Mortalidad materna por COVID-19 aún en semáforo rojo

Mujeres embarazadas, atención segura de su salud y parto en tiempos del COVID-19.

*“La situación de la salud materna en el contexto de la pandemia es crítica, está cobrando vidas en estos momentos (…)”, expresó Marcos Arana en la conferencia de prensa La salud de las mujeres y la Covid-19.


Hilda Eugenia Arguello Avendaño del Observatorio de Mortalidad Materna en México dio a conocer que, en Chiapas se reportó una mortalidad materna de 49.9 por 100 000 nacidos vivos, sin embargo, hay entidades que están teniendo un incremento muy importante.

Arguello Avendaño puntualizó que, la media está en 45. 2 a nivel nacional, en el caso de Quintana Roo está incrementando al doble, siendo una de las entidades que en los últimos años se ha mantenido dentro de los 5 lugares de razón de mortalidad materna alta, al igual que Chiapas quien ha ocupado los primeros lugares.

Acentuó que, el COVID-19 está siendo el causante número uno de las muertes maternas con el 21.1, seguido por hemorragia obstétrica, enfermedades hipertensivas, edema y proteinuria, aborto, entre otras.

Arguello Avendaño observó que, en los últimos años del periodo de 2002 al 2020, en Chiapas hubo un incremento importante en la mortalidad materna, pues en 2015 había una razón de 81.2 y en 2016 y 2017 tuvo un comportamiento igual, es decir, no mayor de 58, pero en 2018 se duplicó con un 100.57.

Añadió que, el dato preliminar de 2020, hasta la semana 47 del informe semanal epidemiológico lleva una razón de 49.9.

Sobre la meta de reducción de la Razón de Mortalidad Materna (RMM) al 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), Chiapas ha tenido una reducción del 0.4 anual entre el 2010 y 2017, Arguello Avendaño dijo que es preocupante porque tanto las entidades federativas como a nivel nacional deberían tener un ritmo de reducción de 3.75 por ciento anual acumulativo.

Lo anterior, para que en 2030 pudiera alcanzar una reducción del 75% respecto a la razón materna que tenían en 2010.

El trabajo de las parteras durante la pandemia

Parteras indígenas exigen diálogo nacional para erradicar discriminación

Ofelia Pérez, partera y vocera del Movimiento de Parteras Nich Ixim, dio a conocer que, las mujeres enfrentaron falta de atención en los centros de salud y hospitales, los cuales estuvieron cerrados o con servicios muy limitados, aquellos que permanecieron abiertos trabajaron con pocos insumos, equipo, medicamentos y métodos anticonceptivos.

La vocera añadió que, no se extendían certificados de nacimientos en muchas zonas del estado.

Otro aspecto que destacó la partera fue el miedo de la población al contagio y la desconfianza hacia los servicios de salud, debido a que la gente no quería atenderse en centros de salud y hospitales.

Señaló que, algunos de estos centros u hospitales fueron vandalizados por la mala información que tenía la población.

Por ejemplo, en Las Rosas y Larrainzar. En Las Rosas estuvieron cerrados alrededor de 5 meses, por ello, muchas de las mujeres ya no tuvieron control prenatal y en algunas comunidades decidieron no dejaron entrar a personal de salud foráneos como medida de protección y acordaron que solo las parteras atendieran a las mujeres embarazadas, dijo la partera.

Pérez mencionó que todo lo anterior, hizo que en Chiapas más mujeres eligieran a las parteras para atenderse, pues en las zonas donde antes no atendían volvieron a hacerlo, incluso jóvenes provenientes de la ciudad acudieron a ellas.

La partera acentuó que, la pandemia provoco estrés en las mujeres embarazas por miedo al contagio, asimismo, observaron complicaciones como partos prematuros y postérminos, y que su trabajó aumento durante este tiempo.

Registraron que tan solo 217 parteras atendieron 1397 partos entre el mes de abril a julio, sin embargo, mencionó que hubo parteras que dejaron de atender por su edad o salud, dando como consecuencia que otras cargaran con más trabajo.

