Manifestaciones en Chiapas impiden a AMLO entrar a «La Mañanera», presidente descalifica protestas

El Presidente AMLO permaneció dos horas en el interior de su auto. Foto: Samuel Revueltas

En Chiapas, manifestantes retienen dos horas al presidente Andrés Manuel López Obrador. se trata de maestros, padres de desaparecidos, madres de mujeres víctimas de feminicidio, estudiantes rechazados de las escuelas, estudiantes normalistas que quieren la permanencia de sus escuelas, trabajadores de salud que exigen mejores condiciones de trabajo, y otras personas que consideran sus demandas no han sido atendidas, interceptaron al presidente Andrés Manuel López Obrador afuera del cuartel de la VII Zona Militar, cuando se dirigía a la conferencia de “La Mañanera”.

Pedían ser escuchados, pero el presidente de México, como un medio de protesta ante el impedimento que tuvo para entrar a la conferencia de prensa, se mantuvo en el interior de su automóvil por dos horas, y luego  responde que no va a ser “rehén de nadie”.

Protestas anunciadas

La agenda que el presidente Andrés Manuel López Obrador planeó para este fin de semana en Chiapas, se hizo pública desde días antes, y se difundió a través de redes sociales. El jueves, organizaciones y grupos de personas que demandan solución a sus problemas, decidieron llegar a los lugares donde iba a tener reuniones o eventos, con la intención de ser escuchadas, o para entregarle documentos con sus peticiones.

La noche de ese día, personal de seguridad colocó vallas alrededor de la entrada de la VII Zona Militar, donde López Obrador iniciaría la gira con la conferencia de prensa conocida como “La Mañanera”.

Pero alrededor de las 5 de la mañana, las personas manifestantes empezaron a llegar, lograron saltar el primer cerco de vallas de metal, y colocarse en la entrada a donde esperaban que el presidente pasara.

A las 6:10, la camioneta donde iba el presidente llegó al lugar, custodiada por dos más, ya medio millar de personas lo esperaban, portando, muchas de ellas, letreros y lonas con sus demandas.

Le pidieron que se bajara , que los escuchara. El contingente más grande, el de maestros, rodeó el auto y le impidieron avanzar. Mientras, algunos familiares de jóvenes desaparecidos le pedían recibiera documentos donde narraban su situación.

El presidente bajó el vidrio de la camioneta y se dirigió a los maestros, les dijo que fueran con la Secretaría de Educación, que ella los iba a atender. Le contestaron que no, que demandaban una reunión con él. El presidente se negó y subió los vidrios, mientras personas de seguridad intentaban persuadir que lo dejaran pasar.

Ninguno  cedió. Pasaron los minutos, dos horas. Los manifestantes usaron entonces bocinas para que sonaran sus demandas: justicia para sus hijos e hijas, escuelas donde estudiar, equipo de protección para no contagiarse de COVID, mesas de diálogo para analizar reformas legales.

Entonces el presidente decidió hacer una video llamada desde la camioneta, para transmitirla en “La Mañanera”, que ya había empezado sin él, en el interior de la zona militar.

Foto: Andrés Domínguez

“Decidí no entrar por la fuerza»

“Tenemos una situación algo especial, tenemos que realizar esta mañanera. Yo estaba a punto de llegar para participar en la reunión de seguridad. Pero a la entrada del cuartel un grupo de maestros de la CNTE de Chiapas nos impidieron la entrada, bajo la condición de que teníamos que atenderle de inmediato y resolverle sus demandas”, dijo mientras su imagen de él al teléfono, era proyectada en la conferencia matutina.

El presidente descalificó al movimiento magisterial, dijo que “esto no lo podemos permitir porque no puede, el presidente de México, ser rehén de nadie. Hemos atendido a los maestros de México y los vamos a seguir atendiendo. Pero en el caso de Chiapas y también de Michoacán, hay intereses creados por las dirigencias. Esto no tiene que ver con las bases del magisterio. Yo no puedo someterme a ningún grupo de intereses, y decidí permanecer aquí. No voy a entrar por la fuerza (al lugar de la conferencia en el interior del cuartel militar)”.

“Decidí no entrar por la fuerza, es como una protesta de mi parte. Esto que están haciendo es completamente legal, pero indebido. Tienen derecho a manifestarse, pero nosotros no somos iguales a ellos, no somos corruptos”, sostuvo López Obrador.

Dijo que su gobierno no tiene pendientes con los maestros. “Este es un asunto más de intereses políticos. Pediría a las bases si es correcto lo que están haciendo, y si es correcto y si yo merezco este trato. Tengo la conciencia tranquila y estoy acostumbrado a enfrentar este tipo de asuntos y por la dignidad  de la investidura presidencial, no puedo someterme a chantajes de nadie”, insistió.

“Yo no establezco relaciones de complicidad mafiosa con ningún grupo de interés creado. Les estamos ofreciendo diálogo, que los atienda la Secretaría de Educación. Voy a estar aquí el tiempo que sea necesario. Si me permiten continuar mi gira”.

Afuera, las personas manifestantes escucharon el mensaje en sus teléfonos. A las 8:16 horas,  entendieron que el presidente no iba a bajar del auto, no iba a escucharlos, no iba a reunirse con ellos. Le abrieron paso a su camioneta, y el presidente se internó en las instalaciones de la zona militar.

Ahí, desayuno con los mandos militares y con el gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas. Decidió continuar la gira en Chiapas.

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