En el Tren Maya lo que hay que evitar es el ejemplo de Cancún: Fonatur
Al presentar los avances del Proyecto del Tren Maya, Rogelio Jiménez Pons, director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo, aseguró que ninguno de los dos amparos vigentes contra el Tren Maya afectan la operación de las obras y que la institución demostrará ante el juez que la mayoría de los pobladores de Calakmul está en favor del proyecto
Texto: Daniela Pastrana de Pie de Página
Fotos: Robin Canul / Archivo
Al Tren Maya “hay que entenderlo como un proyecto de bienestar”, asegura el director del Fondo Nacional del Fomento al Turismo (Fonatur), cabeza del controvertido proyecto de mil 554 kilómetros de vías con 19 estaciones que conectarán ciudades con puertos, aeropuertos y otras infraestructuras de cinco estados del sureste del país. Un tren que será para el transporte de pasajeros locales y para la carga de productos. Pero, sobre todo, para el turismo, actividad de donde el gobierno federal proyecta afianzar la rentabilidad de la obra.
“También tendrá la parte importante de ingreso, que es el transporte de turistas, en donde sí es bastante rentable”, dijo este domingo Jiménez Pons, al presentar la propuesta en la conferencia de prensa diaria del gobierno federal sobre los programas de bienestar.
A su lado, el secretario del ramo, Miguel Torruco, remató con una idea que concita las peores pesadillas de ambientalistas: “El proyecto más ambicioso que se recuerde después de Cancún en los últimos 50 años es el Tren Maya (…) contamos con 190 productos de alto impacto, hacia ahí vamos dirigidos para satisfacer las necesidades y expectativas del consumidor”.
Pero Jiménez Pons insiste en que no habrá daños socioambientales; que cada parte de la construcción irá acompañada de un trabajo paralelo para llevar a las comunidades servicios y esquemas de sociedad comercial. Lo que no termina de definir es cómo lo harán.“
Lo primero es reconocer el valor de la tierra a la gente local: primero, pagarles lo que se les debía; segundo, si se necesita tierra de ellos para desarrollo o para centros integradores, se les invita a ser socios, de la mejor forma que se pueda. Y estamos en ese proceso de ver con qué vehículo legal se les garantice… no despojarlos, porque lo que hay que evitar es que el ejemplo de Cancún. Pero ahorita ya se nos acabó el tiempo de la conferencia”.
Amparos
Pese a que Jiménez Pons asegura que “los mecanismos de participación son diálogos permanentes” con los pobladores, el gobierno ha enfrentado oposición de distintos grupos y organizaciones que han promovido amparos en contra del proyecto.
El funcionario reconoció dos, pero asegura que no afectan los trabajos.
“El primer amparo es de una ONG que trabaja en la zona de Calakmul, pero realmente habitantes de ese municipio que estén en esta organización son dos. Ya en la parte de la defensa que tenemos para llevársela al juez es demostrar con actas de asamblea que es abrumadora la mayoría que está siendo beneficiada por las obras del tren. Es una obra que empezamos hasta el año que entra y no nos está afectando en nada. De hecho, se pospuso la suspensión preventiva y estamos esperando la definitiva”, explicó.
“El otro amparo se metió por aspecto de salud en los grupos choles en tres municipios, dos de los cuales ni siquiera pasa el Tren Maya (Ocosingo y Salto de Agua); sólo nos afecta en Palenque. El amparo es para obras nuevas, que no estamos por empezar ahorita sino en dos o tres meses. Ahorita estamos en mantenimiento y reparación y ya cuando ceda la pandemia ya no procede este amparo. Esperamos que eso coincida con el inicio de los trabajos fuertes”.
Contrato con ONU Habitat
Sobre el contrato de 5.5 millones de dólares que Fonatur firmó con ONU-Habitat para la ejecución del proyecto, Jiménez Pons detalló dos trabajos que realizará el organismo internacional: “una serie de servicios que nos está dando desde planos reguladores de distintas ciudades, que son 6 ciudades en la zona” y “la participación, que es muy importante, de todos los procesos de quitar a toda la gente que está ocupando derechos de vía, que ha sido uno de los mecanismos más humanos y con los mejores estándares mundiales”.
Eso, además de una serie de trabajos específicos que ya no desglosó por falta de tiempo.
El objetivo, aseveró el titular de Fonatur, es que antes de diciembre se hayan creado 80 mil empleos, y que con esta obra se generen más de 400 mil nuevos empleos de aquí al 2024.
Proyectos turísticos locales y digitalización
Por su parte, Miguel Torruco presentó el plan para reactivar la actividad turística, que representa el 8.7 por ciento del Producto Interno Bruto del país.
Se trata de una estrategia centrada en dos puntos: el turismo interno, como columna vertebral de la reactivación económica, y una fuerte apuesta por la comercialización turística digital.
“Hay que hablar un antes y un después de la pandemia. Antes, el 55 por ciento de las compras se consolidaban a través de las redes sociales de las grandes plataformas. Es lógico, y a todos los aquí presentes nos ha pasado que, en la cuarentena, el hermano mayor le enseñó al menor a navegar, a la tía que nunca había abierto una computadora se le enseñó, al tío, al abuelo y eso lo registraron las grandes empresas internacionales, tanto Expedia como Google, como Amazon, que ahora aseveran, igual que la Organización Mundial de Turismo, que las ventas se habrán de consolidar en las grandes plataformas y a través de las redes sociales, el 70 por ciento, de ahí la importancia”, dijo el secretario.
“Vamos a dejar dentro de otros logros, variados, porque no va a ser el único, la mejor plataforma, el Sistema Nacional de Comercialización Turística Digital, va a ser el más avanzado y en unos momentos le van a hacer un comentario al respecto”.
Por lo pronto, se tiene proyectado ya un tianguis turístico de Pueblos Mágicos en San Luis Potosí, para septiembre y la primera edición del Tianguis Turístico Digital.
Torruco expuso que en 2019, México recibió a 45.2 millones de turistas que dejaron una derrama de 24 mil 563 millones de dólares. Y todo iba muy bien hasta que llegó la pandemia.
Ahora, habrá que esperar al informe de segundo trimestre del INEGI, para conocer las cifras reales del tamaño del boquete que el coronavirus ha dejado en el sector.
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