“Mamá», entre la veneración y violencia a la figura materna
*En la actualidad, Méndez Rodríguez forma parte del equipo docente de la Escuela de Cine Documental de San Cristóbal de Las Casas. En 2009 fundamos Néstor Abel Jiménez Díaz y yo la revista cultural “K’uxaelan”, y de 2009 a 2020 formé parte del colectivo de comunicación alternativa Koman Ilel.
Juan Antonio Méndez Rodríguez, cinematógrafo y director, originario de la comunidad de Oxinam del pueblo tsotsil de Mitontic, a través de una entrevista compartió sobre su largometraje “Mamá”, dicho proyecto nació en 2016, cuando fue aceptado para participar en un diplomado de cine en San Cristóbal de Las Casas para aportar en otro trabajo como fotógrafo.
Méndez Rodríguez comentó que el diplomado se enfocaba en el desarrolló de proyectos documentales desde una carpeta de producción, es decir, imaginar una historia, escribirlo, pensar en cómo se verá, que temas tocar, pero de manera profunda, ahí se dio cuenta que tenía algo que contar, la historia de las mujeres que son madres solteras, pero en particular la historia de su madre.
El cinematógrafo señaló que, alrededor de sus 25 años tuvo una crisis existencial, no sabía qué hacer con la vida y que el peso del mundo recaía sobre él, en ese momento pensó que a la misma edad su madre estaba criando a alguien de 8 años, reflexionando en cuantas cosas viven las mujeres y no pueden hablarlo o tener tiempo para una crisis existencial.
Agregó que, la película trata de la historia de una mujer indígena que sale de su comunidad para hacer su vida, con la ilusión de seguir estudiando y tener una profesión, pero en medio de muchos obstáculos, en un principio ser mujer, alguien que debe estar en la casa y cumplir con el destino de casarse y tener hijos, la ley de la comunidad.
Contó que de pequeña su mamá sabía que quería estudiar y salirse de su comunidad, para no quedarse como una mujer más que atiende a la familia y a los hombres, sin embargo, en una ocasión llegaron unas personas a pedir a la hermana mayor de ella, pero al no encontrarse en ese momento, los padres resolvieron en dar a otra de las niñas, su madre.
Ese fue el primer momento donde truncaron la posibilidad de su madre se seguir sus sueños como la posibilidad de decidir, al ser una alumna destacada, los maestros la identificaban y notaron que ya no se presentaba a la escuela, le preguntaron a una de sus amigas si sabía lo que pasaba, ella les comentó que la iban a casar.
Añadió que los maestros fueron a la presidencia de Mitontic contaron la historia, de que a una niña se le estaba quitando la posibilidad de seguir estudiando, los policías municipales llegaron y encarcelaron al padre por prohibirle continuar educándose.
La solución a que llegaron es que esperarían a que terminara la primaria y ya luego se casaría, mi mamá estaba a punto de terminarla, al saber que regresando a casa iba a tener que casarse, lo que hizo es que el día de su graduación huyo de ahí y se fue a San Cristóbal, expuso el director.
Acentuó que, llegando a la ciudad, enfrento el racismo y el ser una niña indígena, siendo este punto una de las primeras cosas que quiso contar el cinematógrafo. En San Cristóbal, la madre del director fue perseguida por quien fuera su padre, quien empezó a acosarla, perseguirla y violentarla.
Al tener una posición economía, creo que se valió de eso para convencer a una adolescente que no tenía mejor posibilidad de juntarse con él, pero mi papá ya tenía esposa y 3 hijas, él estaba con la idea de tener un hijo varón y esa fue la situación que provoco que mi mamá fuese perseguía y acosada, agregó el director.
Con base a lo anterior, enfatizó que la historia cuestiona por qué la sociedad enarbola la maternidad, una figura importante a nivel nacional como la Virgen de Guadalupe porque es madre de los mexicanos y de Jesús, en los pueblos originarios hablan de la madre tierra, la que provee vida, pero hay una gran violencia que se ejerce sobre la misma figura.
Aunado a ello, estaba el cuestionamiento del por qué un hombre que tiene hijas necesita buscar al hijo varón, Méndez Rodríguez entiende que no era la culpa de su padre, pues creció en una sociedad que le decía que el hombre es importante y tener hijo es fracasar.
Esa fue la motivación, decir que eso no estaba bien, hizo sufrir durante mucho tiempo a una mujer que era mi mamá y yo también al ser hombre la hice sufrir, cuando crecemos se nos inculta lo que es ser hombre y ser fuerte, ser hijo de una madre soltera, hay ausencia de la figura, entonces se te señala que eres alguien mutilado y crecemos con eso, por esa situación muchas veces fui violento con mi mamá, al grado de aventarle objetos, compartió el director.
Méndez Rodríguez dijo que sintió culpa de lo que hizo, por otro lado, abrirse y contar la historia con otras personas, que era algo que debía cambiar.
Por ello, la forma de convencer a su mamá de ser protagonista de su película, fue decirle que lo que le paso, les ocurre a muchas mujeres y sino hablaban sobre el tema no cambiaran nada, porque suelen guardarse todo por miedo o resignación.
Pero para el cinematógrafo, la mejor manera de hacer un cambio es que después de ver la película muchos hombres y mujeres se acerquen a las personas, aparte de ser un padre o madre descubrir quienes son, que les gusta y cuáles son sus sueños.
