Aquí descansa la Comandanta Ramona
* De pequeña estatura pero de gran corazón, Ramona es considerada un estandarte de la lucha por los pueblos indígenas de México por ser fundadora del Congreso Nacional Indígena (CNI) y contemplada dentro del pensamiento feminista, al participar como la principal oradora en la conmemoración del 8 de marzo de 1997, Día Internacional de la Mujer, en Ciudad Universitaria de la UNAM.
“Nunca un México sin nosotros” fue uno de las frases que mencionó el 11 de octubre de 1996 en la reunión del CNI.
Texto: Andrés Domínguez
Fotos: Roberto Ortiz
La primer representante mujer conocida del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) fue la Comandanta Ramona, a 15 años de su fallecimiento, hoy su lucha es inmortal pero sus restos descansan junto a su familia en el panteón de su natal San Andrés Larrainzar.
La dirigente bajó acompañada de cientos de mujeres a la ciudad de San Cristóbal de las Casas en la última noche de 1993, junto con Susana y otros hombres indígenas formaban parte del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN.
Larrainzar se encuentra ubicado a dos horas de la capital Tuxtla Gutiérrez, es un municipio más de los Altos de Chiapas, con una población de mayoría indígena tsotsil y gran población pobre. Su panteón se encuentra a escasos 10 minutos a pie de la cabecera municipal.
La Comandanta falleció a los 47 años por una enfermedad ubicada en su estómago; en la que inclusive recibió un trasplante de riñón. El día de su muerte es considerado uno de los pocos dentro del municipio ha existido tráfico. Narran que esa fecha, la familia fue acompañada por representantes del EZLN, periodistas internacionales y cientos de habitantes del pueblo.
La impulsora de la Ley Revolucionaria para las Mujeres, en diversas entrevistas, expresaba su testimonio de niña, en la que veía que hombres se casaban con mujeres; con o sin su consentimiento, desde los 8 años de edad.
Tenemos derechos también, no solo el hombre. Somos igual, el hombre y mujeres. Hay campesinos que enamoran a mujeres muy chiquita de 15 o 8 años, yo no, pero me sentía igual, estoy libre. Ahora como lo soy, tengo conocimiento y si alguien me enamora y todo, así si se puede, pero nada más si quiero, pero con libertad[1], dijo.
La Comandanta Ramona dejó un legado destacado para la región, ya que representó una irrupción a las conductas en las que ella creció; la mayoría de ellos construidos bajo ambientes machistas, por lo que, su relevancia en el movimiento, tener voz y voto, así como tener capacidad para dirigir a otros hombres, era un patrón no visto en ese momento.
Pero hasta el día de hoy, en las calles se puede ver el control que tienen los hombres hasta en la posición y velocidad para caminar, ya que las mujeres van atrás y siguiéndolos.
En 1996, Ramona fue la abanderada del EZLN para visitar la Comisión Legislativa del Congreso en ese año, así como a los pueblos inscritos del CNI, mismo tiempo que le sirvió para recibir un trasplante de riñón que le llevaría a vivir 10 años más.
La comandanta Ramona llevaría en su morral el día de las Jornadas, la bandera nacional que recuperó en la toma de la ciudad colonia el primero de enero de 1994.
Nosotras ya estábamos muertas, no contábamos para nada, mencionaba Ramona frente a sus símiles del EZLN, autoridades estatales, nacionales e internacionales.
Tras su muerte, el sitio donde se encuentran los restos de la Comandanta es de interés y curiosidad para la población cercana, Erik, un joven estudiante del municipio, comentó que si bien no recuerda con exactitud lo qué pasó el día del fallecimiento, a lo largo de los años, entre pláticas entre familias y la escuela, ha conocido mayores detalles respecto al trabajo de Romana y a lo que significó para el pueblo.
Eran personas conocidas entre las familias (…) Cuando falleció, la noticia corrió como pólvora, hubo una gran conmoción, mencionó.
Al respecto, el Subcomandante Marcos (ahora Galeano) tras su fallecimiento, expresó días después del fallecimiento de la Comandanta:
Hace unos días la vieron los compañeros el primer de enero. Me mandó un saludo e hizo bromas. Ese día de la plenaria nos dio un bordado que había hecho cuando estaba convaleciente de la operación que le hicieron casi diez años. Me lo entregó y dijo que esperaría que la Otra Campaña fuera como ese bordado.
A década y media de su fallecimiento, el panteón en el cual descansa sus restos está dividió por familias y ella se encuentra en el centro con los demás integrantes fallecidos de su familia. Sin embargo, la ubicación de la lápida no está bien definida, debido al paso de los años.
En el lugar, pese a ser una figura representativa, la lápida de la Comandanta fue similar a las demás, con la capa superior de cemento, con su nombre verdadero y fecha escrito encima con un dedo.
Cabe señalar, en este pueblo de los Altos de Chiapas, no se necesita comprar una tierra para enterrar a tu familia, ya que ésta es gratis. No obstante, con el paso de los años, las familias que se encuentran ahí ven reducidos sus espacios. Hoy, es difícil conseguir un lugar.
A diferencia del proceso de entierro que se dan en las ciudades, aquí las personas son enterradas encima de funcia o se les colocaba una tabla para después dejar caer la tierra.
Ramona fue conocida por su llegada al Congreso de la Unión, en uno de los momentos álgidos del movimiento, también encabezó la firma de los denominados Acuerdos de Paz firmados en el municipio de “San Andrés Larrainzar”.
[1] Referencia de “Hasta siempre Comandanta Ramona 1996”
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