Trabajo infantil empodera a menores por ayudar a sus familias en marginación

Chiapas a la cabeza en trabajo infantil

*La situación de las infancias en Chiapas experimentan a diario: discriminación de clase, género, etnia y edad. Sin embargo, las niñas tienen menos ventaja que los niños.

Sarai Miranda Juárez, catedrática del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) señaló que, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) declaró el 2021, como el año para la eliminación del trabajo infantil, una incongruencia ya que México junto a otros países atraviesan una crisis de salud, económica y desempleo debido a la pandemia, esto impacto el bienestar de las familias, lo que dificulta alcanzar el objetivo.

Mencionó que, en el caso de Chiapas, cuando las y los turistas van a los pueblos mágicos o urbanizados, se cuestionan sobre quienes explotan a los niños y niñas, pero más que ello, es un trabajo en el ámbito familiar y de supervivencia.

Miranda Juárez reconoció que el trabajo de la infancia es una práctica social heterogénea, que puede ir desde un contexto en las unidades domésticas o en los sectores informales de la economía, entre ambos extremos hay una gama diversa de participación laboral.

Puntualizó que el trabajo de niños y niñas se mide en un módulo de “trabajo infantil” en la Encuesta de Ocupación Infantil y Empleo, a nivel nacional en el 2009, el porcentaje de infantes que trabajaban era del 11%, 10 años después, disminuyó a 7.5 por ciento. En Chiapas, paso del 16% al 12 por ciento.

Sector de actividad

La investigadora enfatizó que, en el sector primario, se ha enfocado al trabajo agrícola, porque es el que más absorbe la participación de la niñez, en el 2009 hubo una participación del 50%, en el 2019 fue de 49.8 por ciento, tiene que ver con el desmantelamiento agrícola de las comunidades y la crisis en el sector agropecuario.

Explicó que muchas personas ya no ven factible vivir en el campo, ni siquiera para la autosuficiencia alimentaria, lo que dio pie a las migraciones, pues se han distribuido en las comunidades rurales, esto impacta el lugar donde trabajan niños y niñas.

Agregó que, la crisis del sector agrícola se debe a la disminución de políticas públicas, el disentimiento del estado para el apoyo para los productores rurales que no estan capitalizados como al  campo, la ayuda es para aquellos que pueden generar divisas y exportar.

Miranda Juárez dijo que, en el sector secundario (industria y construcción) también hay presencia de niños y niñas, pero estos trabajos se consideran más peligrosos, porque tienen que cargar objetos pesados, ingresar a minas y construcciones, con una infraestructura y condiciones de riesgo.

El nivel terciario (comercios y servicios) una tercera parte de los niños que trabajan lo hacen en este sector, sobre todo asociado a los lugares urbanos donde puede haber comercio informal, solicitar trabajo doméstico a puerta cerrada, y actividades al aire libre -semáforos y mercados-.

La Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2019 estima que en México 3.3 millones de niños y niñas de 5 a 17 años se encuentran en condiciones de trabajo infantil; esto representa una tasa de 11.5 por ciento. Cortesía: Centros conacyt

La catedrática indicó que, el sector agropecuario en Chiapas es la niñez jornalera, un ejemplo de ello, es la región del soconusco donde familias guatemaltecas indígenas y de otras regiones llegan a trabajar en las plantaciones de café, caña, y plátano, al ser una región muy fértil, existen rancherías y grandes empresas que hacen contrato familiar.

Aunado a ello, están quienes trabajan en parcelas familiares, es una práctica cultural indígena, ya que desde pequeños aprenden a ganarse la comida y a colaborar con las dinámicas de reproducción social de esas familias.

En el sector terciario hay diversas modalidades, sin embargo, dijo que la más conocida es la de las y los vendedores ambulantes en contextos familiares, por ejemplo, una niña que vende artesanías, pero siempre cuenta con la presencia de la madre, tía, o hermano mayor quien vigila que no le pase nada y que solo realice esa actividad.

Algo importante y que debería preocupar al estado es la niñez que trabaja en labores domésticas y de cuidados a puertas cerradas (…) en el peor de los casos hay muchísimos maltratos, porque al ser a puerta cerrada nadie vigila eso, en el mejor de los casos se le cumple con la escolaridad, pero significa que en la tarde o mañana tendrán una triple jornada de trabajo: ir a la escuela, hacer las labores de la casa y las actividades escolares, mencionó la investigadora.

Agregó que la niñez que trabaja en pequeños comercios y establecimientos en localidades urbanas y semiurbanas son contratados para ayudar en una tienda, cibercafé, o para hacer los mandados en algún establecimiento comercial, y puede ser remunerado en dinero o especie.

