Miles de indígenas mostraron respaldo a autodefensas de Pantelhó, Chiapas

“Nuestra lucha no es política, sino por la vida”, explicaron durante una reunión a la que llegaron miles de indígenas de las 86 comunidades del municipio. Reiteraron que decidieron construir las autodefensas armadas “porque los narcotraficantes nos mataron más de 200 personas, y las autoridades los protegieron”.

“Nuestra lucha no es política, sino por la vida”, pueblo de Pantelhó. Foto: Ángeles Mariscal

 

Pantelhó, Chiapas. La comunidad San José Buenavista Tercero, ubicada en las cañadas de Pantelhó, se convirtió en el centro de reunión de indígenas tsotsiles y tseltales que decidieron armarse para detener el asedio del crimen organizado, que durante años, han vivido.

“Fue de apoco que fuimos pensando, que nos fuimos juntando para hablar de lo que sufríamos”, explicó Jeremías Pérez. Él y su familia fueron algunas de más de 3 mil 500 personas que la mañana del domingo 18 de julio, recorrieron a pie -algunos en pequeñas camionetas-, las veredas y caminos de esta tierra fértil y paradisiaca, que se había convertido en una tierra acosada por el crimen organizado.

Las historias de terror que vivieron se cuentan por cientos. Uno de los comandantes de las autodefensas explicó que sus agresores, personas que aún ocupan cargos en la presidencia municipal de Pantelhó, le secuestraron a su hija cuando tenía 4 años.

Vestido con ropa de estampado camuflado en colores verde olivo, con una pistola tipo escuadra que le cuelga en la cintura, y un radio a través del cual se comunica, el comandante no puede evitar que a través del pasamontañas, se note como se le nublan los ojos al recordar ese evento.

El asesinato del ex director de la organización Las Abejas de Acteal, Simón Pedro Pérez, el pasado 5 de julio, fue lo que los hizo salir a la luz para tratar de expulsar a sus agresores de la cabecera municipal de Pantelhó, lugar donde habían encontrado refugio; pero la historia de la conformación de lo que ahora se conoce como “Autodefensas del Pueblo El Machete”, vienen de muchos meses atrás.

Fueron analizando su situación, hicieron visitas a autoridades del gobierno del estado, y entregaron diversos documentos pidiendo su intervención para detener a sus agresores; la última carta de auxilio fue la del 26 de junio pasado.

Querían solucionar el acoso del crimen por la vía pacífica, porque personas como Simón Pedro y otras, se resistían a que la vía armada fuera la solución. Pero no obtuvieron una respuesta de las autoridades que les indicara que debían abandonar el camino de las autodefensas.

Contrario a ello, integrantes del crimen organizado les fueron matando a varios de sus autoridades comunitarias y otros líderes de la región. Uno de ellos fue Enrique Pérez Pérez, emboscado a principios de este año, cuando se encontraba en su parcela. Él fue uno de los fundadores de las autodefensas y en su honor, este domingo, colocaron en el centro de la reunión una lona con su imagen.

Así que de a poco, en silencio, cooperaron del dinero que iban obteniendo por la venta de café; compraron armas, uniformes, se entrenaron, diseñaron el logotipo de su organización, que ahora luce estampado en las camisetas negras que portan,  en la lona que colocaron a la entrada de San José Buenavista Tercero, y en el centro del poblado donde fue la reunión a la que representantes de las comunidades de Pantelhó asistieron para manifestar su apoyo a las autodefensas.

Pobladores de Pantelhó, Chiapas. Foto: Ángeles Mariscal

A San José Buenavista Tercero llegaron desde las primeras horas de este domingo 18 de julio. Mujeres con sus trajes tradicionales de las etnias tseltal y tsotsil, hombres de manos callosas y piel curtida por el trabajo en el campo, se fueron colocando alrededor de la cancha de basquetbol que ocupa el centro del poblado. Sumaron más de 3 mil 500 personas provenientes de las 86 comunidades de Pantelhó.

Nunca el centro de este pequeño poblado había reunido tantas personas, este día solo cupieron colocándose en los techos de la escuela y en el de algunas construcciones cercanas. Era importante que manifestaran de manera pública su respaldo a las “Autodefensas del Pueblo El Machete”. En la reunión, también reiteraron su decisión de expulsar por su cuenta a personas que las han asediado, personas involucradas con el crimen organizado.

Invitaron como testigos a periodistas; y para que no hubiera duda de que su lucha no es contra el gobierno mexicano, que no es política, sino “por la vida”, también convocaron a autoridades del gobierno federal, que  en la reunión estuvo representado por Josefina Bravo, titular de la Comisión para el Diálogo con los Pueblos Indígenas de México de la Secretaría de Gobernación.

Luego de acomodarse y presentarse, su primera acción fue hacer una oración en sus lenguas maternas. El sonido de los rezos y plegarias inundó el lugar y se tornó en una energía que vibraba.

No se necesitó una traducción para entender algunas palabras relacionadas con su petición a “Dios Padre”, “Dios Madre”, para que la violencia acabe y que los narcotraficantes abandonen esta actividad y encuentren el camino de la vida. Al anciano que guió la oración se le quebró la voz, y de algunos de los ojos de los presentes salieron lágrimas.

Esta región tiene la fuerte influencia de las enseñanzas del obispo Samuel Ruiz García, quien conformó lo que se conoce como “iglesia autóctona”, reconoció los saberes y las creencias de los pueblos originarios, y crearon Iglesia y pueblo una doctrina emancipadora que les permitió cuestionar las situaciones de injusticia en las que viven, y luchar “por la construcción del reino de Dios en la tierra”.

En la región hay ahora personas de diferentes cultos religiosos, pero que conservan la guía de las doctrinas emancipadoras, lo que les permitió organizarse para conformar las autodefensas, sin importar la religión que profesan. Hoy todas las personas reunidas rezaron juntas.

Después, una de las mujeres líderes leyó la petición de las 86 comunidades del pueblo de Pantelhó. Identificaron con nombre y apellido a quienes ubican como sus agresores, muchos y muchas de ellas incrustadas en el aparato de gobierno municipal.

“Bajo la coordinación de la alcaldía cuentan con la participación del crimen organizado los policías municipales y las policías sectoriales, tal es la razón que de nada ha servido para exigir justicia”, señalaron.

“Durante estos años todas las comunidades han recibido temores, sin el derecho a vivir en paz, sin seguridad, sin justicia (…) por esta razón se levantó el grupo de autodefensas del pueblo indígena, con el fin de defender la vida y el derecho de nuestros hermanos”, señala su comunicado.

Ahí informaron que no reconocen a las autoridades electas el 6 de junio pasado, porque también las acusan de pertenecer al crimen organizado; anunciaron que el próximo 1 de octubre elegirán a sus nuevas autoridades por el sistema de usos y costumbres; y que las autodefensas se mantendrán hasta que termine el acoso y presencia de los grupos criminales.

Luego de dar su palabra, le dieron la voz a Josefina Bravo. La funcionaria reconoció que la región de Pantelhó forma parte de un corredor del crimen organizado que opera en Chiapas.

Dijo que va a impulsar el diálogo, que se van a investigar las denuncias, y que respeta las decisiones de las comunidades que organizaron su grupo de autodefensa.

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