Estudiantes, mujeres y feministas; Colectiva universitaria cumple 2 años de lucha

“Lo que nació con unas cuantas compañeras se ha ido haciendo más grand2 mencionan integrante de la colectiva. Cortesía Brujas CFU.

*Hace dos años, en la Universidad Autónoma de Chiapas, considerada la máxima casa de estudios del estado, se creó una colectiva de universitarias, el objetivo: organizarse y combatir la violencia de género dentro de la institución educativa.


En 2018 nace «Brujas», la primera colectiva de feministas universitarias que comenzaron a alzar la voz para denunciar casos de violencia de género en su entorno educativo, así como las situaciones de desigualdad. Después de ellas, otras estudiantes universitarias siguieron sus pasos, logrando así poner el ojo sobre las violaciones a sus derechos por parte de las autoridades educativas de la entidad.

El acoso y hostigamiento en el Código Penal del Estado de Chiapas se encuentran tipificados, desde el 24 de enero de 2018, en los artículos 237 y 238: mismos que son perseguidos mediante querella, lo que quiere decir que la posible víctima debe presentarse ante un ministerio público para hacer su denuncia de manera formal.

En dicho artículo se menciona una pena de hasta de cuatro años de prisión o bien, de cien a trescientos días de multa a quien se encuentre culpable de dichos delitos. Si el sujeto pasivo, es decir, la víctima es menor de edad, adulto mayor o no se encuentra en condiciones de comprender el hecho, la pena se puede incrementar hasta en un tercio.

En septiembre de 2018, tras una movilización en torno a la conmemoración de Día Mundial por la Despenalización del Aborto y después de hacerse viral en medios nacionales la foto de una joven de cabello morado portando pañuelos verdes alusivos a esta acción, quien es estudiante de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), distintas jóvenes simpatizantes del movimiento, decidieron reunirse para discutir acerca de las conductas violentas que  notaban, se estaban reproduciendo en su institución académica.

Esta fue la foto que se viralizó, tomada por el fotógrafo Jacob García, que dio pie a que se conformaran como la colectiva que es hoy en día. Cortesía: Jacob García.

En este punto comenzamos a hacer la sinergia. Ya nos habíamos visto en la escuela y sabíamos que algo nos unía, en este caso luchar por nuestros derechos, tanto dentro como fuera de la escuela, así que decidimos comenzar a juntarnos. Ese día Lili, otra compañera” llevaba el cabello morado y tomaron unas fotos que se hicieron virales,  señaló Norma Xitlalli Toledo Cruz, integrante de la agrupación.

A raíz de eso, recuerdan, de manera individual y desde sus perfiles en las redes sociales, después de dar a conocer sus posicionamientos con respecto al tema, comenzaron a notar que estaban siendo amedrentadas, en mayor medida por sus compañeros de clases e incluso por docentes que laboraban en dicha escuela, por lo que decidieron tomar cartas en el asunto y como ellas señalan, empezar a combatir la desinformación con información.

Por ello, decidieron reunirse. Por primera vez aquellas jóvenes que nunca se habían hablado, pero que ya habían cruzado miradas comenzaron a gestionar los espacios para dar a conocer sus acciones, e invitar a la comunidad estudiantil a reflexionar acerca de aquellas opresiones que se suscitan en la escuela, lo que se tradujo en más cometarios por parte de las y los estudiantes, tanto positivos como negativos.

Todo comenzó en una banquita de la escuela, nos reunimos y platicamos acerca de lo que queríamos hacer. En eso pasa una maestra y nos dice: si ustedes están juntas es porque algo grande va a pasar; en ese momento no teníamos idea de la dimensión que íbamos a alcanzar, añaden las integrantes.

El primer evento que realizaron fue una jornada por los derechos sexuales y reproductivos. Cortesía: Brujas CFU.

Conforme se fueron consolidando, surgieron más retos para estas jóvenes, ya que comenzaron a destapar casos de acoso y hostigamiento por parte de docentes, quienes ya tenían denuncias anteriores ante el departamento de rectoría, la máxima autoridad en la UNACH, mismas que habían quedado en el archivo y otras, habían sido eliminadas por parte de las mismas autoridades académicas.

Uno de los casos, Osiris Aquino, el primer docente en ser destituido tras la presión ejercida no solo por las Brujas, sino por la comunidad universitaria que comenzó a unirse a ellas, con la finalidad de erradicar o contribuir a la eliminación de la violencia que se vive en el entorno educativo, y, sobre todo, exigir a la misma universidad que atendiera las agresiones que viven las y los jóvenes estudiantes dentro de las aulas.

El segundo caso, después de un año de haberse presentado la denuncia, señalaba a Marco Antonio Chavarría, otro de los docentes que incluso, solía enviar contenido pornográfico al alumnado de los grupos de las materias que impartía.

No fue hasta que se hizo un plantón en rectoría hasta que dieron solución. Después de ello nos tomaron en cuenta para crear el protocolo que hoy en día tiene la UNACH, para los casos de las y los compañeros que tengas que denunciar estas situaciones y así sepan qué derechos tienen y a donde deben acudir, mencionan.

La Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), dio a conocer el Programa Institucional Contra la Violencia, Violencia de Género, Hostigamiento, Acoso Sexual y Discriminación dentro de la institución. el 27 de febrero de 2019. En él, se detalla que las personas que se consideren afectadas ante las diversas situaciones de violencia pueden presento ante la Defensoría de los Derechos Universitarios para presentar la queja o bien, hacerlo en línea o vía telefónica.

En marzo pasado, en el marco de la conmemoración del 8 de marzo, decidieron hacer una actividad denominada “El muro de la vergüenza” en la cual, de manera anónima se recabaron más de 300 denuncias, en las que las y los estudiantes revelaron situaciones de hostigamiento, que han sido emitidas por parte del personal de limpieza de la escuela, personal de seguridad, docentes y administrativos, así como compañeros que ejercen diversas violencias en contra de sus compañeros y compañeras, buscando poner el dedo en la llaga y hacer que la institución tomará cartas en el asunto.

Posicionamiento en el que informaron acerca de las denuncias recabadas en el Muro de la Vergüenza. Cortesía: Brujas CFU.

Con estas acciones, han contribuido a que otras universidades, públicas y privadas, así como distintas facultades de la misma UNACH se organicen para formar sus propias colectivas, y puedan así llevar a cabo acciones para el bienestar del alumnado, sobre todo las mujeres, quienes son más vulnerables ante su entorno escolar.

Además, Universitarias Unidas, es primer grupo organizado por ellas, en conjunto con las demás colectivas estudiantiles, que tiene como objetivo ser una red de trabajo y respaldo ante las acciones que se realicen en cuanto al tema de los derechos estudiantiles y la búsqueda de la erradicación de los comportamientos agresivos dentro de las instituciones.

La primera vez que entré a Brujas, recuerdo que hubo una chica que nos pidió que la siguieron en su ubicación por que iba en un taxi y varias compañeras estuvieron pendientes. Eso me impactó porque ni siquiera con tu familia puedes hacerlo, destaca Jhenyfer Farrera, una de las integrantes de la colectiva.

A pesar de la pandemia, han seguido con su formación a través de redes sociales, en las cuales, con 20 seguidoras de diferentes partes del mundo como Brasil, Argentina, Ecuador y España, realizan webinares acerca de temas de empoderamiento femenino, feminismo, igualdad de género y cuidado personal para seguir con este activismo y darle voz a las mujeres.

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