de Género contra las mujeres.

En México se está desapareciendo a la juventud, la mayoría son adolescentes hombres y mujeres, niñas y niños, y jóvenes. El más alto índice de desaparición de las mujeres está entre los 15 y 19 años lo cual nos dice mucho. Por esa razón esta investigación es fundamental para tomar políticas públicas de prevención, expresó Karla Quintana Osuna, titular de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas (CNB).

Sobre el tráfico de personas, tuvieron presente las declaraciones más recientes de la Fiscalía General de la República (FGR) que ubica este delito como un “negocio mortal que fortalece la delincuencia organizada”. En las notas de prensa que dan cuenta de esta actividad delictiva se explica que el tránsito de indocumentados en el territorio nacional se hace a través de dos rutas: la del Golfo de México, que comprende Tabasco, Veracruz y Tamaulipas; y la región centro-oeste, incluida por Chiapas, Oaxaca, Puebla, Estado de México, Jalisco y Sonora.

Dicha ruta concuerda con las propias cifras entregadas por la FGR, durante el periodo 2013-2019 los estados en los que se llevaron a cabo más detenciones de presuntos responsables por el tráfico de migrantes fueron Chiapas con 423, Baja California 316, Tamaulipas 273, Ciudad de México con 194, Oaxaca 140 y Veracruz con 115 capturas.

En cuanto a los procesados, las cifras son: Baja California con 490 de los cuales 48 fueron sentenciados, Ciudad de México 331 procesados y 22 condenados, Sonora 247 procesados y 27 condenados, Chiapas con 179 procesados y 33 condenados, Tamaulipas 164 procesados y 16 condenados, Veracruz 74 procesados y 2 condenados, y Oaxaca con 62 procesados y 10 sentenciados. Tomando en cuenta a los estados con mayor procesamiento judicial, en promedio solo fue sentenciado el 10% de todos los presuntos responsables en el país.

Detienen a responsable de tráfico de menores en Tuxtla Gutiérrez. Cortesía: FGE.

Por otro lado, Hispanos en Filantropía (HIP), dio a conocer en su informe “Trata de personas en México, segunda mirada desde organizaciones de la sociedad civil”, sobre la situación de la trata de personas en México con el objetivo de impulsar el diálogo para identificar oportunidades de acción desde el gobierno y sociedad civil para prevenir, atender y sancionar este delito.

Dicho esto, destacaron que la precariedad laboral preexistente y tiene una tendencia a ser mayor con la crisis del Covid-19, debido a la pérdida de empleos en el trabajo formal e informal, y el aumento de la subocupación, que han empobrecido y llevado a las personas a buscar trabajos cualesquiera que sean las condiciones de estos, o que parezcan atractivos de manera económica.

Lo anterior, expone a las personas a un círculo en el que se perpetúa la pobreza laboral, incrementando el riesgo a enfrentar situaciones de trabajo forzoso y trata de personas. Uno de los datos más significativos, es el aumento de la violencia en los últimos años, de acuerdo con cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) en 2020, registraron 644 victimas en trata de personas.

Los datos más alarmantes de violencia en la actualidad en México son los que indican el aumento en el número de feminicidios y la violencia hacia las mujeres entre los años 2015 y 2020. Según el organismo consultado, en el año 2020 hubo un registro de 860 delitos tipificados como feminicidios. En relación con el tema de la violencia contra las mujeres, el SESNSP registró para el año 2015: 63 mil 723, 2016: 62 848, 2017: 66 mil 724, 2018:  61 957, 2019: 66 mil 318 y 2020: 52 944 mujeres víctimas de violencia, datos que han incrementado la relación entre la trata de personas y el feminicidio, según algunas de las organizaciones que consultaron.

La trata de personas se sitúa como el tercer negocio más lucrativo a nivel mundial, tras el narcotráfico y la venta de armas. Cortesía: Inter-American Development Bank

Entre los estados de mayor presencia de trata de personas reportaron una vez más Chiapas, el corredor Puebla -Tlaxcala, Ciudad de México, Veracruz y Oaxaca. Las modalidades con mayor incidencia fueron la explotación sexual, la prostitución ajena y el trabajo forzoso. En donde, la población indígena y las personas migrantes tanto internas y extranjeras, son dos de los grupos en mayor susceptibilidad para ser enganchadas, en especial para la realización de actividades ilícitas y trabajos forzosos, mendicidad.

