Hartazgo de la familia, vacío en la rutina e inactividad: efectos depresivos durante la pandemia

A medida que los países han ido aplicando medidas para restringir los movimientos con el fin de reducir el número de infecciones por el virus de la COVID-19, cada vez más personas están cambiando su rutina cotidiana. Cortesía: Con Salud.

A medida que la crisis del COVID-19 continuó, hubo una cosa a la que muchos estuvieron atentos: la depresión, sentirse así en momentos de inactividad forzada y constante incertidumbre es inevitable, y la mayoría esta luchando por mantener una actitud positiva.

Isaac García Nucamendi, psicólogo social, docente y miembro de la Fiscalía Antitortura a través de una entrevista compartió que, la Asociación Americana de Psiquiatría (APA sus siglas en inglés) menciona las características sintomatológicas presentes en un estado o trastorno depresivo, el más recurrente es la tristeza.

García Nucamendi añadió que, hay otros síntomas como el desinterés, donde la persona ya no quiere ir al trabajo o realizar alguna actividad, también se encuentra la pérdida de peso, cansancio, fatiga, insomnio, hipersomnia, falta de capacidad de concentración y la culpabilidad.

El psicólogo mencionó que, el DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) dice que otro síntoma presente y el más preocupante es el de los pensamientos de muerte.

García Nucamendi dijo que, es importante diferenciar a la persona que tiene pensamientos de muerte, donde se cuestiona que pasaría si no está, pero no ha hecho ningún plan. La otra son las ideas suicidas cuando el individuo ya tienen una idea de cómo llevar a cabo un plan, el peor de los casos es que lo lleve a cabo o ya lo intento, pero sobrevivió.

Parece ser que nosotros asociamos la tristeza rápidamente con la depresión, pero no siempre es así. Puede ser un joven que está irritado constantemente, enojado, se aísla, no quiere salir, sus calificaciones han bajado, una persona adulta que ya no quiere ir al trabajo o ha dejado de comer, no necesariamente expresará llanto, en los niños se muestra diferente, con enojos constantes, generalmente puede darse otras variables, explicó el psicólogo.

Don Samuel se sintió abandonado luego que le notificaron estaba contagiado de COVID-19, y lo enviaron a su casa. Después de su muerte, sus hijos tuvieron que recoger el cadáver. Foto: Cortesía

Dijo que, otra visión que tienen médicos y psiquiatras es la de los neurotransmisores, los cuales juegan un papel importante pues los sistemas neuronales que trabajan en estas como la serotonina y dopamina, al tener un desequilibrio pueden fomentar un estado depresivo.

El psicólogo añadió que, los motivos por lo que se produce la depresión, es particular para cada individuo.

Ante esto, recordó un texto de Sigmund Freud en el Psicoanálisis, donde habla sobre el duelo y la melancolía, hace una diferenciación de estos, donde se da la pérdida en relación con el objeto, este no se refiere solo a algo físico, sino que puede ser una pareja, conocido, ser querido, trabajo o actividad, cualquier lugar donde el individuo deposite su carga, establezca una relación y que contribuya al bienestar.

Comentó que, en la melancolía el sujeto no sabe lo que perdió, una definición parecida a lo que hoy se conoce como depresión, ya que, se distingue en el ánimo por un estado de dolor, una cancelación del interés por el mundo exterior, la perdida de la capacidad de amar, la inhibición de toda actividad y una rebaja en el sentir que se exterioriza en autorreproche y autodenigración, al extremo del castigo.

Respecto al duelo, dijo que es el proceso de sobrellevar un evento desafortunado o la pérdida de un ser querido, donde hay resignación o se culpa a alguien, lo que no está presenten en la melancolía, porque no se sabe que se perdió, por eso la carga va hacia la misma persona y se autocastiga, al dejar de comer o dormir.

La mayoría de los casos de insomnio están relacionados con hábitos inadecuados del sueño, depresión, ansiedad, falta de ejercicio, enfermedades crónicas o ciertos medicamentos. Cortesía: UDG.

Puntualizó que, todos mantienen cierto porcentaje de relación con el trabajo, actividades y personas, cuando existe el proceso de duelo y la pérdida de relación con el objeto es común que se traslade a otro objeto, en el melancólico no se puede desplazar.

Pueden ser muchos factores, por ejemplo, una persona tenía un trabajo importante donde había generado una relación, pierde esto de un día para otro, eso puede generar una depresión, con las parejas es muy común, comentó el psicólogo.

Por otro lado, mencionó que, durante la pandemia, se presenció una sensación de vacío relacionado con la rutina, es ahí cuando llega la depresión o ansiedad, pues hay dependencia de una automatización.

El psicólogo compartió que al platicar con sus colegas mencionaron que la gente no está preparada para pasar tanto tiempo en familia, ya que están “programadas y programados” para trabajar de lunes a viernes o incluso sábado, y durante casi todo el día.

