Danzantes indigenas recorren las calles de Motozintla, seguidos de los pobladores. Foto: Benjamín Alfaro
Motozintla, Chiapas. Una festividad maya de la etnia mochó en honor a San Francisco de Asís, que se celebra en septiembre desde hace cientos de años, no pasara desapercibida. Los indígenas que fundaron el muncipio de Motozintla acordaron realizarla, pero sin las multitudes, a fin de evitar contagios de coronavirus.
Desde hace mas de 500 años la tradición donde participa todo el pueblo nunca se a interrumpido, ni si quiera por las afectaciones naturales del huracan “Stan” ocurrido en el 2005 y que dejo severos daños por años en mas de una tercera parte de municipios del estado.
Roberto Matías Briceño, de 74 años es originario del Barrio San Lucas de la localidad enclavada en la Sierra Madre de Chiapas en el sureste mexicano; él es el actual parlamentario de los mochó, cargo que heredó de sus padres para llevar la palabra y la coordinación de los últimos 80 hablantes que aún sobreviven.
«Mi mamá y mi abuela me enseñaron, ahora me toca y llevo 3 años al servicio. A la edad de 18 me iban a dejar este puesto pero estaba muy joven” recuerda, Matías.
Doña Marina prepara el atol de maíz, base dela bebida festiva puzunque. Foto: Benjamín Alfaro
Los preparativos inician un mes antes con la recolecta en las montañas de la flor de pericón, después la leña para cocinar el atol y los tamales que alimentan a los devotos de San Francisco durante los primeros tres días de septiembre de celebración. Desde el día uno los mochó pasan en vigilia con rezos y veladoras al santo y, al amanecer inician las celebraciones con marimba, cohetes y el baile zapateado.
Para acordar la realización de la fiestas, los representantes de la etnia se reúnen y concluyen que «no la van hacer como antes». El baile de las vestimentas que aglomera en las calles a todo el pueblo se suspenderá para evitar la propagación de casos de Covid – 19. Mientras deliberan usan cubrebocas de tela, se sientan con su sana distancia y comparten los alimentos.
Hasta el corte de este martes, la Secretaría de Salud de Chiapas registra 6 mil 049 casos confirmados con 9 mil 877 muestras procesadas y un total de 516 defunciones. En la lista Tuxtla Gutierrez acumula 2 mil 395 y Tapachula 942 en el conteo con una tasa de 100 mil por habitantes. Motozintla sólo reporta 53 casos positivos y 63.7 defunciones.
Las autoridades locales reconocen “el fallecimiento de muchas personas a consecuencia del corona virus” por eso en diálogos piden “la concientización de las familias para incluir en las celebración los protocolos de prevención»
“Ya llevan más de 500 años esta festividad y es complicada cancelarla porque hacen una promesa de hacerla año tras año y sus preparativos son laboriosos por eso se van a tomar las medidas necesarias para que no se pierda este año”, confirma la Directora de la Casa de la Cultura, Patricia Yesenia Tercero.
Guadalupe González, joven reyna de los mocho y tercera generación. Foto: Benjamín Alfaro
Durante los días de fiesta los mochó acostumbran a tomar puzunque, bebida ceremonial que se prepara con un polvo vertido en atol de maíz. Para el polvo deben moler sentule, pericón, chile chocolate, anís, pimienta y jengibre. La etnia considera que el puzunque posee propiedades curativas e inclusive espirituales. El preparado se toma caliente para fortalecer su salud.
En la cocina Doña, Marina Méndez Ortíz, mueve el atol de masa con una pala de madera larga. En la cubeta se calienta a la leña el atol para la base de la bebida tradicional. El puzunque se toma caliente y se sirve en jicara, recipiente tradicional de los pueblos indígenas elaborado del fruto de la planta silvestre mesoamericana “morro» o “xicalli».
Mientras quita el atol del fogón, Doña Marina, exclama confiada en su fe que «se va hacer a como es la costumbre, con la feria, el gran poder de Dios y el señor San Francisco que nos da fuerza y que todos lo pasemos bien”. Ello porque en Motozintla se han perdido las fiestas tradicionales a San Mateo y la Huelga, pero persiste la de San Francisco de Asis por ser el patrón del pueblo.
Los primeros mayas hablantes del mochó, llegaron hace cientos de años a la sierra madre de Chiapas y fundaron un pueblo en medio de las montañas. Actualmente con esa etnia se reconocen 13 dialectos en igual numero de municipios fronterizos con Guatemala desde la región Istmo Costa a la Sierra Mariscal.
La nieta de Don Roberto, Guadalupe Concepción Gonzalez Matías, es la Reyna de la etinia este año y como tal, porta una corona echa de semillas de maíz, frijol y calabaza. Tiene 25 años y piensa que este año las fiestas“no van a estar tan alegres como siempre» porque solo estará la etnia y no se permitirá participar al pueblo; como anteriormente.
Los mochó reconocen que un principio la perdida de los hablantes se dio con los terratenientes que les ofrecieron trabajo en el campo pero para comunicarse debieron aprender el castellano. Ahora enfrentan la desidia de los jóvenes que prefieren las tecnologías y sus formas de comunicación; de ahí que no quieren dejar morir su cultura.
Generaciones de la etnia Mocho de motozintla, entre ellos algunos hablantes. Foto: Benjamín Alfaro
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