«La Voz de los Llanos», radio comunitaria bilingüe que resiste a las modas y normativas comerciales
* Se conoce como radio comunitaria, a una estación de radio de corto alcance y sin fines de lucro que responde a la necesidad de informarse, de una población en los idiomas y formatos que se adaptan mejor al contexto local.
La Voz de los llanos, una radio comunitaria ubicada en el municipio de Venustiano Carranza, opera desde hace ocho años con la misión de brindar un espacio informativo y de entretenimiento a la cabecera municipal y sus comunidades en tsotsil y español.
La estación tiene como finalidad brindar a la población un espacio dedicado a dar voz y difundir la cultura que existe en dicho municipio, por medio de programas que rescatan las tradiciones, y fomentan valores que al paso del tiempo se han perdido, dar el reconocimiento a quienes aún conservan la cultura tsotsil.
La radiodifusora no recibe ningún apoyo gubernamental para operar, los gastos de operación se solventan gracias al pago de anuncios de pequeños negocios locales, que salen al aire y de donativos, por ello los recursos suelen ser limitados, lo cual no permite equipar de manera adecuada las instalaciones en donde se llevan a cabo los programas.
La voz de los llanos, esta al aire con la ayuda de un pequeño transmisor, dos mezcladoras de audio, micrófonos, y una computadora conectada a internet, dentro del cuarto de una vivienda particular.
La estación tiene cobertura en más de 20 comunidades pertenecientes al municipio de Venustiano Carranza.
Yolanda Elizabeth Ordoñez De la Torre, directora de la estación La Voz de los llanos, señala la importancia que tiene la radio comunitaria, en los municipios en los que tiene presencia.
Todos los municipios deberían tener radio comunitaria, para brindar a la población un espacio en el que puedan expresarse, difundir su cultura, sus tradiciones, para que se continúe preservando el patrimonio cultural con el que se cuenta en Chiapas. Una radio con responsabilidad social, debe tener una sola dirección y objetivo; apoyar al desarrollo de la comunidad, y de la ciudadanía, comentó Yolanda Ordoñez.
El contenido que se difunde en la estación, tiene ciertas restricciones, en la programación musical, por ejemplo, están prohibidas canciones cuyas letras inciten a la violencia o hagan apología al delito, géneros como los narcos corridos y algunas letras de reggaetón que denigran a la mujer quedan fuera del repertorio musical.
Los mensajes que son emitidos al aire, se analizan con tiempo de anticipación, para conocer a detalle lo que se dirá, y de esa forma evitar cualquier conflicto o malos entendidos con la población y los radioescuchas.
En la estación se tratan temas como el empoderamiento de la mujer, la prevención de adicciones en jóvenes, y cuidado de la salud, además el medio de comunicación, se ha convertido en una escuela para cualquier persona que tenga el deseo de aprender a conducir un programa de radio pueda hacerlo, sin importar su edad ni sexo.
El espacio es un lugar abierto a las juventudes, hoy más que nunca a ellos es necesario dirigirse, para que no caigan en problemas de alcoholismo, drogadicción o tomen malas decisiones, que los puedan llevar al suicidio. Aquí cualquiera puede venir y expresarse, no importa su sexo ni la edad, lo que cuenta es que tenga ganas de salir al aire, la mayoría de los jóvenes que hoy conducen algún programa de los que trasmitimos, llego por iniciativa propia, y aprendieron con la práctica al paso del tiempo, señaló.
Las estaciones de radio comunitarias, son consideradas estaciones piratas, al no contar con permisos que avalen su legalidad, por ello son instaladas en lugares discretos, para no llamar la atención y así en caso de ser necesario poder desplazar las instalaciones, hacia otros lugares, de forma sigilosa.
Operar una estación de radio comunitaria, es complicado, porque las autoridades nos niegan el permiso para operar de manera legal, con la estación durante varios años transmitimos en una casa en obra negra, escondidos, porque en cualquier momento te cae un operativo y te llevan preso”, finalizó Yolanda De la Torre, Directora de la Voz de los llanos.
De acuerdo, a la Maestra Yolanda, la radio comunitaria no debe estigmatizarse, puesto que al hacerlo, proyectos que favorecen de manera significativa a las sociedades son afectados, al adoptarse la idea errónea de que todas las estaciones de radio comunitaria, operan bajo fines políticos, o religiosos.
En Venustiano Carranza, la Voz de los Llanos, se ha consolidado como la estación con mayor presencia, gracias a diversas acciones en favor de la población más vulnerable como campañas de recolección de tapas de plástico para apoyar a pacientes con cáncer a pagar sus quimioterapias.
En 2019, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) recibió 169 solicitudes, para uso social, comunitario e indígena, de las cuales, 17 son para uso indígena, 63 para uso comunitario y 89 para uso social.
De las 169 solicitudes, cuatro fueron de Chiapas, 2 para uso comunitario y 2 para uso indígena, A la fecha, el IFT ha otorgado 10 concesiones para uso social indígena en el sector de radiodifusión, y una en el sector de telecomunicaciones.
Desde la creación del IFT a la fecha, las 10 concesiones de radio otorgadas han sido para uso social indígena para usar y aprovechar bandas de frecuencia del espectro radioeléctrico, para dar servicio en Chiapas, Morelia, Oaxaca, Puebla, Guerrero y Veracruz.
La única concesión cedida en Chiapas, está ubicada en la comunidad de Bachajón, Municipio de Chilón, la cual de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) beneficia, a 5063 habitantes de la comunidad Tseltal.
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