Importante transitar hacia una nueva construcción de maternidades que ponga en el centro la libre determinación

El rezago social genera las condiciones para que las indígenas ignoren los derechos reproductivos. Imagen: Archivo

*El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer que, en 2020, siete de cada 10 mujeres de 15 años y más han tenido al menos un hijo nacido vivo (72.4%).

*En el 2019, la tasa de fecundidad en adolescentes que hablan lengua indígena fue de 73.5 hijos por cada mil mujeres de 15 a 19 años, dato que contrasta con respecto a la fecundidad de las adolescentes que no hablan lengua indígena 41.2 por cada mil.


Melel Xojobal en el marco del Día de la Madre bajo el entusiasmo de mujer reproductora, cuidadora y benefactora, consideró importante visibilizar la importancia de una nueva construcción de las maternidades que ponga en el centro los derechos de las niñas, adolescentes y mujeres a la libre determinación, a decidir sobre sus cuerpos y a una vida libre de violencias.

Por ello, este 10 de mayo de 2021, hicieron un llamado a las autoridades de todos los niveles, a los medios de comunicación y a la sociedad en general a seguir trabajando en la defensa de los derechos de las niñas y mujeres adolescentes al acceso oportuno a la información sobre la salud sexual y no reproductiva, embarazos no deseados y su posible interrupción, y enfermedades de transmisión sexual (ETS) para el bienestar físico, emocional, mental y social de las niñas, niños y adolescentes.

Así como al fortalecimiento de capacidades para que niñas y mujeres adolescentes ejerzan su derecho a decidir, también a acceso a derechos políticos, sociales, económicos, sexuales y reproductivos.

Otro de los puntos mencionados por Melel Xojobal fue la deconstrucción de los mandatos sociales que imponen la maternidad como destino natural de los proyectos de vida de las mujeres.

Aunado a ello, el construir de manera social maternidades y paternidades equitativas, que visibilicen el trabajo de crianza y de cuidados que desde la historia ha sido adjudicado solo a las mujeres.

Al mismo tiempo, dio a conocer que, a nivel nacional, Chiapas ocupa el tercer lugar en número de embarazos en menores de 19 años y registra la segunda tasa más alta de embarazos en niñas y adolescentes con 5.42 por cada mil en el grupo de edad de 12 a 14 años y de 3.37 en el grupo de 10 a 14 años.

Mencionó que, 2000 existe en el Estado una tendencia al alza en las tasas de fecundidad adolescente, sobre todo en las poblaciones hablantes de alguna lengua indígena, con mayores niveles de marginación, analfabetismo y menores o ningún nivel de escolaridad.

Las niñas madres que pueblan las zonas rurales de Chiapas. Imagen: Archivo.

Añadieron que, para las niñas y adolescentes chiapanecas el matrimonio y la maternidad es un destino, pues la entidad tiene mayor tasa de matrimonios y uniones infantiles. En 2015, de cada 100 matrimonios 15 fueron de niñas, niños y adolescentes.

Según datos del censo 2020, el 5.9 por ciento de adolescentes mujeres entre 12 a 17 años ya se encuentran unidas y el 13.7% entre 12 y 19 ya han tenido un hijo o una hija.

Es innegable mencionar que estos fenómenos están relacionados al contexto de pobreza y vulnerabilidad asociado al género, edad, etnia, educación, condición económica, de salud, cultura, lugar de residencia, religión, costumbres, acceso a la información y violencias, que impiden la libertad plena y el desarrollo de un proyecto de vida de las niñas y adolescentes mujeres en Chiapas donde el 84% de la población de niñas, niños y adolescentes viven en situación de pobreza y 34% en pobreza extrema, expuso Melel Xojobal.

Lo anterior, se asocia a la histórica y elevada deserción escolar que incrementó con la pandemia, hubo un aumento al desempleo, carencia al acceso a las necesidades básicas, y la obligatoriedad impuesta a niñas, adolescentes y mujeres jóvenes de los trabajos de cuidados, esto les priva el derecho a continuar sus estudios, a tener mejores empleos y/o a desarrollar sus planes de vida y asumen la maternidad solas y con difíciles situaciones económicas y emocionales.

Enfatizó el incremento visto en los últimos años de los embarazos en adolescentes, lo que evidencia las brechas en la aplicación de políticas públicas, en particular de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) que a nivel estatal no cuenta con estrategias específicas para la atención de la población adolescente indígena, carece de mecanismos de seguimiento y evaluación, y es carente de presupuesto suficiente que garantiza su sostenibilidad.

Por último, señaló que si bien se cuentan con datos estatales, no existe suficiente información estadística a nivel municipal sobre el comportamiento de esta situación social, lo que dificulta diseñar intervenciones que tengan mayor impacto en la reducción de esta problemática y atiendan la salud pública y los derechos no reproductivos de niñas, adolescentes y jóvenes mujeres empobrecidas en situaciones de mayor vulnerabilidad.

Cabe mencionar que, Investigadoras de Lo Público es Nuestro y la Red de Mujeres de los Pueblos Indígenas y Afrodescendientes de Chiapas, mencionaron que según la Encuesta Intercensal 2015, del total de mujeres entre 10 y 18 años del estado, 9.3% eran madres, esta situación se complejiza en contextos de exclusión tal como las poblaciones indígenas.

En la investigación, se dio a conocer que en Chiapas 9.3% de las mujeres adolescentes de 10 a 18 años eran madres, asimismo, de los 119 municipios del estado, 39 tienen un porcentaje superior a 11 % de embarazo en la adolescencia.

Los municipios de San Andrés Duraznal (18.69%), Mitontic (17.44%), Jitotol (16.04%), Nicolás Ruiz (15.64%) y Amatán (13.77%) reportaron el mayor porcentaje de madres adolescentes, es decir, que Chiapas se encuentra casi dos puntos porcentuales por encima de la media nacional de embarazo en adolescentes.

Mencionaron que, el embarazo en la adolescencia incide de manera directa en el plan de vida de ellas y ellos, a escala nacional, el embarazo en adolescentes es la sexta causa de abandono escolar entre jóvenes, para las mujeres es la segunda causa de deserción.

Búsqueda de la despenalización del aborto

Integrantes de diversas organizaciones feministas estuvieron en la reunión con Brito Mazariegos. Cortesía: Campaña Estatal por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito en Chiapas.

Feministas de diversas agrupaciones, integrantes de la Campaña Estatal por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito en Chiapas, se reunieron el 29 de septiembre de 2020 con Ismael Brito Mazariegos, quien era Secretario General de Gobierno del Estado, para entregarle el proyecto de iniciativa que busca despenalizar el aborto en la entidad.

Durante la reunión expusieron ante el funcionario la urgente necesidad de despenalizar el aborto, puesto que Chiapas registra el mayor índice de embarazos adolescentes y muerte materna, además de que, desde la Campaña, señalaron que al menos el 55.4% de las chiapanecas no cuenta con el acceso a un método anticonceptivo, lo que aumenta la probabilidad de embarazos no planeados para las mujeres.

Las activistas presentes en la reunión también destacaron en que aprobar leyes que de interrupción legal del embarazo es un asunto de salud pública y derechos humanos de las mujeres, por lo cual debe ser abordado bajo una perspectiva cultural y no desde una mirada religiosa.

Para finalizar, dicha iniciativa ya había sido inscrita en el Congreso del Estado de Chiapas por varias organizaciones feministas de la entidad, en colaboración con la Diputada Adriana Bustamante Castellanos.

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