Por ello, la pandemia ocasionó un choque al estar sin poder hacer otras actividades, no solo abundo la depresión o síntomas relacionados con esto, sino que aumento la violencia intrafamiliar, considera que se debe a lo mismo.

Al mismo tiempo, dijo que esto debería hacernos repensar como se está establecido la relación o la posibilidad de relacionarse con el otro.

Muchas veces pensamos que lo contrario de la depresión, ansiedad o angustia es la felicidad, pero podríamos preguntarnos ¿en realidad es posible encontrar un estado de felicidad?, ¿es posible estar sin problemas?, ¿es posible estar sin angustia, preocupaciones o temores?, dijo el psicólogo.

Mencionó que siempre tenemos que elegir y en esta libertad, se suele fallar muchas veces, lo que generará angustia, que puede propiciar estados depresivos.

Hasta la fecha han fallecido al menos 50 personas que laboraban en el sector salud. Foto: Cortesía.

En este sentido, dijo que todos quieren regresar a la nueva normalidad, pero para él es una nueva realidad, donde se tiene que pensar que dejó la pandemia, donde muchas personas fallecieron.

Espero que hayan hecho contacto con uno mismo, que se dificulta también por las cuestiones tecnológicas cada vez hay un desapego entre el sujeto con uno mismo, eso no propicia ese encuentro, esto me lleva a que este estado depresivo tiene una función, algo que comúnmente hacemos es intentar que pase lo más rápido posible, pero por algo esta, es interesante, no hay una razón física única que propicie este estado, mencionó el psicólogo.

Durante la pandemia, añadió que se generó dificultades que pasan a ser parte de estados depresivos, confía que en la nueva realidad todo tome su cauce, pero le preocupa que todo vuelva a ser igual y que la pandemia no dejó alguna enseñanza.

Lo anterior, debido a que visto que la pandemia no fomento un cambio en la humanidad, al contrario, dijo que el individualismo marcado en la sociedad es preocupante.

Respecto a cómo ayudar a una persona con depresión, dijo que cada vez es más frecuente que el mensaje que se da y se ve en todos lados, como la televisión, internet y publicidad, hacen referencia a un mandato, ser feliz.

Sin embargo, una de las cosas que se puede hacer es escuchar a la persona, pero de manera genuina, no solo para decir “va a pasar”, sino darle espacio a la problemática que está generando la depresión.

Añadió que el hecho de exteriorizar la problemática, algo cambia, por ello, es fundamental que se hable para expresarlo y, que el otro escuche y acompañe.

No caigamos en apapachar y no pasa nada, sino escuchar y ser congruentes, darle su espacio a la problemática, porque al final decir que todo estará bien es minimizar, pero las problemáticas están ahí, estar pendientes, hablarles, que se sienta acompañado, tenemos que tener cuidado con ello, dijo el psicólogo.

Ansiedad, depresión y soledad, factores que propician deterioro cognitivo en los adultos mayores de Tuxtla Gutiérrez Cortesía: Red Adulto Mayor ORG.

Asimismo, considera que a todos les afecto pandemia, aunque no en la misma medida, pero tiene que ver con la realidad de las personas.

Por lo que, dijo que la población más afectada fue de la tercera edad porque una de las problemáticas constantes del COVID-19 es la mortalidad en adultos mayores, pues es casi imposible que una persona con hipertensión y diabetes sobreviva, aunque hubo casos donde sí.

Otra de las problemáticas de esta población es el aislamiento o la soledad, se dio en muchas personas, al no querer contagiar a sus padres o abuelos, los dejaron de visitar.

El adulto mayor sufre de aislamiento o abandono, la depresión que es más frecuente en ellos, que no suele darse por tristeza también con enojos, por eso muchas familias pelean con los adultos mayores porque dicen que están enojados siempre, mencionó el psicólogo.

También, señaló que los jóvenes sufrieron por el desprendimiento de la escuela, además sucede que los padres piensan que al estar en casa y no en la escuela, pueden exigirles más, y en la escuela ocurre lo mismo porque piensan que solo están en casa para hacer tareas.

García Nucamendi envió un mensaje a la población que no se minimice la depresión, ya que sucede con frecuencia, muchos pasaron o pasaran por este problema.

Espera que se fomente una atención psicológica y acompañamiento, si no se puede por recursos económicos con algún particular, mencionó que hay dependencias que dan algunos servicios de manera gratuita o de menor costo.

Es primordial que se fomente la atención psicológica, reconocer que uno no vive solo si no con otro, muchas veces este otro molesta y genera incomodidad porque no se acata a lo que nosotros somos, siempre lo queremos reducir, incluso es algo violento, parece ser que una relación con el otro no se puede llevarse a cabo si no es a través de su desaparición, dijo García Nucamendi.

Por último, dijo que hay que reconocer que existen otras personas con problemas, ideas diferentes y no tienen por qué intentar cambiarlos, que es fundamental hacer comunidad y preocuparse por el otro, no con temor de que esto los consuma, y mucho menos establecer una relación con el fin de disolverlo.