«Spayci» y «Yummy» saben que ya no será lo mismo tras la pandemia
*El payaso invita a las y los padres de familia a que se tomen el tiempo de involucrarse en la educación de sus hijos e hijas, para que sean personas de bien en el futuro y sus sueños no sean truncados, además de motivar a la población a que se mantenga informada de la situación de salud de la entidad, y a que se apoye la economía local de las y los chiapanecos.
En Tuxtla Gutiérrez, Cristian Iván Hernández Pérez, un padre de familia dedicado a la profesión de hacer reír a las personas, recorre las calles del centro de la ciudad en la búsqueda de llevar cada día el sustento a su casa, la cual se dificultó debido a la pandemia.
Con el rostro pintado de colores, trazos delicados que simulan ser estrellas que brillan bajo su mirada, una nariz roja que sobresale del cubrebocas que lleva puesto al que le ha dibujado una simpatía sonrisa con la lengua de fuera y bajo el nombre de “Payaso Spayci” recorre de norte a sur y de oriente a poniente la ciudad, en compañía de su hija para continuar con su trabajo en medio de la contingencia sanitaria que se mantiene.
Como payaso llevo 7 años. Lamentablemente en esta pandemia los payasos somos un sector que hemos sufrido con ella, más en lo económico ya que nuestros eventos han sido cancelados y sobre todo porque no podemos dar ningún tipo de evento todavía hasta que el semáforo esté en verde y nos permita hacer nuestros propios eventos, señala Hernández Pérez.
Spayci sabe que, aun estando el semáforo en verde para poder trabajar, la situación ya no será la misma puesto que esta pandemia le ha dejado la enseñanza de que se debe mantener la prevención de las enfermedades sobre todo con las y los niños, público con el que trabaja en cada uno de sus shows.
Resalta que los payasos, además de hacer reír y divertir a la gente también son personas ordinarias, por lo que ellos también deben de tomar las medidas pertinentes para cuidar de su salud, como de sus familiares y seres queridos, por lo a pesar de las necesidades económicas que pueda atravesar no pueden bajar la guardia, ya que significaría un riesgo de contagio.
Acompañado de Yummy Yummy, personaje de su pequeña Daniela, al no tener eventos a los que asistir le han dado un giro a su profesión, por lo que ahora salen todos los días a vender libros para colorear, así como material didáctico, que van desde los $10 hasta los $50 pesos, con la finalidad de que las madres y los padres de familia aprovechen el tiempo en casa para aprender junto a sus hijas e hijos.
Sabemos que la niña o el niño que está en casa también necesita divertirse y entretenerse, pero sobre todo necesita aprender, por eso tratamos de llevarles una sonrisa y un poquito de nuestra alegría a través de este material educativo, menciona Spayci.
Con la esperanza de sacar sonrisas, a la distancia como él dice, bajo su vestuario de payaso se lleva a cuestas el material que vende que, si bien no gana mucho, le da satisfacción pensar que la niña o el niño que reciba estos libros con distintos personajes de caricaturas infantiles se alegre.
Agradezco a las personas que a pesar de todo siguen volteándonos a ver a los payasos, ya que nosotros a pesar de estas circunstancias seguimos de pie tratando de llevar sonrisas a los demás pese a las pérdidas que hemos tenido, dijo el payaso.
Como padre de familia, Spayci también se preocupa por la educación de su hija, sostiene que, si bien de vez en cuando ella lo acompaña en su día a día a vender el material, siempre está pendiente de las diversas plataformas o canales televisivos para que Daniela no pierda sus clases.
Además de aprovechar las repeticiones del programa implementado por la Secretaría de Educación (SEP) “Aprende en casa” señala que mientras recorren la capital chiapaneca busca pequeños espacios para mostrarle a su hija el material didáctico y que ella aprenda a su lado, garantizando así una comunicación entre padre e hija en su proceso de formación educativa.
La niña y el niño deben de tener la educación a través de casa y no solo por parte de las y los maestros, sino que también de parte de las mamás y los papás para que complemente su crecimiento, finaliza Spayci.
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