Aunado a ello, la mayoría de las víctimas identificadas comparten vulnerabilidades como la pobreza, baja o nula escolarización, falta de oportunidades laborales, exclusión y marginación, abandono por su familia, violencias por contextos sociales, violencia familiar, migración interna y/o internacional. La vulnerabilidad en la que algunas personas se encuentran les permitió observar el fenómeno de la trata desde una visión menos internacional y mucho más local.

Región sur

Los flujos migratorios de Centroamérica pasan en su mayoría por Chiapas, donde la industria de la trata de personas, encuentra a sus víctimas.

Al ser frontera sur del territorio, ha sido identificada como la puerta de entrada al país, esto ha impactado de manera social y económica la dinámica de la región. La población más susceptible a ser enganchada para la trata de personas con fines de trabajo forzoso, mendicidad y servidumbre ha sido identificada proveniente de esta región como zona de origen.

El tipo de migración de la región ha sido interna, es decir, personas originarias de esta zona que se han desplazado a otras del país y externa. La organización identificó a personas, en especial mujeres, provenientes de Venezuela, Colombia, Alemania, España y Cuba, con fines de prostitución forzada.

Otro aspecto destacado fue el aumento de los delitos cometidos siendo considerable en Oaxaca, Veracruz, Quintana Roo, y presentado una reducción en Guerrero y Yucatán. El resto de los estados se ha mantenido en condiciones similares.

Además, identificaron la presencia de trata de personas en Chiapas, Tabasco, Veracruz, Yucatán, Quintana Roo, Oaxaca y Guerrero, con excepción de Campeche, que no fue referido por las organizaciones. A su vez, detectaron un incremento de zonas de riesgo y presencia de trata en los municipios de la región.

En el caso de Chiapas, los municipios son Chilón, Altamirano, Chenalhó, Huixtán, Oxchuc, Tenejapa, Yajalón, Simojovel, Pantelhó, Soyaló, San Cristóbal de Las Casas, Cancuc, Chalchihuitán, Chamula, Tapachula y Comalapa

Con relación a las finalidades, no identificaron cambios de 2017 a la fecha, a pesar de que continúan siendo las más constantes la explotación sexual y laboral, trabajo, prostitución, mendicidad y servidumbre forzada, delincuencia organizada, actividades ilícitas para crimen organizado, y trabajo forzoso para NNA. Las poblaciones en mayor riesgo para la trata de son las niñas indígenas entre los 10 y 16 años, población LGBTTTIQ+, hombres y mujeres adolescentes y adultas, niñas y niños, personas indígenas y migrantes internacionales.

Feminicidio

El pasado 28 de junio de 2021, Rosa Isela Rodríguez, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC), informó en conferencia de prensa que Morelos, Sonora, Quintana Roo, Colima, Jalisco, Sinaloa, San Luis Potosí y Chiapas concentraron las tasas más altas de feminicidio, al acaparar el 57.4% de las carpetas de investigación por este delito en el país y por cada cien mil habitantes.

Por su parte Observatorio Feminista contra la Violencia a las Mujeres de Chiapas indicó que la segunda mitad del año 2021, cerro con 193 casos de muertes violentas de mujeres, de los cuales, 62 se apuntaron como feminicidios consumados. En la «cuenta que no nos cierra» específico del mes de noviembre fue de 17 muertes violentas de mujeres, dentro de estas observaron: 8 homicidios, 1 suicidio, 7 casos por muerte accidental, 1 posible feminicidio y 5 feminicidios en grado de tentativa.

Los casos de violencia familiar se distribuyeron en la región metropolitana con 5 casos y la región soconusco con 4. En cuanto a las denuncias de mujeres desaparecidas, registraron un total de 27, en ese entonces 11 aún se encontraban desaparecidas. De nuevo, observaron mayor incidencia de violencia sexual, en el rango de niñas y mujeres menores de edad, el mayor porcentaje se concentró en la región soconusco con 17 casos, Altos con 6 e Istmo-Costa con 5.

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