Ese es mi deseo con esta película, desde quererme sanar a mi y querer conocer y acercarme a mi madre, no se si es una condición de los que somos indígenas, pero somos cerrados a decir lo que sentimos, añadió el director.
Méndez Rodríguez compartió que, ha reflexionado mucho del quehacer cinematográfico, es decir, este tipo de contenidos deben ser una herencia para la sociedad, que es importante hacer arte para cambiar el futuro, plasmar conocimientos para que en la siguiente generación no siga existiendo la violencia.
Por otro lado, mencionó que entre 2011 y 2013 dirigió, fotografió y editó un largometraje que tenía que ver con el preso político Alberto Patishtan, en esos años se generó una campaña global para su liberación.
Al contrario de “Mamá”, que le permitió acercarse a su madre, grabar con sus tías, regresar a su comunidad y grabar escenas.
Con el estímulo Gabriel García Márquez para realizadores y realizadoras indígenas y afrodescendientes del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) le permitió el rodaje de la película de 2016 a 2019, el proceso de edición inicio en 2018, hasta el 2020 ha estado editando, probando, volviendo a grabar, pensando en la voz y sobre todo, lo han mostrado a persona y espacios donde se trabaja el cine, no solo el contenido sino el lenguaje y ver si les está funcionando.
Nos hemos tardado porque ha sido un proceso de aprendizaje, no conocía al 100% lo que es el cine, en 2019 obtuve el ECAMC (Estimulo a la Creación Audiovisual en México y Centroamérica para Comunidades Indígenas y Afrodescendientes) un estímulo impulsado por el IMCINE, nos dieron el apoyo para la posproducción, a principios de 2020 teníamos el dinero para empezar el corte final de la película y empezar con la posproducción, imagen y sonido, por la pandemia todo se retrasó, mencionó el director.
Aún así, señaló que han estado en los festivales de DocuLab Guadalajara, Impulso Morelia, Taller Carlos Velo de TV UNAM y Work in Progress del Festival Internacional de Pueblos Indígena y Afrodescendientes de Vancouver, donde el proyecto fue visualizado por gente que ha hecho cine.
Además, junto a su editor ha estado involucrados en otros proyectos, otra razón por la que han pausado el proyecto, pero para este 2021 quieren terminarlo.
Estoy pensando que nos faltan 3 cortes máximos para terminarla, vamos a recoger los comentarios de estos espacios, hacer un corte en marzo y parar para mostrarlo, verlo y decidimos que falta afinar, queremos estrenar en cines y festivales, en los próximos meses tienen que abrir las convocatorias de festivales, si se da vemos si el estreno es este año o en 2022, mencionó el director.
Méndez Rodríguez agregó que, junto a otros compañeros y compañeras tienen la visión de que sus películas sean tratadas como tal, que no volteen a ver la producción solo porque son indígenas, pues sigue existiendo una especie de paternalismo como “es una producción indígena” debería ser apoyarlo, es decir, se crea una categoría para visibilizar lo que hacen, cuando son seremos humanos capaces de aprender y hacer cosas, además quieren enviar un mensaje a las nuevas generaciones “eso que tu quieres hacer si se puede”.
Sobre los proyectos en los que ha participado, compartió que fotografió el cortometraje de Néstor Jiménez llamado “El Naíl”, como “Kuxlejal” de la directora Elke Franke, quien también dirige Vientos Culturales, ahí colabora con el noticiero infantil, para 2018 colaboró con el largometraje documental «Negra”.
Acerca de sus proyectos a futuro, se encuentra trabajando en un documental que apenas está en la etapa de desarrollo, tiene que ver con un tema de injusticia, sobre “Adrián”, quien ha estado encarcelado alrededor de 15 años, hace dos años fue uno de los que hicieron huelga de hambre en el CERSS 05 de San Cristóbal.
A partir de ahí han logrado excarcelar a sus compañeros, Juan De la Cruz de fue los últimos, la historia que quiero explotar es la de San Cristóbal que toma a los indígenas como carne de cañón para simular justicia, si hubo asalto, secuestro, violación, culpar al indígena de eso que es histórico, incluso Rosario Castellanos lo retoma en sus libros, dijo el director.
Asimismo, quiere hacer un taller de cine para jóvenes mayas y zoques, impartido por realizadores y realizadoras mayas y zoques, compartió dicha idea con otros compañeros, ya que son varios, en los zoques identifica a Saul Kak, en tsotsiles son 10, en tseltales a Delmar Penka y Mariano Estrada.
Proyectos que verán la luz en el futuro son: en fotografía se encuentra “El auntentico de la costa”, Ópera Prima de Juan Cristóbal Jass, “El lugar más grande”, largometraje Documental de Nicolas Défossé, una producción de Terra Nostra Films, “Manchas”, Ópera Prima de Magno Morales, y “Nyanga”, Cortometraje Documental de Medhin Tewolde Serrano.
Por último, invitó a la gente que conozcan los trabajos que se realizan en Chiapas, pero lo más importante que se generen condiciones para la reproduciendo, desde la conciencia de que chicas y chicos pueden contar historias, agarrar una cámara y grabar cosas sin que los vean como alguien que lucrara con ello.
Para los que ya hemos transitado el camino, generar condiciones para que los que vienen atrás y no se la vean tan difícil, abrir talleres y no ser celosos o tener miedo de compartir conocimiento, finalizó el cinematógrafo.
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