Miranda Juárez exteriorizó que, ante este panorama, Chiapas está en desventaja si se compara con los promedios nacionales y tendencias internacionales, desde la pobreza hasta la participación de las niñas y niños.

Oportunidades de niñas y niños

Cada 12 de junio se conmemora el Día Internacional contra el Trabajo Infantil, lo que representa una oportunidad para reflexionar sobre las múltiples implicaciones que se articulan alrededor de este fenómeno social. Cortesía: Centros conacyt

La catedrática mencionó que, en investigaciones y literatura especializada relatan que el trabajo de la niñez empodera, pues al cooperar con sus familias se sienten mejores personas, además ante un contexto de violencia, al poder aportar les da la oportunidad de negociar el trato con los mayores, y ganar respeto.

También es una oportunidad de aprendizaje, muchos padres y madres de familia consideran que la mejor herencia que le pueden dejar a los niños y niñas es que aprendan un oficio, porque desde pequeños saben trabajar y “ganarse la vida”.

Si en algún momento les faltan ellos ya les dejaron el aprender un oficio, porque a lo mejor no tienen una casa o patrimonio que dejarle. Otra cuestión es que el aporte a las economías familiares es muy importante, porque en algunas investigaciones se ha visto que las familias cuando estan en una crisis muy fuerte, dependen a veces para comer de lo que aportan las niñas y los niños, expuso la catedrática.

Actuar del Estado

Miranda Juárez resaltó que, el estado mexicano ha firmado convenios que la OIT ha propuesto para eliminar el trabajo infantil, además las políticas públicas que ha implementado se reflejan en las entidades federativas y en los gobiernos municipales, pero estas son “políticas públicas punitivistas y estigmatizantes”.

Mencionó que, la Secretaría del Trabajo realiza al año dos reuniones con la Comisión Interinstitucional para la Erradicación del Trabajo Infantil en el Estado de Chiapas (CITI) y  siempre es lo mismo, es decir, quieren proteger a la niñez en situación de mendicidad -niños y niñas vendedores ambulantes-.

Ahí hay una confusión, lo que quieren es que no trabajen, en el fondo hay mucho estigma y castigo porque son niños indígenas y pobres, no quieren que se vea en las calles, se llaman políticas de limpieza social (…) estas políticas en general son superficiales porque no se llevan a cabo, cuando si son punitivas, dijo la investigadora.

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Enfatizó que, hay familias en la cárcel quienes son detenidos con el pretexto de la Ley de Trata, donde las madres y padres están en la cárcel, y las niñas y niños van al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de las Familias (DIF).

Debido a lo anterior, remarcó que es grave porque la niñez cuenta con un derecho constitucional, que es vivir con su familia, al no cumplir con ello, provocan que exista una desprotección, y estarán expuestos a trabajos donde pueden correr más riesgos.

OIT

Miranda Juárez mencionó que, la OIT ha pedido varios compromisos de los estados miembros a adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso de niños, niñas y adolescentes, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y trata de personas.

Asimismo, asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y esperan en 2025 poner fin al trabajo infantil en todas sus formas.

La OIT realizó un informe, con el que dio a conocer que por la pandemia hubo un aumento significativo en el trabajo de niñas y los niños, por la disminución en los ingresos de los hogares, esto por las campañas de quedarse en casa.

Por lo regular los estados nacionales, se limitaron justo a eso a quedarse en casa, pero no apoyar al ingreso de las familias, siempre que hay una crisis económica o social es movilizar a toda su fuerza de trabajo incluyendo a los niños y a las niñas, expuso la investigadora.

De la población de 5 a 17 años, 73.0% (20.8 millones) participan en quehaceres domésticos y 5.3% (1.5 millones) realiza quehaceres domésticos en condiciones inadecuadas. Cortesía: Centros Conacyt

Dijo que, apenas en el 2016, se había logrado un descenso en el número de niños y niñas que trabajan en el mundo, paso de 152 a 160 millones, entre 5 y 17 años, la mitad de ellos en trabajos peligrosos.

Otra estimación señaló que, con la crisis del covid se sigue profundizando en términos económicos, de bienestar y apoyos estatales, por lo que estiman que 9 millones más serán empujados a una situación laboral, que se verá con más claridad en el 2022.

La investigadora comentó que, Chiapas es caracterizado por su pobreza, marginación y desigualdad, además el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) mencionó que, el 76% de la población vivía en situación de pobreza, es decir, 34.5 puntos porcentuales mayor que el nacional.

Por último, la mitad de la población en Chiapas, de 0 a 17 años no cuenta con las concepciones básicas para acceder a la alimentación, salud, educación y servicios básicos, y cuando se trata de niñas y niños que hablan una lengua indígena, aumenta el nivel de pobreza.