Pérez mencionó que, en algunas zonas las instituciones de salud prohibieron la función de las parteras, pero la pandemia provocó que se reactivara la partería por la necesidad que tenían las mujeres en las comunidades.

Dijo que incluso las buscaron para curar el COVID, por el conocimiento que tienen sobre las plantas medicinales.

A pesar de haber solicitado materiales e insumos con las instituciones no recibimos material de parte de ellos, a pesar de estar en la primera línea y sin equipo de protección, muchas de nosotras enfrentamos síntomas de COVID, algunas llegaron a estar muy graves, algunas nos enfermamos por vernos comprometidas por atender a mujeres que están en trabajo de parto, tenían síntoma de tos y fiebre, y llegaban a buscarnos en última hora, dijo la partera.

Siguen observando que, a pesar de su aporte durante la pandemia, siguen teniendo los mismos problemas para ejercer la partería, por ejemplo, en algunas zonas siguieron negando los certificados de nacimientos, en otras les prohibieron atender con amenazas, también siguió la falta de reconocimiento institucional a su trabajo.

Perez visibilizó que, el Movimiento de Parteras ante la falta de respuesta de las instituciones gestionaron con algunas organizaciones para que las dotaran con insumos básicos, los cuales incluían cubrebocas, alcohol, gel y otros insumos para la atención de partos.

Asimismo, en el Movimiento han reflexionado sobre los retos que se les ha presentado, por ejemplo, durante la pandemia, no permitieron que ninguna mujer embarazada se quedara sin atención.

Mencionó que, no pueden permitir que la partería retroceda si es una opción de las mujeres, además, las parteras ganaron fuerza y visibilidad en pueblos y ciudades.

Añadió que su principal desafío es utilizar la fuerza que ganaron para enfrentar la falta de reconocimiento y hostigamiento por las autoridades de salud, así como fortalecer las alianzas locales como son los promotores, agentes y, autoridades municipales y auxiliares para mejorar la atención.

Por todo lo anterior, las parteras seguirán manteniéndose en semáforo rojo, porque saben que las mujeres las siguen necesitando, los servicios de salud están muy debilitados y la pandemia continua.

Modelo de atención obstétrica y perinatal después de la pandemia

Cuatro de cada diez embarazadas acuden a consulta prenatal en el primer trimestre. Cortesía: Secretaría de Salud.

Marcos Arana Cedeño, Secretario Técnico del Comité Promotor por una Maternidad Segura y Voluntaria en Chiapas expuso que, Chiapas se encuentra desde hace unas semanas en semáforo epidemiológico verde, sin embargo, no contrasta con muchas observaciones que han hecho las organizaciones del Comité.

Añadió que lo anterior se debe a razones políticas y económicas más que epidemiológicas.

El secretario técnico puntualizó que, el semáforo verde tendrá implicaciones a futuro, porque en el periodo vacacional, es posible que Chiapa sea un centro de atracción para visitantes de todo el país, lo que cabe pensar en la posibilidad que en el primer trimestre del año entrante pueda convertirse en un epicentro para COVID-19, en esta segunda ola.

Por otro lado, Arana Cedeño mencionó que se debe colocar a las mujeres y sus derechos en el centro, un principio fundamental en el que coinciden las instituciones de salud, agencias internacionales, la academia, organizaciones de la sociedad civil, así como los movimientos de parteras.

La pandemia causada por la COVID-19, les permitió flexibilizar que la atención del embarazo y parto que han sido impulsadas como políticas públicas durante las últimas décadas, requieren una profunda revisión que tome en cuenta las lecciones que la pandemia trajo consigo.

Mencionó que, la atención indiscriminada del parto en hospitales no es sostenible y presenta diversas vulnerabilidades en su operación que se agudizan en las situaciones de crisis.

Añadió que la confianza, así como el bienestar emocional y social de las mujeres son esenciales para brindar una atención materna de calidad, sin embargo, pueden ser afectados durante las emergencias.

La pandemia evidenció que el modelo de atención hospitalaria del parto está sujeto a muchos cambios que en situaciones criticas crean tensiones, insuficiencias y modificaciones que, a su vez, son causadas de desconcierto, desconfianza y temor, expuso el secretario técnico.

