De Quiché, la zona más pobre de Guatemala, son los migrantes accidentados
Gerónimo Chicof Zavala canta en su lengua materna una canción triste, mientras enseña a su esposa, a través de una video-llamada telefónica, sus heridas y la de sus compañeros de viaje. Llora, igual que Elvis Quino, de 16 años, monolingüe. A su lado, Vanesa Ambrosio Juárez, de 15 años, dice que va a volver a intentar emprender de nuevo la travesía, porque en su tierra no tiene un futuro. Los tres son sobrevivientes del accidente en el que murieron 54 migrantes, los tres son campesinos originarios de El Quiché, la zona más pobre de Guatemala.
El reporte oficial de la Secretaría de Protección Civil del gobierno de Chiapas indica que en el viejo tráiler de placas 444-DW-4, iban hacinadas 159 personas migrantes, el 94 por ciento de ellas originarias de Guatemala. Sólo tres eran de República Dominicana, una de Honduras y una de Ecuador.
En entrevistas, los sobrevivientes explicaron que la mayoría son del Departamento Quiché, donde siete de cada diez pobladores viven en condiciones de pobreza o pobreza extrema, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) de ese país.
La historia de pobreza y hambre es el común denominador de quienes migran arriesgando su vida, para intentar cambiar su situación. Martín Méndez Salvador dice que desde que recuerda ha pasado hambre, por eso ahora que tiene dos hijos, Josep Martín de tres años, y Manuel Alejandro de un año, decidió vender sus pocas pertenencias para intentar llegar a Estados Unidos, y buscar trabajo; no quiere que sus crías sufran lo que él sufrió.
Pero su viaje terminó en tragedia, cuando el tráiler en el que iban tomó mal una curva, la caja de carga donde iban parados, solo sujetos de unas barras metálicas, se desprendió de la base y se impactó contra unos pilares de cemento de un puente, el vehículo volcó.
Martín, entrevistado en el hospital, dice que sintió un golpe fuerte, que se desmayó, y despertó en el hospital. De las 159 personas que iban en el vehículo, 49 murieron por el impacto de cuerpos y fierros retorcidos, cinco más fallecieron en el hospital; 105 sobrevivieron, aunque tienen diversas heridas, algunas de gravedad.
Resalta en esta tragedia que 19 son menores de edad, adolescentes que ven en la migración una vía para mejorar su futuro. “Yo vengo por un sueño, allá en Guatemala están bien duras las cosas y mi papá está enfermo”, explica Vanesa.
La ruta
Para entrar a México a través de Chiapas hay tres rutas principales, la de la zona costa, donde se cruza por el río Suchiate y se llega como primer punto a la ciudad de Tapachula, lugar en el que ahora mismo en encuentran miles de migrantes imposibilitados de salir, cercados por retenes del Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia Nacional (GN).
La segunda ruta es por la zona selva que los lleva a la ciudad de Palenque, donde el pasado 09 de noviembre una docena de migrantes fallecieron calcinados, en el interior de dos vehículos en los que eran transportados. El nerviosismo de los conductores al pasar cerca del reten del INM en la zona de Playas de Catazajá, los hizo chocar; explotaron los tanques de gasolina.
La tercera ruta es la más peligrosa, porque pasa por la zona de sierra y montañas colindante con El Petén guatemalteco, región controlada por grupos de la delincuencia organizada, quienes en los meses recientes tiene el dominio absoluto de los caminos, establece toques de queda y pagos por el tránsito. Ningún migrante pasa aquí desapercibido, todos deben pagar y acordar su ruta con algún traficante.
Es por esta ruta que pasaron los migrantes del Quiché. Uno de los migrantes que pidió el anonimato, dice que pasando la frontera, “el coyote” subió a un grupo de unas doce personas en unidades de transporte colectivo, llegaron al municipio de Comitán, cambiaron de vehículo a un camión más grande, y llegaron a San Cristóbal de Las Casas. Ahí, relata, los metieron a una bodega donde esperaron que se juntara un grupo más grande. Cada “coyote” fue llevando a su grupo, hasta que alrededor de las dos de la tarde subieron a todos al camión de carga tipo tráiler.
En San Cristóbal de Las Casas y los municipios vecinos como San Juan Chamula y Teopisca, el tráfico de personas migrantes se ha incrementado en años recientes, casi cualquier habitante puede indicar donde hay “casas de seguridad” o bodegas donde los esconden hasta subirlos a transporte para ser trasladados.
De la frontera con el Petén al lugar donde ocurrió el accidente, hay al menos cuatro retenes de inspección policiaca-militar, el primero es el Centro de Atención Integral al Tránsito Fronterizo, ubicado tres kilómetros antes de la entrada al municipio de Comitán; otro a seis kilómetros de la salida de ese municipio; en este retén hay agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Guardia Nacional, que inspeccionan todos los vehículos de carga y pasajeros que pasan por el lugar.
Un retén más está en el kilómetro 43 de la carretera Tuxtla-San Cristóbal de Las Casas; y otro a sólo cuatro kilómetros antes del lugar del accidente. Por todos estos lugares pasaron los migrantes; en los dos últimos ya a bordo del tráiler.
El Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos en el Sureste Mexicano, en el que convergen organizaciones de apoyo a migrantes, ha denunciado de manera reiterada que la política de contención migratoria del gobierno mexicano ha obligado a las personas migrantes a tomar rutas más peligrosas y controladas por traficantes de personas, y que sin la complicidad de autoridades de diferentes instituciones, la acción de los grupos de traficantes no sería posible.
“La política migratoria militarizada, represiva y violenta, obliga a las personas migrantes a que desplazan por el sur de México a tomar opciones y rutas cada vez más peligrosas, que ponen en riesgo su vida e integridad. Los terribles hechos de este accidente, son resultado directo de esas políticas del Estado que no garantizan los derechos fundamentales de las personas migrantes”, señalaron en un comunicado horas después del percance.
Mensajes y condolencias
En su cuenta de twitter el INM señaló que “lamenta el fallecimiento de personas migrantes en el trágico accidente ocurrido en Chiapas”, que coordina esfuerzos con autoridades nacionales, estatales y municipales, para brindar asistencia consular, identificar los cuerpos, cubrir los gastos funerarios y facilitar la repatriación de los restos a los países de origen; que se dará atención humanitaria a los sobrevivientes, alojamiento, alimentación y en caso de que acepten, Tarjetas de Visitante por Razones Humanitarias. También que coadyuvará en la investigación de los hechos.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador, también en su cuenta de twitter, señaló: “Lamento profundamente la tragedia ocasionada por la volcadura de un tráiler en Chiapas que transportaba migrantes centroamericanos. Es muy doloroso. Abrazo a los familiares de las víctimas”.
El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei dijo: “Lamento profundamente la tragedia en el Estado de Chiapas y me solidarizo con las familias de las víctimas a quienes ofrecemos toda la asistencia consular necesaria incluyendo las repatriaciones”.
Por su parte, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dijo que el gobierno mexicano se coordinará con las cancillerías de los países de donde son originarias las personas migrantes.
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