Agreden a pobladores de la selva Lacandona integrantes de la ARIC-UUID
Habitantes del ejido Candelaria, ubicado en Ocosingo, realizan desde 2019, agresiones contra pobladores de las comunidades Ranchería Corozal y San Gregorio, ambas afiliadas a la organización Asociación Rural de Interés Colectivo Unión de Uniones Independiente y Democrática (ARIC-UUID).
Se trata de detenciones arbitrarias e ilegales, robo de maíz y actos de persecución, según denuncian los agraviados.
Las agresiones derivan del reconocimiento de los Bienes Comunales Zona Lacandona, al derecho a la tierra que tienen Ranchería Corozal, San Gregorio y otras ubicadas en la la Reserva de la Biosfera Montes Azules (Rebima), señalaron dirigentes de la ARIC-UUID.
El reconocimiento del derecho a la tierra por parte de las comunidades, incomodó al ejido Candelaria, quienes legalmente tienen 1,643 hectáreas, pero en los hechos, hacen uso de unas 10 mil que se encuentran en la zona lacandona.
Por ello, consideran que afecta a sus intereses la entrega de 260 hectáreas de tierra de Ranchería Corozal, una de las comunidades ubicadas en la Rebima, que luchó por décadas para garantizar que los pobladores tuvieran tierra donde vivir.
Entre los agravios que denuncian integrantes de la ARIC-UUID, en una carta que entregan a las autoridades, se encuentra el robo de la producción de maíz en la cosecha de abril de 2019.
En esa fecha, “95 personas del ejido Candelaria, entre ellos hombres y mujeres, robaron 12 hectáreas de maíz, producto del trabajo de los hermanos de la Ranchería Corozal. Se calcula que fueron 300 zontes de mazorcas que se robaron”, que tienen un costo de 120 mil pesos.
Otro hecho es lo ocurrido el 26 de agosto de 2020, cuando habitantes de La Candelaria entraron a tierras de Ranchería Corozal, despojado trabajaderos y destruyendo cultivos. El 19 de septiembre, detuvieron arbitrariamente a los hermanos Javier y Martín Gómez Mendez, cuando se encontraban realizando trabajos de siembra; los golpearon y entregaron a las autoridades acusándolos de los delitos de intento de homicidio y portación de armas de fuego, acusaciones que no pudieron demostrar, por lo que los habitantes de Ranchería Corozal fueron puestos en libertad.
El 1 de octubre pasado, los habitantes de Candelaria detuvieron a Marcos Santiz Gómez, habitantes del poblado San Gregorio, también militantes de la ARIC-UUID. Lo mantuvieron en la cárcel del ejido hasta que pagó 10 mil pesos por su liberación.
El 10 de octubre persiguieron a Tomás Gómez Méndez, de Ranchería Corozal, con la intención de agredir. El campesino pudo escapar.
“Estos hechos causan inseguridad, coraje, molestia, rabia y tristeza (…) pedimos a los tres órdenes de gobierno que intervengan para resolver el conflicto, caso contrario serán responsables de lo que suceda” en esta región, piden en la carta.
Los representantes de las comunidades que son parte de la ARIC-UUID demandaron la intervención urgente de las autoridades, en un escrito firmado por Sebastián Jiménez Clara, Amalia Pérez González, Dominga Lorenor Ruiz y Uvencio Santiz Gómez.
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