Productores de cacao llaman al cooperativismo para mejorar ingresos y ayudar al planeta
*El cacao es un cultivo ancestral, emblema representativo de la cultura precolombina y con gran valor para la agricultura mexicana.
*Víctor Villalobos Arámbula, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, aseguró que este cultivo representa una alternativa productiva para atenuar los impactos que ha traído consigo la contingencia sanitaria.
Orlando López Báez, profesor e investigador de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) dio a conocer que, está trabajando en un proyecto para incrementar la producción sostenible en sistemas biodiversos como es el cacao.
El profesor aclaró que no se trata de un monocultivo, sino de aprovechar la biodiversidad de un sistema agroforestal, pero cuando se habla de este debe haber un cultivo base para la economía del campesino.
López Báez explicó que se aprovechan tanto los frutales como maderables pero son ingresos eventuales, por ello, la importancia de una base económica que en este caso es el cacao, sin embargo, el problema que ven en estas plantaciones es que ya son muy viejas.
Mencionó que quienes han hecho estudios en otros países sobre la económica dicen que, la edad máxima de una plantación de cacao es de 30 años, posterior a ello, se debe pensar en renovarla, es decir, hacer nuevos árboles y productivos, donde entra el concepto de vida perenne.
El investigador dijo que, la inversión que se hace en las semillas lleva todo el peso del futuro, pues deben tener plantas de cacao que al menos produzcan un kilo, han encontrado árboles sobresalientes que dan 34 kilos de espectadores al año, pero son muy pocos.
Si hiciéramos un estudio de como esta la estructura productiva de las plantaciones encontraríamos que en promedio 500 árboles que tiene un productor, hay un 30 o 40 por ciento de arboles que producen 100 0 200 gramos, hay otro grueso donde más de la mitad producen 300 gramos, los que producen espectacularmente son muy pocos, pero están y hay que ir por ellos, expuso el académico.
En este sentido, López Báez señaló que han avanzado en un programa de mejoramiento participativo con los productores, ubican los mejores árboles y los propagan, pero por injerto, no pueden sembrar semilla.
Indicó que, el cacao al igual que el maíz es una especie alógama (se producen por medio de polinización cruzada), si pierde su valor genético en el campo, es decir, una segregación y árboles malos en producción, trabajan para enseñar métodos para injertar en campo.
Aunado a ello, acentuó que han encontrado resistencia este método, debido a que los productores se oponen al injerto porque tienen conceptos mal explicados, respecto a que se le está cambiando la genética, cuando no es así.
Son sus propios materiales, hablamos del concepto de poli clones, donde en una plantación debe haber por lo menos 10 árboles, 10 clones propagados, pero si cada uno da cerca de 3 kilos seco el año, estamos pasando la tonelada. Tenemos plantaciones con productores a nivel experimental hemos rebasado la tonelada por hectárea, si se puede hacer el uso sostenible del cacao partiendo de la genética, y tenemos material en México está ahí en las plantaciones, hay que ir por él, guardarlo, explotarlo y aprovecharlo, finalizó el investigador.
Por otro lado, Eder Herrera López, productor de cacao y actual representante de la Organización de Productores de Cacao Sostenible Rayen, ubicada en el municipio de Tapachula, compartió que el cacao es la planta más noble que se puede combinar con otras siembras.
Puntualizó que, los productores tienen grandes retos, saber que es el cooperativismo como sector agropecuario, y que empezar con la capacitación en el emprendimiento, esto para nuevas empresas que se dediquen a la agroalimentación.
Herrera López dijo que, el cacao es un alimento y una semilla de los dioses, eso les da impulso para seguir trabajando con sus parcelas y que las nuevas generaciones aprendan de este cultivo tan noble.
A su vez, Yolanda Pérez González, productora de la localidad de San Lucas Arroyo Palomo del municipio de San Juan Bautista Valle Nacional, Oaxaca, también se dedica a la producción de cacao, cuenta con una parcela -cerca de una hectárea- que se encuentra en la etapa de floración y desarrollo de la mazorca.
Dijo que, en el mes de noviembre empezará la época de cosecha y espera tener mejor rendimiento gracias al nuevo manejo que empezó a realizar a través de la Estrategia de Acompañamiento Técnico.
Me siento orgullosa de ser una productora de la Escuela de Campo, ahí intercambiamos conocimientos, todos enfocados a producir y cuidar la salud de nuestras familias, compartió Pérez González.
Por su parte, María del Carmen Jiménez Álvarez, productora de cacao de Comalcalco en Tabasco, compartió que no solo viven del cultivo de cacao, sino de lo que hay dentro como es la madera y los frutales.
Comentó que, el cacao es raíz, costumbre y alimento, les da fuerza para seguir todos los días en el campo, algo que los orgullece y da energía, sin embargo, reconoció que han sufrido con la sequía o inundaciones, esto afecta la floración y atrasa el proceso de cosecha.
Yo sigo luchando para la conservación de esta fruta predilecta que es el cacao, mis terrenos son pequeños los he adquirido a base de mi trabajo y ahorros, aquí venden parcelas y no hectáreas, mencionó Jiménez Álvarez.
Cabe mencionar que, Víctor Villalobos Arámbula, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, afirmó que el cacao se ha posicionado en México y América Latina como uno de los productos que suma a la recuperación productiva y económica, por su creciente demanda e interés en los mercados internacionales.
El funcionario federal subrayó que, el cultivo del cacao contribuye a disminuir la migración del campo y que los jóvenes, se queden en sus comunidades y sean parte de esta actividad productiva que va en aumento.
Villalobos Arámbula indicó que México cuenta con importantes recursos y activos como la transmisión del conocimiento generacional, una industria con creciente demanda, de recursos genéticos, materiales criollos locales de alta calidad, con 13 variedades de cacao registradas en el Catálogo Nacional de Variedades Vegetales del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), y un banco de germoplasma del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) en Chiapas.
Precisó que en la producción cacaotera del país participan alrededor de 40 mil familias dedicadas a la actividad primaria, con más de 61 mil hectáreas sembradas y una producción que rebasa las 30 mil toneladas, con gran potencial, calidad y rendimiento.
Refirió que México está considerado como centro de domesticación de esta especie y se atribuye a los mayas la difusión de su uso, en su sistema económico, como medicina y alimento.
Por último, mencionó que en los años 1500 a 400 antes de nuestra era, la cultura Olmeca fue la primera en descubrir el sabor del cacao e iniciar su proceso de domesticación en el sur del país.
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