Muerte de niña desplazada visibiliza que «enfermedad y muerte llegan más pronto que el retorno»
*“Hermanita María del Carmen, desde Acteal, Casa de la Memoria y Esperanza, sube y vuela alto tu dignidad a través de las llamas de las candelas que te hemos encendido alrededor de tu pequeño ataúd, en donde te acompañamos desde la iglesia de la Virgen de la Masacre de Acteal una última noche, noche en la que también la lluvia vino a abrazar tu memoria y tu alma” fue el mensaje de despedida.
La Voz de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, dio a conocer que, en el marco del Día del Niño, falleció María del Carmen Jiménez Ramírez, quien fue desplazada junto a sus papás en Acteal desde hace un año y ocho meses, sin embargo, la enfermedad y la muerte llegaron más pronto que el retorno.
Compartieron que, Jiménez Ramírez nació desplazada en Acteal hace seis meses, con una vida corta difícil, pues vivir hacinados en un pequeño cuarto de madera con piso de tierra y compartir una cocina entre seis familias, donde la leña húmeda y el humo tupido se penetra en los pulmones de las mujeres, niñas y niños.
Aunado a lo anterior, está la preocupación y la incertidumbre de la madre de Jiménez Ramírez de no saber cuándo podrá retornar a su casa, eso hizo que ella se enfermara.
La Organización acentuó que, ella había enfermado hace unas semanas, aunque se había puesto bien, de pronto volvió a ponerse mal, la noche del 28 de abril cuando iban a retornar al barrio “Río Jordán”, las mujeres y entre ellas su mamá no podían conciliar su dolor y el llanto cuando, a ello se sumó que el retorno se había abortado.
Después de que habían puesto toda su esperanza y alegría que por fin podían regresar a recuperar sus casas y su historia, y toda esa angustia de la mamá de la bebé la ingirió a través de la leche que comía, contó la Organización.
La noche del 29 de abril, Jiménez Ramírez no pudo dormir de llanto, además no sabían lo que tenía, cuando sus papás la llevaron al hospital en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, el día 30, la carretera en malas condiciones, la distancia entre Acteal y el hospital, la indiferencia del tráfico vehicular y la desesperación hicieron que se complicara su situación, así nada ni nadie la pudo salvar.
La pequeña niña María del Carmen, no cabe duda que muere en el marco de desplazamiento forzado, muere en un México en donde los pueblos originarios son despojados de su territorio, pero sobre todo en un México en donde no se garantizan los derechos y la vida de las niñas y niños, mencionó la Organización.
Enfatizaron que, al igual que la pequeña, más niños y niñas han sido víctimas del desprecio, la impunidad y de la guerra de exterminio.
Cabe mencionar que, el pasado diciembre se cumplieron 23 años de la matanza de 45 hombres, mujeres y niños en el paraje de Acteal, en Chenalhó, donde una vez más, amigos, familiares y sobrevivientes de la masacre perpetrada por un grupo paramilitar, exigieron cárcel para los autores intelectuales, y que los autores materiales ahora gozan de impunidad tras ser excarcelados.
Los hechos ocurrieron la mañana del 22 de diciembre de 1997, en la comunidad de Acteal, cuando un grupo armado de corte paramilitar con balas y machetes sorprendieron a hombres, mujeres y niños que se encontraban en el campamento, muchos de ellos refugiados en la ermita donde rezaban.
A quienes les arrebataron la vida, hoy las recordamos, las hacemos presente. Enarbolamos su voz que clama memoria, justicia y verdad, dijeron los indígenas hoy en Acteal.
Recordaron que fue el obispo jTatik Samuel Ruiz García, quien los apoyó en los momentos más difíciles para sobrellevar esta tragedia que enlutó a todos los pueblos originarios de Chiapas, perseguidos y criminalizados por buscar justicia y paz.
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