Alertan de consecuencias para la capital por la desaparición de «los ancianos de agua»
Guillermo Sánchez Gómez, estudiante del quinto semestre de la Licenciatura en Biología en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, integrante del Clan Botánico de dicha institución y del grupo Heliomaster, originario de Santo Domingo Tehuantepec, Oaxaca, dio a conocer a través de una publicación en Facebook sobre la desaparición de los ancianos de agua.
Sánchez Gómez mencionó en su publicación que, tiempo atrás cuando la ciudad de Tuxtla Gutiérrez no era más que un pequeño poblado y las aguas del río eran cristalinas, había mayor abundancia del famoso Ahuehuete o Sabino (Taxodiumhuegelii), siendo esta una característica muy distintiva del río, razón por la cual se le bautizó con el nombre de «El Sabinal».
El estudiante añadió que, en la actualidad debido al crecimiento acelerado de la población y la contaminación del agua por el vertimiento de residuos procedentes de uso doméstico, industrial y agrícola, los extensos bosques de Sabinos han sido reducidos e incluso en algunas partes han desaparecido, y los que aún quedan son un vestigio de lo hermoso que fue el bosque tuxtleco.
Expuso que este árbol es uno de los más veteranos y grandes, además, es símbolo de todo México, con una existencia aproximada de 12 mil años.
Si nosotros hablamos con alguien de la tercera edad, que ha vivido aquí en Tuxtla nos va a decir que la ciudad era muy distinta (…) nos cuentan que la gente se metía a bañar, lavaba ropa y había una abundancia de individuos de esta especie, pero con el paso del tiempo, con el vertimiento de aguas negras de desechos industriales, esa población se fue mermando, dijo el estudiante.
Sánchez Gómez señaló que, los árboles que aún se encuentran son adultos, y no se aprecia la existencia de juveniles o plántulas, lo que resulta preocupante porque al desaparecer no habrá algún otro que lo reemplace, haciendo ver que la situación del rio Sabinal sigue siendo uno de los proyectos ecológicos que se necesitan, personas han querido salvarlo, pero hasta el día de hoy no se ha logrado.
Respecto a su importancia ecológica, el estudiante mencionó que junto con a sus compañeros de escuela, estuvieron estudiando las aves y el sabino en Parque Joyyo Mayu, se percataron que las garzas aprovechan las raíces del árbol para poder conseguir peces, el loro frente blanco utiliza la copa para dormir y comer, además en la temporada de migración se observan algunos pijijes quienes utilizan los huecos del sabino para hacer sus nidos.
Si perdemos al sabino perdemos a muchas especies, eso solo con aves, aparte están estudios de bacterias, de organismos micros que están relacionados a esta especie, debe tener su importancia biológica, añadió el estudiante.
Sánchez Gómez acentuó que, como ciudadanos podemos realizar acciones no para revertirlo, pero si para amortiguar el daño, eso es reducir consumos para no generar basura, que es lo que afecta en un principio al río.
Todavía hay un chance de que puedan ser tratadas y reducir la contaminación. Es simplemente cambiar el estilo de vida y los hábitos que llevamos cada uno como ciudadanos, pero para hacer eso requiere mucha voluntad y conciencia ambiental, mencionó Sánchez Gómez.
El estudiante compartió acerca de la fotografía que capturó en el Parque Joyyo Mayu, cuenta que se encontraba con algunos compañeros de su grupo de observación de aves, como a él le gustan las plantas, en especial aquellas especies nativas de la región como es el ahuehuete, vio que el paisaje era perfecto, debido a que la temporada de lluvia hizo que las herbáceas que estaban alrededor crecieran impidiendo que se notara el agua del río.
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