Arana Cedeño dijo que, estas situaciones se acentúan cuando la comunicación es insuficiente y/o carece de pertenencia cultural.

Durante la pandemia por COVID-19, acentuó que ese tipo de problemas fueron los verdaderos obstáculos para acceder a los servicios de salud y han contribuido al incremento de muertes maternas, ya que un gran número de emergencias obstétricas no llegan a los hospitales o lo hacen de manera tardía.

Dijo que, los mecanismos de referencia de las urgencias obstétricas y perinatales exhiben graves fragilidades cuando dependen de las estructuras, procedimientos y recursos de las instituciones de salud.

Además, señaló que la situación actual resaltó la importancia que tienen las redes de apoyo comunitario y municipal para la referencia y contra referencia, así como a los recursos que tienen la población para atender sus propios problemas de salud.

De este modo, durante la pandemia han visto como se ha utilizado y fortalecido la medicina tradicional, además, los acuerdos comunitarios para la adopción de medidas preventivas y de manera destacada han sido importantes, atestiguaron el papel protagónico que han desempeñado las parteras tradicionales desde el inicio de la contingencia.

Arana Cedeño dijo que algunas de las lecciones que la pandemia ha traído consigo para la atención materna es que la atención hospitalaria del parto normal puede brindarse de manera exitosa fuera de hospitales.

Además, donde existen parteas, la atención del embarazo y del parto se ha reorganizado de manera espontánea ofreciendo mayores alternativas y seguridad que en las regiones en donde no están presentes o son escasas.

Otra lección mencionada por el secretario técnico es la alta prevalencia de padecimientos crónicos subyacentes que han agravado los efectos de la COVID-19 en el país, ha sido uno de los determinantes del incremento de la mortalidad materna, por lo que debe hacerse en mayor énfasis en la alimentación materna e incrementar la prevención, diagnóstico y control de enfermedades metabólicas como parte de los cuidados prenatales.

Por último, mencionó que en el retorno a la normalidad que presenta el semáforo verde, cree que es momento de intensificar la acción de cabildeo y contactos, con el fin de aprovechar la oportunidad para discutir el modelo de atención que se requiere en Chiapas y el resto del país.

Mortalidad y salud materna experiencia en Ángel Albino Corzo

A través de una colaboración entre la Secretaría de Salud y Compañeros En Salud han fortalecido la Casa Materna de Ángel Albino Corzo. Foto: Cortesía.

Daniel Bernal, médico de la Organización de Compañeros en Salud mencionó que, como organización han identificado en Ángel Albino Corzo 526 casos sospechosos de COVID-19, la mayoría en la comunidad de Jaltenango, además julio fue el mes más alto.

Bernal acentuó que, los datos que tienen contrastan con lo que esta reportado en la página del gobierno federal, pues tienen reportados 225 casos.

En cuanto a casos confirmados han logrado identificar 56 casos con pruebas RT-PCR y 29 por pruebas ELISA, para el gobierno federal solo hay reportados 12 para Ángel Albino Corzo, esto en las unidades de salud.

Bernal añadió que han registrado 17 defunciones mientras que el gobierno federal no reportó ninguno.

Señaló que estos datos son factores para el sistema epidemiológico, a pesar de estar en semáforo verde, sin embargo, los datos que tienen en los municipios no sustentan dicha decisión.

En cuanto a partos atendidos, expuso que en la Casa materna del Hospital Básico Comunitario Ángel Albino Corzo en los meses de enero hasta octubre han tenido menos de la media de lo que esperaban sobre todo en el mes de junio.

El médico, mencionó que lo anterior, quiere decir que las pacientes tendrían que llegar con ellos, pero no lo están haciendo.

Al contrario de las referencias por riesgo obstétrico que aumentaron un poco en relación con el año pasado, Bernal añadió que están teniendo menos partos en la casa materna y mas cantidad de partos han tenido que ser referidos.

De las mujeres embarazadas a quienes les han dado atención, expuso que 7 han sido sospechosas, 6 presentaron fiebre y una disnea, además una paciente fue referida desde Jaltenango por complicaciones obstétricas, fue confirmada con COVID-19 en 2º nivel.

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